El Burgos CF va a seguir contando la próxima temporada con Miguel Pérez ‘Michu’ como director deportivo y con Luis Miguel Ramis como entrenador. Aunque ambos tenían contrato, en una categoría tan intensa y con tantas emociones fuertes como es LaLiga Hypermotion, podía suceder de otra manera, pero no será así, tal y como confirmó el asturiano en una comparecencia ante los medios de comunicación que ha servido como balance de la temporada.
“En ningún momento me he planteado no seguir. Me siento muy a gusto y muy valorado aquí y tengo y siento la confianza de la propiedad. Me siento un burgalés más”, aseveró el director deportivo a este respecto, una circunstancia que refrenda la creencia que existe en que él, y por derivación, en Ramis, el técnico por el que apostó el pasado mes de noviembre cuando tuvo que destituir a Jon Pérez Bolo en plena crisis de resultados.
Un Burgos ambicioso
Que Michu y Ramis sigan, habiendo obtenido una duodécima plaza escasa, toda vez que ha sido la peor del Burgos desde que ascendió a LaLiga Hypermotion, no significa que el club no sea ambicioso. Al contrario, el máximo responsable del área deportiva hizo autocrítica: “Aunque hemos conseguido salvarnos holgadamente, no estamos contentos. Queremos pelear por más y tenemos muchas ganas de que llegue la próxima temporada. Queremos mejorar considerablemente el próximo curso y vamos a trabajar duro para que así sea”.
En esta línea, Michu fue muy claro. “El objetivo siempre es mejorar”, dijo; tanto que le gustaría “ser campeón el año que viene, aunque parezca osado”. Así lo aseveró, aun reconociendo que la Segunda División es una categoría muy dura, en la que solo un equipo, el Almería, entró en el play-off después de descender el pasado verano. Con todo, desde la capital se pone al Mirandés como ejemplo. “Es posible hacer una gran temporada sin uno de los mayores presupuestos de la categoría y tenemos que aspirar a eso. Ojalá podamos poner al club algún día en Primera División”, insistió el gerente del área deportiva del Burgos.
Bajas decididas y adiós de Álex Sancris
Para poder aspirar a tanto, el Burgos CF deberá mostrar hambre, también, en el mercado, uno en el que, de alguna manera, ya se ha posicionado con dos bajas como la de Dani Ojeda o como la de Raúl Navarro. A cambio, en El Plantío querrían seguir contando con Álex Sancris, pero “ha decidido no renovar y todo apunta a que será jugador de Primera División el año que viene”; concretamente, del Getafe, que ya quiso ficharlo en enero.
Según confirmó Michu, ninguno de los jugadores que terminan contrato con el Burgos seguirán, salvo, quizás, Edu Espiau, que cuenta con una propuesta de renovación. Por lo tanto, se marcharán también, salvo giro en los acontecimientos, Tomeu Nadal, Elady Zorrilla y Ghislain Konan, además de los cedidos: Pipa, Quintanilla y Borja Sánchez. “Su rendimiento no ha sido el mejor, pero como el de la plantilla en general”, lamentó Michu, que, aunque analizó caso por caso su bagaje, no quiso cargar tintas contra ninguno.
Otros nombres propios
El director deportivo del Burgos valoró positivamente el crecimiento de futbolistas como David González, que ha acabado la temporada al alza, o de Marcelo Expósito y Mario Cantero, que había llegado el verano pasado con dirección al filial y han tenido cierto protagonismo con el primer plantel. De igual manera, aboga por “intentar que jugadores como Aitor Córdoba sigan aquí hasta el final de su carrera por todo lo que significa para el club”, algo que hizo extensible a Curro Sánchez, Miguel Ángel Atienza o Fer Niño, jugadores “diferenciales”, dijo, “sobre los que tiene que girar el proyecto del Burgos CF”.
El objetivo claro en el mercado del conjunto blanquinegro y su gerencia es “que los jugadores que se quedan mejoren su rendimiento” y “mejorar la plantilla y que se refleje en los resultados”, a fin de acercarse a ese sueño que tienen los ‘Hijos del Frío’ de aspirar a pelear por el ascenso. Con todo, la intención de Michu es tener “una plantilla más corta”, contando los fichajes y a los jugadores a los que pretende renovar y que acabarían contrato en 2026, a los que no quiere “malvender”. Para ello, espera contar con “entre ocho y nueve millones de límite salarial”, dijo.