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Iván Alejo, catorce años después

El canterano será el cuarto jugador de la generación del 95 que jugará con el primer equipo del Real Valladolid tras varios lustros fuera de casa

por Jesús Domínguez
10 de julio de 2025
Alejo

Iván Alejo, en una de las imágenes compartidas por el Real Valladolid

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A Iván Alejo no se le puede negar la tenacidad a la hora de perseguir su sueño. Prácticamente desde el mismo instante en el que se marchó, en un cada vez más lejano 2011, se marcó el objetivo de volver al Real Valladolid. Después de catorce años, y de no pocos intentos, lo ha conseguido; ha conseguido volver a casa, al lugar aquel donde no le dejaron triunfar en su día. A uno que quizás habría abandonado igualmente, porque el talento que atesoraba indicaba que tarde o temprano daría un salto, pero que extrañó mucho, muchísimo, desde entonces.

Los 30 años y muchas experiencias que atesora ahora hacen de él un ‘Ivi’ distinto del adolescente que se fue, del muchacho aquel que con 16 no fue valorado como merecía vaya usted a saber por qué (sí se sabe el quién). Por aquel entonces, hubo alguien que decidió que el División de Honor no era su sitio, que era muy joven, aunque en ocasiones entrenaba incluso con el filial. En un verano fatal, en el que abandonaron también Los Anexos Guille Vallejo y Fernando Calero, acabó en el Atlético de Madrid, donde sí, pronto se vio en el primer escalafón juvenil.

Ha llegado el momento de volver a casa.
Desde que salí por la puerta de los Anexos hace 15 años nunca he dejado de pensar cuándo volvería para vestir la camiseta del primer equipo del Real Valladolid. Muy feliz de estar aquí pic.twitter.com/4RSZdjvgVE

— Ivan Alejo (@ivanalejo7) July 9, 2025

Adolescencia lejos de Pucela

Esa misma temporada en la que se decidió no inscribirle en el Juvenil A y en la que se marchó al Atlético de Madrid, Iván Alejo acabó no solo destacando con el Juvenil B colchonero, sino debutando y marcando goles en División de Honor e, incluso, ejercitándose con el primer equipo. Resultó ser una apuesta fuerte por parte de los rojiblancos el vallisoletano, que emprendió un nuevo rumbo después de rechazar varias ofertas años antes y de hacer lo propio con Villarreal o Anderlecht, que habían llamado también a su puerta al oler la sangre.

El club belga volvería a intentar abordar su fichaje tiempo después, intentando seducirle incluso con un contrato con el primer equipo, aunque Alejo renovaría como colchonero en 2013. En la cantera del Atleti coincidiría -no en el mismo equipo- con Amath Ndiaye, nuevo compañero suyo en el Real Valladolid y otro ’emigrante retornado’ con una historia parecida, la del hijo casi repudiado que vuelve a casa hecho un hombre. Llegó a debutar con el filial en la Segunda División B y, tras cosechar un descenso, se fue, ahora sí, a Villarreal, viejo pretendiente.

Iván Alejo
Iván Alejo, con el juvenil del Atlético de Madrid

Primeros coqueteos para el retorno de Alejo

Como bien refleja Arturo Posada en El Norte de Castilla, Iván Alejo llevaba un lustro fuera de casa cuando sonó por primera vez ‘la canción del verano’. Con Braulio Vázquez como director deportivo, en 2016, se abrió una posibilidad para que volviera, aunque finalmente no pudo ser. Meses más tarde, en ese mismo año, viajaría por primera vez como visitante en Zorrilla, ese estadio al que acudía cada vez que podía, en las filas de Alcorcón. No debutó, sin embargo: para pisar el césped tuvo que esperar hasta la temporada de la pandemia; hasta 2021.

Por el camino, en declaraciones en aquel 2016 a Blanquivioletas reconocía que jugar en casa sería “especial”, tal y como ha expresado con posterioridad. Tras aquel amago, a Braulio lo sustituyó Miguel Ángel Gómez, a este lo hizo después Fran Sánchez y a él lo haría Domingo Catoira. Y con todos tuvo opciones de volver, más o menos próximas. La más cercana se produjo el verano de 2021, cuando llegó a tener las maletas hechas y le informaron del portazo cuando ya se había despedido del Cádiz; hay quien dice que mientras repostaba en una gasolinera de camino a Pucela.

Iván Alejo
Iván Alejo, en su etapa en el Cádiz

Innumerables muestras de amor

Perfectamente estas líneas podrían ir alternándose con tuits y declaraciones mostrando el amor de Iván Alejo al Real Valladolid. Desde aquella declaración que aprovechó el propio club en 2013 hasta el mensaje de ánimo más reciente, después del descenso a LaLiga Hypermotion, son innumerables las muestras de afecto. Sucede que con eso no basta, que a veces querer no es suficiente, y por eso, aunque siempre quiso, hasta este verano no había podido.

Alcanzada la treintena, y a pesar de las etiquetas que pueda recibir por su carácter, que vuelva añade sentido de pertenencia a un vestuario -hace poco- desarraigado (y más, con el adiós de Anuar), con infinidad de problemas internos más allá de los que tenía en lo futbolístico. En este plano, su encaje deportivo puede debatirse, si bien su capacidad de replicar esfuerzos parece encajar en lo que quiere Guillermo Almada. En lo demás, en el carácter incluso, es de esperar que haya suya aquella frase de Diego Pablo Simeone: “A morir, los míos mueren”.

Iván Alejo
Iván Alejo | Foto: Real Valladolid

Cuarto integrante de la G95 en el primer equipo

No en vano, Iván Alejo sabe perfectamente lo que significa el escudo que va a defender, por mucho que haya estado años sin vestirlo como futbolista. A Los Anexos llegó siendo un crío desde el CD Parquesol, vivero del Real Valladolid de las últimas décadas, y no ha habido una sola vez que no haya mostrado respeto por él (algo que, lastimosamente, hay quien no puede presumir de hacerlo ni habiendo estado en su primer equipo durante años).

Su retorno, suena a tópico, es el del hijo pródigo, pero es que lo es de verdad. Con su fichaje, se convertirá en el cuarto jugador nacido en 1995 y brotado de la cantera del Pucela que llega al primer equipo -aun con todos los devaneos citados-, después de que lo hicieran Fernando Calero, Anuar Tuhami y Toni Villa. Vuelve a casa, por lo tanto, el último representante de una generación histórica, que acompañará ahora a otros que persiguen su mismo sueño: honrar al Real Valladolid y defenderlo en los mejores escenarios; en esa Primera División que han de buscar.

Alejo
Iván Alejo, abajo a la derecha, compartiendo equipo con Anuar (arriba; tercero por la izquierda) y Calero (abajo; quinto por la izquierda)
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