Si alguna vez has llegado a casa sin ganas de cocinar, pero con hambre de algo rico y reconfortante, esta receta de huevos gratinados es justo lo que necesitas. Y es que no solo está lista en menos de 15 minutos, sino que se hace sin necesidad de horno, sin técnicas imposibles y sin ingredientes exóticos o que rara vez se encuentran en nuestra cocina; porque con una sartén o una fuente apta para el microondas es más que suficiente para que, en un cuarto de hora, tengas un plato riquísimo y listo para comer.
Los huevos gratinados se han convertido en esa receta de rescate que nunca falla, ya que solo cuenta con cuatro ingredientes básicos y muchas posibilidades para que tú la personalices añadiéndole algún extra, por lo que son la opción perfecta para una cena rápida, sabrosa y, además, nutritiva. Lo mejor de todo es que no hace falta ser chef ni tener la nevera llena, solo ganas de comer bien sin complicarse la vida o sin estresarse porque un paso sea complicado para nosotros.
Cómo hacer unos huevos gratinados en nada de tiempo
Para hacer esta receta de huevos gratinados solo vas a necesitar huevos (obviamente), salsa de tomate (ya sea casera o de bote), un chorrito de nata para cocinar y un poco de queso rallado; aunque como ya te hemos adelantado al principio de este artículo, a partir de aquí, puedes ir añadiéndole más ingredientes, tales como orégano, un toque de pimienta negra, un poco de albahaca fresca o incluso unas espinacas salteadas o champiñones si quieres hacer un plato aún más completo.
Pero no solo es fácil encontrar los ingredientes que hemos dicho en tu nevera, ya que la preparación es tan básica que cualquiera puede seguir los pasos. Lo único que debes hacer es engrasar un recipiente, colocar la salsa de tomate, cascar con cuidado los huevos, añadir un poco de nata sobre cada uno de ellos y cubrir con mucho queso (al gusto de cada uno).
Si quieres prepararlo al horno, solo tendrás que gratinar el plato unos 10 o 12 minutos a 200 ºC hasta que el queso este doradito y la clara se haya cuajado; mientras que su prefieres otra forma porque te da pereza encender el horno, puedes hacerlo al microondas ajustando los tiempos hasta que la textura esté a tu gusto.
Y aquí viene uno de los secretos, porque el gratinado no tiene por qué ser solo queso, pudiendo probar a espolvorear un poco de pan rallado para conseguir un toque crujiente, o añadir jamón cocido o restos de pollo desmenuzado.
Una cena sencilla que conquista por su sabor y su versatilidad
Además de rápidos y y muy ricos, los huevos gratinados tienen otra ventaja, y es que son muy nutritivos al aportarnos proteínas de calidad, grasas saludables (si eliges bien los ingredientes) y, si los acompañas con una ensalada o algo de pan integral, tienes una cena completa sin apenas esfuerzo. La verdad es que son ideales para quienes quieren comer bien sin tirar de comida procesada porque no tengan casi tiempo, y también para quienes necesitan una receta resultona para improvisar cuando vienen amigos o familiares por sorpresa.
Otro de los puntos fuertes es que podemos hacer este plato para varias personas o, incluso, como una comida individual, además de que si quieres mejorar la presentación, lo único que tienes que hacer es seguir la receta, pero en un recipiente algo más cuco, como un recipiente de barro, y servirlo ahí directamente. Además de quedar muy bien, de esta forma cada persona va a tener su ración perfectamente dividida y preparada directamente desde el horno a la mesa.