Tras su paso por el CD Pedroñeras esta temporada, el técnico pasará a ser, entre otros cargos, el entrenador del Aficionado naranja, con el objetivo de ascender a Regional
Hay jugadores que llevan tatuado un club, el suyo. También entrenadores que, por mucho que se aventuren a vivir el fútbol en otros clubes, nunca pierden la afinidad con su equipo de toda la vida. Alex Ferguson estuvo 26 años en el Manchester United; el ‘Cholo’ Simeone lleva 9 como técnico rojiblanco más otros cinco como jugador. A ellos se les identifica con esos colores. Y la vida de Manu Olivas no se entiende si no es coloreada de naranja.
Tras dieciocho años en el club, en 2019 anunciaba su marcha. Ha vuelto, posiblemente pensando en que no eran suficientes. Nunca lo serán. No ha pasado ni un año desde que se oficializó su salida con una de las más bonitas despedidas que se han vivido en el Club Deportivo Parquesol. No volverá al Juvenil Nacional, sino al Aficionado, con un claro objetivo que la entidad necesita desde hace años: ascender a la categoría regional.
Es un reto mayúsculo para él, otro más. Es cierto que se fue con la espina clavada de no ascender al primer equipo juvenil, pero sí consiguió el mejor resultado de su historia, la cuarta posición en Liga Nacional.
Así se fue, y llegará con una meta más ambiciosa, con un equipo que a día de hoy mantiene efectivos de aquel año como Rui, Pablo Marcos, Dani Luengo, David Rodríguez, Jorge o Cebri y al que se podrían sumar otros que terminan etapa y cuyo futuro es incierto –más aún tras este parón–.
Entrenará al Aficionado, pero no será ese su único cometido. El club también ha anunciado que formará parte de la dirección deportiva para impulsar secciones “poco desarrolladas” como el Área de Scouting y Captación, Área de Porteros y Área de Preparación Física.
Sin duda, es una de las personas que mejor conoce el Parquesol y además este curso le ha servido para vivir una temporada en Tercera División, con el CD Pedroñeras, con su compañero y amigo David Rodríguez. No salió del todo bien el curso, pero esa experiencia no se la quita nadie. Ahora llega otra, que no será menos compleja. Manu Olivas, ‘Cholivas’ para quienes ven sus partidos, oyen sus gritos y sufren sus cabreos, ha vuelto al José Luis Saso. Ha vuelto a su casa.