El canterano alcanzó esa cifra de partidos con el primer equipo del Real Valladolid frente al Cádiz. Sin embargo, no termina de asentarse con Sergio

No fue el de Cádiz un partido para el recuerdo. No lo habría sido, al menos, de no ser porque permitió a Toni Villa alcanzar el centenar de encuentros con el primer equipo del Real Valladolid. Lo ha hecho en algo más de tres años, después de debutar en Segunda División a las órdenes de Luis César Sampedro en septiembre de 2017, cumpliendo con aquel objetivo con el que llegó a la Residencia de Jóvenes Jugadores del club hace una década, con apenas quince años.
Sin embargo, no se puede decir que la efeméride llega en su mejor momento, no tanto por su rendimiento como por su consolidación dentro del plantel. Dejando la Copa del Rey al margen, donde sí fue titular, marcó dos goles y pudo hacer alguno más, lleva sin asomar en el once inicial más de dos meses, apareciendo frecuentemente en contextos difíciles como el del Ramón de Carranza, en el que habría sido decisivo de haber sido capaz de embocar una de las dos ocasiones que tuvo.
Precisamente ese es el segundo ‘sambenito’ con el que ha tenido que lidiar el murciano desde que dio el salto al primer plantel, la falta de capacidad para ser resolutivo. En poco más de 500 minutos ha visto puerta en más ocasiones (tres) que en temporadas anteriores, superando la mitad de su mayor registro goleador (cinco) con mucha menor participación. Sin suponer una cifra alta, sí va en consonancia con su fútbol, siempre incisivo, aunque no siempre decisivo.
Dejado atrás el primer hándicap apuntado en su debe, el carecer de físico para hacer carrera en la élite, algo que ha quedado ya fuera de toda duda, ha intentado serlo en los 12 partidos que Sergio González le ha dado este curso; unos de ellos, como mediapunta, y otros, escorado a banda. El técnico, como Miguel Ángel Gómez, se ha declarado en alguna ocasión un enamorado de su fútbol, algo que no está encontrando respuesta en sus minutos: 17 jugadores han jugado más que Toni.
La mala racha que encadenó el Real Valladolid en las primeras fechas, en las que fue titular en cuatro ocasiones (aunque sin disputar un solo partido completo), jugó en su contra, toda vez que los intentos de cambiar la dinámica llevaron al técnico a apostar por otras opciones que, sin embargo, tampoco han terminado de mostrar una mayor consistencia, caso de un Orellana desdibujado y desconocido.
En estas, el próximo día dos abrirá el mercado invernal, en el que puede haber alguna duda sobre su futuro, como las hubo en verano, cuando se barajó la posibilidad de que emprendiera una aventura en el extranjero. De reabrirse esta opción, la primera plantilla del Real Valladolid se quedaría sin el último superviviente de su cantera, un futbolista que enamora a muchos y, sin embargo, lleva sin disputar un partido completo más de un año.
Por el contrario, si el amor proclamado se convirtiera en las oportunidades que viene reclamando, seguiría engrosando unas cifras que superan los 5.700 minutos oficiales, en los que ha marcado siete goles. En ese caso, su siguiente hito sería llegar a los 75 partidos en Primera, unas ‘bodas de brillantes’ que alcanzará si disputa 15 jornadas más, toda vez que ante el Cádiz disputó el choque número 60 en la máxima categoría.
