La historia de Unionistas de Salamanca esta temporada bien podría ser contada de la misma forma que lo fue la de Harvey Dent, el fiscal del distrito de Gotham que [alerta de spoiler] era apodado. Si uno piensa en cómo el personaje evoluciona en El Caballero Oscuro, verá que parece un caballero blanco cuando todo comienza, como podría definirse el inicio de la temporada de los pupilos de Dani Llácer. Sin embargo, un hecho traumático [que no se contará aquí, pese a la alerta anterior] lo convirtió en alguien que cambia; incluso, en alguien malvado.
Ni al técnico de Unionistas ni a su equipo se les tildará en estas de malos, pues no compete a ningún escribiente hacerlo. Aunque sí hay algo de lo que se puede hablar, y es de cómo ha evolucionado hasta tener dos caras: la amable con su público, la optimista y convencida de hacer el bien, entendiendo por bien la consecución de los tres puntos, y otra taciturna, podría decirse, quemada [parte del trauma; perdón] por culpa de -ellos sí- malvados rivales contra los cuales no es capaz de conseguir hacer el bien perseguido, que es sumar también fuera de casa.
De esta manera, después de 30 jornadas, y a falta de ocho para la conclusión del campeonato liguero en el Grupo I de Primera RFEF, la afición que asiste con regularidad al Reina Sofía -y la que no, también- puede presumir de estar viendo cómo los planes salen bien y cómo Dani Llácer, en su feudo, se parece a John ‘Hannibal’ Smith, el histórico protagonista de El Equipo A. En cambio, cuando el técnico y sus futbolistas compiten a domicilio, pasan, parafraseando el título de otra serie boomer que seguramente muchos recordarán, Cosas Fuera de Casa.
Dicho de otra manera, y sin ambages: Unionistas es, a estas alturas del curso, el mejor local del grupo, toda vez que ha conseguido en el Reina 32 puntos, fruto de nueve victorias, cinco empates y una sola derrota, la que le infligió el líder, la Cultural Leonesa, en el cada vez más lejano 28 de septiembre (hace casi seis meses). La ‘Cultu’ es, precisamente, quien más puntos ha sumado a domicilio. Unionistas, en cambio, no ha ganado fuera de casa, lo que refrenda eso de las dos caras. Es, junto al Amorebieta, el único equipo del Grupo I que no lo ha hecho.
Freno a las aspiraciones
Si uno compara con el Grupo II, solo se encuentra al Mérida sacando las mismas 32 unidades en el Romano José Fouto, una más que el Ceuta y dos más que el Andorra, que comparte liga con los salmantinos. En cambio, si se mira al rendimiento como visitantes, el ‘Amore’, con cuatro puntos, es el único que empeora a los de Dani Llácer, a los que, en cualquier caso, no es fácil ganarles, ya que acumulan ocho empates y seis derrotas como foráneos.
Al margen de la curiosidad y de los símiles cinematográficos, lo cierto es que no se trata de una cuestión baladí, puesto que el no haber conseguido más puntos fuera de casa ha impedido ver a un Unionistas más robusto a nivel clasificatorio; más próximo al play-off, que, sin ser exacta o necesariamente el objetivo, o por lo menos no una obligación, sí podría ser un sueño después de varios años de pelea en la mitad alta de la tabla. No están el quinto puesto tan lejos; se encuentra a tres puntos, aunque, hoy día, parece claro que necesitará mejorar el conjunto blanquinegro para optar a algo más o incluso para clasificarse para la Copa del Rey nuevamente (van ocho y son novenos, aunque la posición de la Real B, tercera, les permitiría disputarla).
 
			