Hubo un tiempo en el que recibir una llamada de una selección nacional, además de ser un motivo de alegría, era algo puntual en la cantera del Real Valladolid. Donde ahora se vive un momento que podría ser llamado de internacionalización, no había más que deseos, casi ni siquiera esperanzas, hace pocos años. En esos tiempos que ahora se podrían denominar oscuros hubo excepciones, porque, a decir verdad, alguna excepción confirmaba la norma. Sergo Asenjo, Esteban Griñón, Víctor Mongil, Carlos Lázaro, Anuar Tuhami, Quique González, Nacho Pérez, Sergio García…
Si uno tira de hemeroteca, se encuentra unos cuantos convocados en los primeros años del siglo. También en otros más recientes, en los que los Altube, Apa, David Mayoral o Miguel de la Fuente acudían también a los llamados. Vamos, que la cantera del Real Valladolid ha tenido siempre algún caso. No eran, sin embargo, tantos como en los últimos años, puesto que en el último lustro el número de citaciones ha aumentado. Tanto es así que en las tres temporadas que nos preceden han superado la veintena, algo que Víctor Orta ensalzó a su llegada.

España y el producto local
A decir verdad, siempre ha sido así, pero una de las mejores noticias de esta internacionalización es que desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas se ve con buenos ojos el producto local. Así, cabe recordar que Aceves y Torres han llegado a lo más alto del escalafón de las categorías inferiores, la selección sub-21, aunque también que hay otros casos de jugadores de la cantera que han sido llamados de manera reiterada, con diferentes combinados nacionales, como ha sucedido con Garri o Arnu. Al lateral, le descabalgaron las lesiones de ahí, mientras que al delantero se le espera en la próxima sub-19.
El último en asomar, y con cierta continuidad, fue Miguel Redondo, internacional sub-14 y sub-15. Hay otros como Koke, David Sanz, Galde, Maroto o Pascu que fueron, aunque no se consolidaron, como Víctor Jr antes de partir al Levante, o incluso Chuki. Aunque fuera con posterioridad, ya en las filas del Real Madrid, incluso se podría mencionar entre el talento de Valladolid y alrededores a Mateo Garrido, con permiso de Redondo, el más joven de todos, y como otros, central, una posición en la que el cuerpo técnico de la selección se ha fijado mucho en Los Anexos estos últimos años.

Otro tipo de internacionalización
A la lista de jugadores anteriores cabe añadir otros que o bien fueron internacionales tras ser captados en edad formativa desde otros clubes o que bien fueron convocados por otros países. Hay uno, incluso, que forma parte de ambas subcategorías, Slavy, que cambió a España por Bulgaria al percibir que su techo con ‘La Rojita’ era la sub-18, último escalón con el que fue antes de la lesión (luego iría con la sub-21 eslava). Hay otros dos casos de jugadores de la cantera convocados por España sin ser de Valladolid: Iván Fresneda y Juan Carlos Murcia; este último, integrante de unos entrenamientos de la sub-18 con Galde en agosto de 2024, recién fichado.
Asimismo, ha habido varios jugadores con origen local y convocados por otros países, como Seydou Fall y Santi González, que fueron con las inferiores de Mauritania y Venezuela, mientras que Pablo López fue con Gales tras llegar desde su Madrid natal. Enrique Peña, convocado con Perú, Thiago Lugano, con Uruguay, o Mokha, con Kazajistán, amplían una lista a la que pertenece también Alani, quien volvió de Nigeria antes de llegar a jugar la Copa Africana de Naciones sub-20, pero sí fue convocado. Ese retorno, cabe recordar, terminó propiciando que en las últimas jornadas del último campeonato liguero debutase en Primera División.
El último paso: ¿Real o en falso?
No se puede ocultar, sin embargo, que esta internacionalización no ha terminado de ser fructífera del todo, o no en todos los casos, y menos si se analizan los últimos supuestos, puesto que solamente Alani sigue vistiendo la camiseta blanquivioleta. Claro, que lo normal es eso, que la élite no lo alcancen todos… Así, frente a todos los casos de futbolistas que ya no siguen en la estructura de cantera o que no han alcanzado el primer equipo del Real Valladolid, hay otros que, como poco, han asomado, como los cinco juveniles que tuvieron minutos en el tramo final de la temporada pasada.
Por más internacionales que haya dado la cantera, ahí es donde radica el verdadero reto del Real Valladolid y de esos futbolistas: en llegar al primer equipo, pero no solo eso, sino también, y sobre todo, en consolidarse en él. Esa puerta ahora está abierta; Víctor Orta y Guillermo Almada la han abierto de par en par a través de ese ’19+6′ que han de tratar de aprovechar todos, canteranos y club. No en vano, la internacionalización y un debut no son la meta final: son una muesca, una que brilla y hace brillar a la cantera, aunque para durar y perdurar en la memoria del Real Valladolid y de su gente hace falta más que eso…
 
			
