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La Pizarra de Blanquivioletas | Getafe CF

Una mirada al Getafe CF de José Bordalás, rival de la próxima jornada para el Real Valladolid en el José Zorrilla

por Miguel Ruiz
5 de abril de 2025
pizarra getafe analisis

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El Getafe CF ha sorprendido a propios y a extraños en LaLiga. Y no solo por su rendimiento en esta 2024/2025, sino también por esa facilidad para ir incorporando nuevas tendencias dentro de una idea bien asentada. El máximo responsable, como todos conocen ya, tiene nombres y apellidos y se sienta poco en el banquillo del Getafe durante los partidos. José Bordalás, artífice de milagros oficial del fútbol español, está consiguiendo desterrar un arquetipo bastante asentado de juego duro para acoger el de la resiliencia.

Algo completamente lógico por su voluntad para considerar apta a su plantilla para el reto de asentarse en Primera División en un año especialmente complejo para ellos. El Getafe CF no tenía equipo para soñar muy alto. Más bien, todo lo contrario. El descenso se veía cerca con los mimbres que tenía el equipo azulón al poco de iniciar el campeonato. Y, aún así, las victorias fueron llegando. Incluso empezó a innovar gracias a su potenciación de perfiles y su gran rendimiento fuera de casa, algo inédito en el Getafe y que presentaba una nueva vía de salvación para los de Bordalás.

Pero ser superviviente no solo depende de esa capacidad para agarrarte a los clavos ardiendo y resistir. José Bordalás y los suyos proponen un juego resistente, de lucha constante, pero que bebe también a nivel táctico de sus opciones futbolísticas de manera magistral. Esa conversión, sobre todo desde enero, afianzan el constante reto del Getafe de explorar distintas metas durante la presente campaña y de mirar, con más tranquilidad que nunca, el devenir de LaLiga. Hoy, desde una posición cómoda (decimosegundo, a nueve del descenso y a once de Europa), el Getafe sigue su camino.

Bordalás, la clave de (casi) todo en el Getafe CF

No es un recurso hablar de resiliencia cuando el protagonista es su técnico. Aunque siempre unido a ese mensaje de voluntad férrea y de adaptación, la identidad de Bordalás desde la banda siempre ha sido unida a un juego al límite del reglamento que no siempre ha sido justo. Siendo un entrenador que favorece el duelo y la intención de llevar al límite a los rivales, el equipo azulón ha dado este año un giro evolutivo muy evidente. Los fichajes, llegados en enero, han mejorado la plantilla, pero han cambiado poco las opciones tácticas de un Bordalás que, sin ellos, ya había dibujado cómo quería a su Getafe en el césped.

Esa idea, de juego directo en ataque y capacidad para luchar en bloque en defensa, bien asentada es la que ha acercado a la victoria y a los objetivos a un Getafe que mejoró las piezas del juego, pero no cambió las reglas en ningún momento. Por eso Bordalás es una de las claves diferenciales en esta partida. El técnico sabe a qué jugar y cómo sacar el máximo rendimiento a un colectivo que ha visto mejorada su capacidad competitiva con las nuevas llegadas (Terrats, Bernat, Juanmi…), pero nunca ha cambiado cómo hacerlo. Más mérito del que parece con el plantel que tenía en verano y que ha ido convirtiendo en una obra de autor.

Protegerse para poder viajar rápido después

Sí, el Getafe es un equipo que defiende bien. Su rigor táctico es muy claro y, sobre todo, refuerza esa pasión defensiva con una capacidad sorprendente para minimizar las virtudes del rival, algo que se le otorga poco y que tiene mucho valor a nivel estratégico. Consigue que sus rivales finalicen poco o en zonas con poco valor, lo que reduce significativamente la presencia o las opciones de los rivales. Y precisamente por ser el Getafe uno de los equipos que menos opciones ofensivas conceden al rival, puede parecer que su 1-4-2-3-1 no garantiza una salida rápida, pero en realidad su capacidad va más allá de la estructura o el dibujo táctico. La base, con Arambarri y Milla, es eficiente para dar apoyo defensivo y poder hilar de manera clara y directa.

En esa voluntad de priorizar el criterio asociativo para iniciar jugadas de peligro antes de que el rival reaccione, el Getafe ha tenido dos armas esenciales: Coba da Costa y Luis Milla. Si bien es cierto que el extremo nacido en Almería ha podido perder algo de protagonismo, la realidad es que la conexión entre la calma y la velocidad se represente de manera clara con estas dos piezas en el equipo de Bordalás. Milla mide riesgos, busca opciones y conecta con rapidez con quienes puedan dar ese plus ofensivo y en velocidad para sorprender. Ya sean Coba, Terrats, Uche o Juanmi quienes traten de enlazar en ataque, la velocidad, el acierto y, por si las moscas, la segunda línea (Milla, de nuevo, y, sobre todo, Arambarri) es clave para hacer una doble trampa en ataque.

En un partido en el que el Valladolid puede que tenga el balón y llegar con cierta claridad a la zona de la frontal en la que todo se cocina en ataque, el Getafe puede aprovechar su mayor virtud: restar opciones al rival e iniciar el contragolpe. En ese viaje, que al Valladolid le cuesta tanto, es donde puede asomar esa capacidad de los azulones para percutir a la espalda de la defensa del Pucela. Algo que podría reforzarse por el escaso margen de Álvaro Rubio para montar un bloque defensivo de garantías (por la baja de Javi Torres y Javi Sánchez), así como por las dudas en los laterales, previsiblemente de Aznou, muy verde, y Candela, sin haber demostrado gran cosa aún en la zaga.

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