Aunque cueste imaginarlo, uno de los hombres más ricos del planeta, fundador de Amazon y símbolo de la era tecnológica, tiene raíces en un pequeño pueblo de Valladolid. Hablamos de Jeff Bezos y de su vinculación con Villafrechós, una localidad de poco más de 500 habitantes donde sus antepasados vivieron durante generaciones. Y sí, su última visita en 2011 no dejó indiferente a nadie del pueblo, ya que llegó en varios coches de lujo, acompañado de su familia, dos cuidadoras para los niños y un equipo de seguridad que incluía hasta siete guardaespaldas. Fue una jornada que, lógicamente, revolucionó por completo la rutina tranquila de un municipio humilde para nada acostumbrado a este tipo de eventos.
Durante esa visita, Jeff Bezos comió en el restaurante local ‘El Baluarte’, el cual a día de hoy se encuentra cerrado, y paseó por el pueblo, lo que provocó una mezcla de sorpresa y escepticismo entre los vecinos. A pesar del despliegue que el magnate hizo, lo que más marcó a la comunidad no fue tanto la propia presencia de Jeff Bezos, sino lo que ocurrió después, que fue absolutamente nada. Ni inversiones, ni apoyo institucional, ni un gesto que los habitantes sintieran como un guiño a esas raíces que tantos aún conservan con orgullo.
Las raíces castellanas de Jeff Bezos
Para entender la historia, hay que remontarse al siglo XVIII, cuando la familia de Jeff Bezos llegó a Villafrechós. Se trataba, según diversas fuentes, de una familia acomodada que se estableció en la villa y cuyos descendientes vivieron allí hasta bien entrado el siglo XX. El abuelo paterno del empresario, Salvador Bezos, emigró posteriormente por necesidad, un éxodo común en tantos pueblos de la España rural de la época. Su hijo, Miguel Ángel Bezos, acabaría en Estados Unidos, donde conocería a Jacklyn Gise, madre biológica del joven Jeff, al que adoptó y le dio su ya tan conocido apellido.
Desde entonces, el apellido Bezos ha sido parte de la historia no contada de este pequeño municipio vallisoletano. En Villafrechós conocen bien esta conexión, pero no todos la reciben con entusiasmo. De hecho, las expectativas de que Jeff Bezos pudiera mostrar algún tipo de implicación con el pueblo han sido, hasta ahora, una sucesión de decepciones, algo que ha causado un gran malestar, como es lógico, entre muchos de los habitantes de ese lugar.
De la ilusión al desencanto: los proyectos que nunca llegaron
En un intento por aprovechar esta conexión, el Ayuntamiento del pueblo propuso en su día una iniciativa llamada “Bezos Origin”, con la que pretendían revitalizar la economía local, centrada fundamentalmente en el sector primario. También se le ofreció a Jeff Bezos la posibilidad de ser pregonero de las fiestas patronales o de ocupar una gran vivienda de 1.000 metros cuadrados que una vecina dejó al pueblo en herencia, pero todas las propuestas fueron rechazadas o, directamente, ignoradas por parte del magnate y de sus allegados.
El padre de Bezos respondió que recibían “propuestas como esas todos los días”, lo que dejó una sensación de indiferencia que aún perdura y, para los vecinos de Villafrechós, el problema no es la falta de donativos millonarios, sino la ausencia de un gesto simbólico, algo que les hiciera sentir que su ilustre descendiente aún reconoce de dónde viene su historia familiar.
“Lo que tiene que hacer es poner pasta para este pueblo”, han dicho algunos de los habitantes en entrevistas a medios como El Español, sobre todo porque en un entorno donde cada euro cuenta, las cifras astronómicas que maneja Jeff Bezos resultan tan lejanas, incomprensibles e imposibles de gastar en una sola vida.