Han pasado quince años desde que Perdidos emitiera su último capítulo y, todavía hoy, su final sigue dividiendo a los fans. ¿Fue brillante o un cierre improvisado? ¿Respondió a las grandes preguntas o se perdió en su propio laberinto de misterios? Lo que nadie discute es que Perdidos marcó un antes y un después en la forma de consumir televisión, al punto de que muchas de las series que vinieron después no se pueden entender sin su influencia.
Porque más allá de su desenlace, Perdidos cambió las reglas del juego. Convirtió a los espectadores en detectives, convirtió foros y redes sociales en auténticas salas de debate, y demostró que una serie de televisión podía generar fenómenos de análisis colectivo antes reservados a la literatura o el cine. Y sí, puede que su último capítulo no resolviera todo, pero el camino fue tan interesante que el viaje superó con creces el destino.
Por qué Perdidos revolucionó la forma de ver televisión
La verdad es que nadie se esperaba al ver ese primer capítulo en el que el vuelo Oceanic 815 se estrellaba en una isla misteriosa que esta serie mantendría a millones de espectadores pegados a la pantalla del televisor durante seis temporadas, tratando temas tan variados en su narración como la la ciencia ficción, el drama, la religión, la filosofía e, incluso, la literatura.
Pero es que su éxito no se debió solo a los misterios que rodeaban esta isla y a todos sus personajes, tales como el humo negro, los números, Los Otros o el botón que había que pulsar cada 108 minutos, sino a que cada episodio formaba parte de algo más grande, como si de pequeñas piezas de puzzle que se van juntando se tratase. También establecimos vínculos con los personajes, gracias a sus famosos flashbacks y flashforwards, los cuales no solo formaban parte de la narración sino que enriquecían la historia tanto a nivel global como individual.
Lo que desde luego que nadie se podría llegar a esperar en ese momento es que crease una comunidad tan activa, algo que a día de hoy es bastante común, pero que a principios de 2004 era un terreno prácticamente inexplorado. Se podría decir que Perdidos fue la serie con la que los foros online, los análisis extensos en blogs, las teorías más descabelladas, etc. comenzaron, haciendo que los espectadores compartieran sus puntos de vista y que cada capítulo fuese tema de conversación hasta que echasen el siguiente.
El legado de Perdidos y su controvertido final
Seguro que muchos recuerdan aún ese 23 de mayo de 2010 cuando estrenaron el último capítulo de Perdidos, momento que se esperaba con tanta expectación que se corría el peligro de decepcionar a los espectadores y fans de la serie. Y justamente eso es lo que pasó, ya que el final no cerró muchas tramas ni resolvió todas las preguntas que se habían planteado.
Pero con el tiempo, esa primera decepción dio paso a una revisión algo más amable, ya que lo que en su día se tachó de final precipitado hoy se entiende mejor como un desenlace simbólico, más centrado en los personajes que en los misterios. Y lo cierto es que Perdidos nunca prometió tener todas las respuestas. Su verdadera apuesta fue otra, y era la de hacer que el espectador se involucrara, se preguntara, debatiera y sintiera.
Quince años después, el impacto que tuvo Perdidos sigue siendo visible, ya que fue precursora en mostrar que el piloto de una serie podía tener calidad de superproducción (con un presupuesto de 14 millones de dólares), que se podía planificar un arco narrativo a largo plazo y, sobre todo, que la televisión podía aspirar a ser algo más que entretenimiento pasivo. Hoy en día, series como Dark, The Leftovers, Westworld o Severance beben directamente de lo que Perdidos sembró en esa primera década del siglo XXI.
 
			