Tras un breve periodo de adaptación el ex técnico del Promesas ha cambiado por completo la dinámica del conjunto amarillo que cada vez ve más cercana la salvación tras ganar en cinco de los últimos ocho partidos disputados.
 A finales del pasado año la breve etapa de Jose Francisco Molina en el banquillo del filial amarillo llegó a su fin, el día veintidós de diciembre Julio Velázquez tomaba el relevo del ex portero internacional tras ascender éste al primer equipo.
A finales del pasado año la breve etapa de Jose Francisco Molina en el banquillo del filial amarillo llegó a su fin, el día veintidós de diciembre Julio Velázquez tomaba el relevo del ex portero internacional tras ascender éste al primer equipo.
Después de un mes con resultados mediocres, el técnico vallisoletano, ex del Promesas en la última etapa de Mendilibar en el primer equipo, ha conseguido encauzar la difícil situación de un conjunto que apuntaba al descenso a la categoría de bronce logrando salir de la quema con un colchón de diez puntos sobre las posiciones de peligro.
Criado en el barrio vallisoletano de San Nicolás, aunque salmantino de nacimiento, Julio Velázquez sabía desde pequeño que su lugar no estaba en el terreno de juego, sino en los banquillos. Por ello, su vocación de técnico le hizo comenzar a entrenar desde muy joven.
Tanto, que cuando en el año 2010 llega al banquillo del Valladolid Promesas procedente del juvenil tras el ascenso de Onésimo al primer equipo, su currículum ya acumulaba doce años en los banquillos de clubes de hasta cuatro comunidades autónomas diferentes. Hoy día, tras pasar por el Poli Ejido y el Villarreal C tiene el honor de ser el técnico más joven de la Liga Adelante a sus treinta años.
Se da la casualidad de que la llamada que recibió Velázquez para anunciarle que iba a entrenar al filial le llegó el día de la Loteria de Navidad. Sin embargo, esta elección de Roig de elegirle como relevo de Molina no fue una cuestión de suerte, su trayectoria le avalaba como uno de los técnicos con más futuro y proyección de nuestro país.
Algo que el dueño del Villareal ya pudo comprobar cuando, con Velázquez en el banquillo, el Poli Ejido de Segunda B estuvo cerca de hundir en la Copa a su submarino amarillo. No ha tardado Velázquez en demostrar sus cualidades en el filial, ya que desde su llegada el mini-submarino se ha escapado de la zona baja acumulando cinco victorias en los últimos ocho partidos de Liga.
Cierto es también que la plantilla del Villarreal B no se ha reforzado mal desde la llegada del nuevo técnico. La salida de hasta doce jugadores en el mercado invernal, fue compensada con los fichajes de los centrocampistas Fernando Barrientos, cedido por el Lanús y Esteban Orfano, de Boca Juniors.
A éstos se les unen a los jugadores que Velázquez ha promocionado desde el Villareal C; el defensa Pere Martínez, el centrocampista Pablo Íñiguez, el delantero Moisés, al portero Jorge Palatsí y a los delanteros Manu Trigueros y Peruchi, este último tras volver de su cesión al Avai.
Pero sin duda el mejor refuerzo del filial amarillo no viene ni desde abajo ni desde fuera, es Gerard Bordás que ha bajado desde el primer equipo para echar una mano a los que hasta hace poco eran sus compañeros y que desde el mes de febrero vuelven a serlo.
El polivalente jugador, que puede desempeñar labores en las tres posiciones de mediapunta, ha sido el hombre encargado de tirar del carro en la racha que ha llevado al filial amarillo a salir de la quema.
Con estos mimbres se presenta Velázquez en su partido más especial contra el equipo de la ciudad en la que se crió y empezó a entrenar: “Nací en Salamanca pero me siento vallisoletano” señalaba el técnico al ser preguntado sobre sus orígenes a lo largo de la semana.
Algo que le influye al afirmar que “quiero que el Valladolid suba”, pero claro, como buen profesional: “No puedo desear otra cosa que en el partido del viernes el Villareal obtenga la mayor renta”, señaló el entrenador amarillo. Mañana se vislumbrará si otro jóven técnico, Djukic, es capaz de ganarle la partida a este pucelano de adopción.
 
			