En el marco de su centenario, el gigante Colo‑Colo encara esta semana un compromiso particular ante un equipo lleno de historia como el Real Valladolid. Dos partidos amistosos ante el Pucela programados para el 23 y 26 de julio que servirán a los de Almada para insistir en su idea y poner a punto a los suyos, pero que puede ser un dolor de cabeza para el técnico del equipo chileno.
Más allá de la ceremonia y de la importancia de los actos por los cien años del club, Jorge Almirón ha desvelado su intención de reservar a los titulares y apostar por el fondo de armario del club, nutrido con futbolistas de proyección y juveniles, ante el Pucela de Almada. La doble jornada, en Viña del Mar y Santiago de Chile, se plantea como una plataforma para poner a prueba caras nuevas, medir alternativas y refrescar la plantilla antes del crucial duelo por liga ante O’Higgins, apenas 24 horas después del segundo amistoso.
Los resultados en el torneo chileno no acompañan a los albos. Tras una notable recuperación en el Torneo Clausura de abril, la segunda vuelta ha devuelto dudas: la caída en Copa Libertadores y la mala racha de resultados han encendido alarmas en el Monumental. Son séptimos en la tabla, con apenas cuatro victorias en las últimas ocho jornadas. Un contexto obliga a priorizar los duelos de liga, mirar hacia adentro y oxigenar el grupo, clave para entender por qué Almirón descarta a los habituales y activa a los menos habituales.
Oportunidad para los menos habituales
En la rueda de prensa previa, el propio técnico dejó clara su postura, confirmando que estos dos duelos no son amistosos al uso, sino un compromiso de club por el centenario, donde aparecerán “jugadores que han tenido poca participación que tendrán la chance de mostrarse”. Jorge Almirón señaló que la cercanía del partido contra O’Higgins, un duelo de liga que puede definir su continuidad, exige prudencia y una planificación que evite sorpresas físicas.
Es por eso que cabe esperar que el Real Valladolid se encuentre un Colo-Colo muy renovado. “Para el sábado trabajaremos con jugadores de proyección y juventud”, explicó el entrenador argentino. Su estrategia responde a una doble finalidad: cuidar a la columna vertebral del equipo en cuanto a minutos y, al mismo tiempo, valorar a futbolistas que han esperado su oportunidad.
Entre esos nombres figura un grupo de jugadores que han tenido pocos minutos en la primera parte del año, como Emiliano Amor, Óscar Opazo, Jonathan Villagra o Tomás Alarcón. Jugadores que han entrado en rotación pero que podrían beneficiarse mucho de estos dos duelos ante el Valladolid para crecer en su sintonía con el míster. Almirón quiere extraer información sobre su respuesta en un partido serio, sin presión por un resultado, pero con intensidad suficiente para generar conclusiones.
Un marco perfecto para los juveniles
En paralelo a esa oportunidad para mejorar prestaciones de futbolistas con menos foco, hay varios juveniles con buena proyección listos para debutar y ayudar a los objetivos de Colo-Colo. El más destacado es Leandro Hernández, citado recientemente por el seleccionador chileno sub‑20 y definido por el propio Almirón como “un chico que está volando” en los entrenamientos del club. Algunos de los otros promocionados podrían ser Sebas Vega o Cristian Alarcón, también mencionados en los planes de Almirón para el futuro, ambos trabajando recientemente con el primer equipo. Todos podrían recibir minutos en ambos compromisos, en un gesto evidente de apuesta por el futuro.
La idea de Almirón es clara con respecto a los duelos: “Es una gran ventana para evaluar a los jóvenes y complementar con jugadores consolidados, pero a los que les falta roce”. Más que un gesto, la gira del Valladolid por Chile se convierte para el Colo-Colo en una prueba para evaluar variables tácticas, ampliar rotaciones y activar un grupo que pueda demostrar mayor apetito y compromiso para mejorar un año con demasiadas dudas.
Un rival de garantías
Más allá de la mala temporada 24/25 del Real Valladolid, la oportunidad de Colo-Colo de medirse en estas circunstancias ante un rival europeo de Segunda División es una oportunidad clara en este momento de la temporada. Pero será para ambos que estos dos partidos puedan servir como laboratorio, donde la presión, transición, salida y capacidad de gestión que quiere implementar Almada pueda ser evaluada ante un equipo en mitad de campaña, con las exigencias que eso conlleva.
Para muchos de sus jugadores menos habituales o emergentes, es la ocasión para demostrar que pueden competir de igual a igual contra rivales estructurados, seriamente organizados y bajo metodología extranjera, además de promocionar jugadores que, además de no haberse medido nunca ante un rival europeo, pueden llamar la atención de Almirón para el resto de la temporada.
En definitiva, la alineación que saldrá al campo tendrá muchas caras nuevas que no corresponderán al once de gala de Colo-Colo, pero no será una señal de debilidad, sino de oportunidad de probar cosas nuevas y de dar aire a quienes deberán jugárselo todo en competición regular. Una apuesta clara para cuidar a los habituales y dar presencia y apretar las tuercas de los menos regulares o acelerar con los más jóvenes. En medio de un torneo clave, el centenario de Colo-Colo se disfrutará con rostros y piernas frescas.