El futuro siempre es incierto para cualquier canterano de cualquier club. La vida puede dar muchas vueltas, al igual que el fútbol, y cuando llega el momento de abandonar, en el caso del Real Valladolid, Los Anexos, el destino de uno dependerá de muchos factores. Es el caso de Kike López, conocido coloquialmente en tierras vallisoletanas como Kike con ‘k’ para diferenciarlo de su tocayo Quique González. El atacante abandonó la entidad blanquivioleta definitivamente en la temporada 2009/10 y se ha enfundado trece camisetas en su carrera a mayores de la del Pucela.
Kike López llegó al Real Valladolid Promesas en la temporada 2006/07, tras escalar desde el Juvenil A, después de una temporada en el filial, debutó en septiembre de 2007 con el primer equipo, bajo las órdenes de Mendilíbar. Su principal posición es la de extremo, pero es un jugador que siempre capaz de amoldarse a varios roles y a distintas zonas del ataque. En aquella época, se sentía cómodo danzando por las distintas posiciones de tres cuartos.
En la misma temporada en la que debutó en el primer plantel, salió cedido al Poli Ejido en el mercado invernal. En el conjunto almeriense jugó diez encuentros en Segunda División, en los que anotó un gol. El equipo acabó descendiendo a la Segunda División B.
A su regreso a la Avenida del Mundial ’82 hizo la pretemporada con el primer equipo del Real Valladolid y fue uno de los jugadores más destacados, anotó seis goles y fue uno de los máximos goleadores de la precampaña. Con todo, partió un nuevo curso con ficha de filial. A pesar de que tuvo su oportunidad durante la temporada con las bajas que se dieron en la primera plantilla, no logró hacerse un hueco. El Real Valladolid logró la permanencia y Kike López puso rumbo en verano de 2009 a la Unión Deportiva Salamanca, el equipo de su tierra natal. A cambio, el Pucela recibió a Antonio Amaro, quien actualmente milita en el Salamanca CF, próximo rival del Promesas.
Kike gozó de una mayor continuidad en el Helmántico con distintos entrenadores, su primera temporada fue muy dura a nivel colectivo, en un equipo histórico luchando por no descender a Segunda División B. Si no lo hizo, fue precisamente gracias a él. El jugador le brindó la victoria a la Unión en el último partido de liga con un golazo ante el Villarreal B.
Precisamente el filial groguet fue su siguiente destino. En la temporada 2010/11, el Salamanca no fue capaz de mantenerse en la categoría de plata. En total jugó 75 partidos como unionista, en los que anotó 11 dianas. El Real Valladolid se guardó una opción de recompra del que fuera su canterano, pero nunca la llego a ejecutar. Así comenzó el carrusel de equipos del futbolista, que pasó por diversos equipos, intercalando Segunda División con algunos proyectos ambiciosos de Segunda División B.
Kike López, de vuelta en casa
Tenerife, Alcorcón, Cádiz, Alcoyano, Atletico Baleares, Ibiza, Melilla y Cornellà fueron las paradas de su viaje futbolístico antes de regresar a casa. En el pasado mercado veraniego, el Guijuelo, rival del Real Valladolid Promesas en Segunda RFEF, se hizo con los servicios de Kike. De vuelta en la provincia de Salamanca, se reencontró con excompañeros y ‘mitos’ del fútbol salmantino, como Toti o Garban.
En el Guijuelo su participación ha ido de más a menos, la mayoría de sus titularidades fueron a principio de temporada y a día de hoy ha disputado 18 partidos. Al inicio del curso, ademas, rompió una sequía goleadora de más de cuatro temporadas. En la segunda jornada de liga, contra la Unión Deportiva Llanera, marcó el primer gol de un partido que acabó en tablas, 1-1.
A sus 37 años, Kike López, aquel proyecto interesante para el Real Valladolid, sigue jugando al fútbol en una categoría exigente. Su carrera quizás no fue la que se esperaba cuando daba sus primeros coletazos como blanquivioleta, pero sus viajes por España le han servido para enriquecerse con todo tipo de experiencias. Ahora, bajo la tranquilidad de estar en su sitio, es momento de disfrutar de los últimos momentos de su particular historia como jugador.
