La propuesta deportiva de la UD Las Palmas es desde hace años apostar por una mezcla de viejas glorias y jóvenes canteranos enmarcada dentro de un proyecto austero que, hasta el momento, está dando sus frutos. Algunos de estos hombres experimentados salieron de la cantera canaria hace años y su regreso busca darle el impulso necesario a un equipo que sigue soñando con volver a primera. El retorno de Momo en el mercado invernal es el último ejemplo de esta apuesta.
 La factoría canaria fabricó grandes jugadores a finales de los noventa y los sigue fabricando hoy. Una mirada al pasado sin obviar el presente constituye el éxito de la planificación deportiva del equipo entrenado por Juan Manuel Rodríguez.
La factoría canaria fabricó grandes jugadores a finales de los noventa y los sigue fabricando hoy. Una mirada al pasado sin obviar el presente constituye el éxito de la planificación deportiva del equipo entrenado por Juan Manuel Rodríguez.
Y es que, hasta el año pasado, podiamos ver sobre el césped del Estadio de Gran Canaria a jugadores como Jorge Larena, Josico o Guayre compartiendo vestuario con los Jonathan Viera, Javi Castellano o Vitolo, quizás los máximos exponentes de la nueva hornada de jugadores canarios.
En la presente temporada, estas nuevas joyas de la cantera gran canaria se han consolidado como el mayor valor del equipo. Especialmente destaca la figura de Jonathan Viera y Vitolo que, con sus ocho y nueve goles, respectivamente, apuntan a primera división, categoría en la que jugarán el año próximo con o sin Las Palmas (algo que Viera pudo haber hecho ya en esta segunda vuelta con el Granada).
No obstante, la veteranía sigue siendo el complemento necesario del plantel, ya no están Jorge, Josico y Guayre, pero los galones son asumidos por otros jugadores que, canteranos o no de Las Palmas, ponen el granito de arena de su experiencia al proyecto. Hablamos de todo un trotamundos del fútbol como el lateral Pignol, del canterano David García o de célebres delanteros Javi Guerrero o Javier García Portillo.
Volviendo a la línea de traer al Estadio de Gran Canaria a ex jugadores que pudieran aportar, por un lado experiencia, y por el otro amor a los colores al haber salido de la cantera, en el pasado mercado invernal llegó Momo procedente del Betis. El extremo zurdo abandonó la disciplina gran canaria en el año 2004 para recalar en el Deportivo de LCoruña, tras el descenso de la UD a Segunda B.
La falta de sitio en el conjunto gallego le llevó cedido al Albacete, donde jugó en la campaña del descenso del conjunto manchego a segunda. Posteriormente regresó al Depor, donde permaneció durante una temporada sin tener a penar oportunidades y tras la que terminó siendo cedido al Racing. En Santander nuevamente contó poco para el entrenador, y así que se terminó desvinculando del Depor para buscarse la vida por su cuenta y recalar en el Xerez de segunda división.
Con los andaluces jugó tres temporada y alcanzó su mejor nivel. Tanto que en su segunda temporada logró diecisiete goles, un autentico récord para su posición en el campo. Ese mismo año protagonizó el ascenso de los xerecistas a primera división, categoría que abandonarían al año siguiente conviertiéndose en el tercer descenso de Momo en su carrera.
A pesar de la recaída llama la atención del Betis que, estando en segunda, le contrató con el objetivo de que ayudase a conseguir el retorno a la máxima categoría del fútbol español. Sin embargo, con los verdiblancos no fue titular indiscutible y tras el ascenso volvió a verse condenado al ostracismo, sin contar para Pepe Mel, motivo por el cual ha regresado a la UD Las Palmas.
Momo afronta ahora, a sus veintinuev años, el papel ede ser el encargado de marcar el camino de primera a su equipo del alma y también a los nuevos jóvenes que, como él en su momento o Nauzet Alemán, hoy en las filas blanquivioletas, han salido de la cantera canaria con el anhelo de triunfar en la máxima categoría del fútbol español.
 
			