Después de su tropiezo en León ante el Huracán Z, el Real Valladolid B volvió a la sensa de la victoria después de superar por tres goles a cero a un defensivo Almazán, gracias a los goles de Pablo Gómez, Ochoa y Quique.
Tardaron los blanquivioletas en torno a veinte minutos en crear su primera ocasión, obra de Toni, si bien no fue hasta el minuto treinta y cinco no pudo adelantarse, debido al férreo marcaje que realizaba el equipo soriano, que saltó al campo con una 5-4-1 como dibujo táctico.
Sería gracias a Rubén Sánchez gracias a quien llegaría el gol, a pesar de ser Pablo Gómez quien lograse el tanto. Y es que después de deshacerse con facilidad de la defensa rival, el punta recibió una zancadilla dentro del área que terminaría con la señalización del punto de penalty.
Con Sánchez como factor diferencia, el quinto gol del capitán del Promesas no hizo sino señalar el camino a seguir. Éste no era otro que la paciencia, si bien no hizo falta demasiada para Ochoa, que remataría a la red apenas cinco minutos después una gran jugada en equipo.
Con el partido sentenciado, el Promesas continuó dominando en esférico y mostrándose tan seguro en defensa como en anteriores ocasiones hasta la llegada del tercer tanto, obra de Quique en el minuto sesenta y tres.
Con esta victoria, el Real Valladolid B continúa en los puestos de privilegio de la tercera división y disipa las dudas suscitadas por su juego tras su derrota ante el Huracán una semana antes del primer derby provincial, que se disputará el proximo domingo en Tordesillas.