A menudo conviene mirar más hacia adelante de lo que marca una semana, porque los objetivos que traía este Real Valladolid Promesas eran más grandes que una victoria o derrota ante el Numancia. No quita que la actuación del Promesas haya dejado con mal sabor de boca y con el frío en el cuerpo a quienes se han acercado a Los Anexos, pues pudieron ser partícipes de una derrota, pero también de una salvación.
El objetivo cumplido del filial blanquivioleta tuvo más peso que el 1-3 del marcador, que supuso no sumar en la penúltima jornada de la temporada (la última en casa), pero sí celebrar una permanencia muy sufrida en una temporada compleja, con muchos cambios (en el banquillo y en el campo) que han dificultado la regularidad que siempre necesita un equipo para afianzarse.
Mirar el partido con el transistor es algo que suena a siglo pasado, pero lo cierto es que mirar el móvil buscando la aplicación de resultados en una categoría loca como la Segunda RFEF viene a ser lo mismo. La naturaleza del gesto, buscando rápidamente qué estaba haciendo el Ávila contra el Compostela, rival contra el que se jugará la última jornada, comparte sensaciones con esas tardes de radio cuando el fútbol se disputaba, casi siempre, a la misma hora. En un domingo de mucho móvil y transistor, el Promesas cumplió el objetivo de la permanencia, pero sin cerrar la campaña en casa como hubieran deseado.
Derrota dura, que golpea el ánimo de un equipo que hubiera deseado despedirse de los suyos en Los Anexos con una victoria, aunque el rival y las circunstancias fueran complejas. El Numancia, clasificado para el playoff de ascenso a Primera RFEF, hizo varios cambios y probaturas en Los Anexos que nos sirvieron para dar demasiadas oportunidades a los locales.
FINAL | El #RVPromesas cede frente al @cdnumancia
⚽️ Maroto marcó el gol blanquivioleta pic.twitter.com/JC2vLuEWRs
— Cantera Real Valladolid (@RVcantera) April 27, 2025
Una primera mitad de buenas intenciones… y errores defensivos del Promesas
Se las prometía felices un Valladolid Promesas que, a los pocos minutos del comienzo, parecía dominar con claridad más allá del juego, siendo capaz de conseguir, además, un gol tempranero por mediación de un córner en el minuto 7, en el que Mario Maroto aprovechó las circunstancias para poner el primero en el marcador con un remate de cabeza al segundo palo. Algo que, quizá, condicionó las aspiraciones de los de Manu Olivas, que quisieron acomodarse en la victoria antes de tiempo.
Precisamente esa situación la aprovechó el Numancia, primero añadiendo un plus de contundencia en mediocampo al que siguió su interés en acercarse, poco a poco, a la portería de Rafús. La primeras intentonas no fueron más que sustos, donde se vio que el Promesas no iba a renunciar a la salida pausada ni a esa intención de ordenarse con balón, pero esos intentos, erráticos de primeras, acabarían con acierto a través de un córner en el minuto 16, donde el Numancia empató en Los Anexos por mediación de Cristian Dieste, que remató al segundo palo un balón que no pudo defender Koke.
La intención del Promesas de crecer en campo contrario no dio premio a pesar de las varias opciones que existieron de poder tener puntería ante la portería de un Kudakovsky que apenas tuvo trabajo a la hora de evitar que el esférico rozara su red. La puntería, un exceso de decisiones arriesgadas para rizar el rizo y la ausencia de un último pase efectivo hicieron que el paso adelante del Valladolid Promesas no acabara por ser efectivo.
Lo que sí llegó fue un nuevo gol del Numancia en el minuto 42, justo antes del descanso, que no quiso perder la oportunidad de hacer daño en los despistes defensivos del equipo vallisoletano. En una jugada rápida tras pérdida, el Numancia tuvo la oportunidad de aumentar la ventaja de nuevo en el segundo palo. La suerte quiso de primeras que Arco llegara a sacar ese primer balón, pero fue en la segunda oportunidad que el equipo soriano lograría marcar, mediante un disparo de Cristian Delgado desde fuera del área que rozó en Iago Parente para despistar a Arnau Rafús.

Paso adelante sin premio
La segunda mitad comenzó con ganas por parte de los pucelanos, que incluso pudieron tener la opción de igualar rápido, tras una buena jugada de centro desde la derecha que Arnu, con todo para marcar, solo acertó a rematar fuera. Esa acción, la más destacada del equipo desde el temprano gol de Maroto, fue la que más debió recordar el equipo de Manu Olivas con el pasar de los minutos en el marcador de Los Anexos.
Sin que el Numancia tuviera una gran iniciativa, consiguió sostener el marcador y los acercamientos del Promesas, muy tímido en la actuación en el área rival. Para postre, una dudosa acción del colegiado, señalada como falta en el perfil zurdo ante el área de Rafús, se convertiría en el tercer gol numantino. De nuevo de cabeza, con un centro muy bien trazado a la testa de Moustapha, el Numancia certificaba un marcador que ya no se movería a pesar del empuje de un Pucela que tuvo varias ocasiones para cambiar el signo del partido o, como poco, maquillar la derrota.
Ni unos ni otros lograron que los minutos finales significaran una evolución en un marcador muy favorable para el Numancia de Soria, que trató, eso sí, de aumentar la ventaja y aprovechar del arreón del equipo tras un tercer gol que les dio algo de brío para acabar el partido sin sobresaltos y queriendo mandar. El empuje final pucelano, sin premio de gol, acabó por condenar la aspiración de cumplir el objetivo sin mirar de reojo el trabajo del partido en Ávila. Un Promesas que, seguro, querrá celebrar la consecución del reto de la temporada cerrando su año con una victoria en Galicia ante el Compostela.
			