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El Real Valladolid cambia su estrategia con el fútbol femenino

La sección pasará a llevarse exclusivamente desde Zorrilla... lo que puede afectar a su estatus deportivo

por Jesús Domínguez
30 de marzo de 2025
fútbol femenino, Real Valladolid Simancas

Foto: Real Valladolid

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La sección de fútbol femenino del Real Valladolid caminará sola la próxima temporada. Lo hará después de que sus últimos pasos -y no solo estos- no hayan ido al compás con los del Villa de Simancas, con quien el club tiene un convenio que caduca el próximo 30 de junio y que no se va a renovar. Así lo han confirmado desde Zorrilla, en un anuncio que viene acompañado del de la creación de dos nuevos equipos. Dos nuevos… que no dos más, puesto que, salvo sorpresa -que puede darse; cosas del fútbol-, perderá los dos con mayor estatus.

No era esto, ciertamente, lo que más preocupaba al Real Valladolid cuando en 2022 oficializó su entrada en el fútbol femenino de la mano de la entidad del alfoz. Entonces, David Espinar dijo que el proyecto era, “ante todo, social”, y no se puede decir que en Zorrilla hayan traicionado esa idea. Sucede que, cuando uno hace las cosas bien (sea quien sea ese uno), los resultados llegan, y los del Real Valladolid Simancas llegaron (y hasta podrían llegar) sin que hubiera una ambición deportiva tan clara como la que tienen otras estructuras profesionales.

Dicho de otro modo: mientras los dos equipos ‘con apellido’ crecían, aquel que les da nombre no decía “arre”. El problema, a tenor de lo publicado esta misma semana por el Diario AS, es que tampoco dijo “so”, y cuando se produjeron los ascensos, el del conjunto que dirige Rubén Beltrán a categoría nacional, que llevó también al de Ali Carranza al primer escalón territorial, el incremento de los gastos pilló en las oficinas con el paso cambiado. Así, tal y como publica dicho periódico, el Villa de Simancas elaboró tres escenarios diferentes para afrontar el nuevo escenario. Y, después de meses de ‘silencio administrativo’, se les dio a entender que el más barato era el bueno.

Conato de plante

Hasta llegar a este 30 de marzo y a la oficialidad por parte de Real Valladolid de que el vínculo entre clubes no se renovará, por su parte ha habido varios cambios de interlocutores; en ocasiones, más relacionados con áreas de gestión más institucionales y otros más de la parcela estrictamente deportiva. Que nunca hubo una negativa a ascender es algo que constata la realidad de los conjuntos que militan en Tercera RFEF y en la Liga Gonalpi. Y el convenio, defienden en Zorrilla, hablaba de unas cantidades incluso sobrepasadas. Dicho convenio, cabe pensar, no habla de compartir gastos, algo a lo que lo deportivo ha obligado… creando un perjuicio en el ‘pequeño’.

Y es que, por lo menos hace meses, el Villa de Simancas llegó a adeudar varias mensualidades a colaboradores por la situación generada. La versión ofrecida por el club, siempre según Diario AS, es que no habían recibido la factura con el gasto de los primeros meses, si bien diferentes responsables eran conocedores de lo sucedido e incluso a finales de diciembre el Villa de Simancas se plantó: o el Real Valladolid pagaba o no competirían más esos equipos ‘con apellido’. Por el camino, hasta llegar a la (lógica) ruptura definitiva, hubo, como poco, algunos malentendidos, relacionados con el material o, defienden en Los Pinos, hasta con la posibilidad de contar con sus propios patrocinadores o de que los partidos se jugasen en sus instalaciones para poder cobrar entrada.

Economía de mínimos

Llegados a este punto, el Real Valladolid, “tras un periodo de análisis marcado por el objetivo de reforzar la sección”, ha decidido implementar un equipo cadete-juvenil, opción que desechó hace un año y que generó una fuerte polémica en redes sociales, debido a que la decisión dejaba fuera de la estructura a un grupo de chicas que ya estaba en esta y que pasaban a competir en la nueva categoría creada por la RFCLYF, y uno sénior, que, salvo acuerdo con el mismo Villa de Simancas o con algún otro club, arrancará en el escalón más bajo posible.

Y si la decisión del verano pasado de no implementar un nuevo conjunto teniendo la capacidad se podía leer en clave económica, lo mismo sucede con todo lo acontecido durante estos meses: la realidad ha ido más rápido que las intenciones de la entidad blanquivioleta respecto al fútbol femenino. Aunque el anuncio del club dice que “se emplearán todos los recursos propios para contar con una estructura completa y aún más profesionalizada en el fútbol femenino”, la economía de mínimos con la que ha enfrentado los últimos tiempos de relación con el Villa de Simancas da a entender que, hoy por hoy, el Real Valladolid no se plantea el paso definitivo por el que sí han optado otros equipos de buscar un nombre a partir de ver el suyo en escalafones altos. Lo cual es lícito. Aunque para ese viaje no necesitaban alforjas, pensarán muchos. Sobre todo en Los Pinos.

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