Hacer ejercicio no tiene porque significar caer extenuado de cansancio o sudar la gota gorda con prácticas súper exigentes. El ejercicio se define como el movimiento corporal planificado, estructurado y repetitivo que ayuda a las personas a ponerse en forma y mantenerse sanos. La actividad física es clave en el desarrollo humano y afecta de lleno a la salud, previniendo problemas asociados o mejorando aspectos como la elasticidad, la resistencia o la respiración.
El abanico es amplio y es que según los expertos, practicar cualquier tipo de deporte ayuda a mejorar tanto física como mentalmente. Enfermedades como la hipertensión, la diabetes o la artritis pueden atenuarse con ejercicio físico; mientras que también es tremendamente beneficioso para la salud mental. Diferentes investigaciones han demostrado que la depresión y la ansiedad se pueden combatir con actividad física.
Aunque odies el ejercicio intenso, existen otras alternativas menos agresivas que por ejemplo el crossfit o los maratones y que pueden ser perfectas paraa tus necesidades.
Esta es la alternativa para los que no quieren ejercicios intensos
Una grandísima opción para ejercitarse es caminar. Un actividad sencilla y efectiva para mantenerse activo. Paso tras paso el cuerpo va moviéndose haciendo trabajar de forma regular y equilibrada a corazón y pulmones. Esto provoca entre otras cosas que se reduzca el riesgo de enfermedades cardíacas.
Podría parecer que caminar no es suficiente para sentir que nos estamos cuidando, pero todo lo contrario. Pasear a paso ligero es una alternativa ideal para quienes no están preparados o simplemente no quieren realizar un entrenamiento más exigente. Es un tipo de actividad física que no necesita ningún material y que además puede practicarse en cualquier momento, en cualquier lugar y solo o acompañado. Si decides practicarlo con otras personas entrará en juego el factor de socializar y compartir, imprescindible para relacionarte y cuidar tu salud mental.
Además, es terapéutico. Es un movimiento agradable que pone en funcionamiento al cuerpo entero. Desde el braceo hasta las zancadas. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son al menos 30 minutos de caminata diarios para reforzar las defensas, el sistema cardiovascular y la presión arterial.
Los beneficios de caminar diariamente
Adoptar la costumbre de salir a andar un rato cada día puede cambiarte la vida, especialmente tu salud. Siempre con una ropa apropiada y un calzado destinado a ello, caminar va a provocarte una gran lista de beneficios en tu organismo: mejorará tu circulación sanguínea, reducirás tu colesterol malo (LDL) y la tensión arterial se equilibrará. Y eso no es todo, previene accidentes cardiovasculares y mejora tu digestión.
Una vez que se haya conseguido una rutina, también se empezarán a ver resultados en el aspecto físico externo. Aumentarán las posibilidades de bajar el contorno y la grasa abdominal y reducirás el peso si lo acompañas de una nutrición equilibrada. Este ejercicio de impacto bajo también ayudará a fortalecer los músculos de las extremidades inferiores y de la espalda y disminuirá considerablemente el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Si prolongas la duración de las caminatas, se pueden conseguir también mejoras en la salud ósea. En relación a la salud mental, multitud de estudios han demostrado que andar afecta positivamente al estado de ánimo puesto que se liberan endorfinas que activan diferentes zonas cerebrales.
En definitiva, el ejercicio y la actividad física mejora el estado de ánimo, proporciona energía y mejora la calidad del sueño de aquellos que lo practican. El deporte es una pieza fundamental en el día a día y lo mejor de todo es que es apto para todos los públicos y condiciones físicas. No lo dudes, ya sea de una forma u otra, muévete y pon tu cuerpo a trabajar, tu salud te lo agradecerá.
