El Atlético Tordesillas tiene un sueño: disputar la eliminatoria de Copa del Rey que jugará esta temporada en Las Salinas. Y puede ser que lo haga; está trabajando para que así sea. El siguiente paso dado en esta línea ha sido la recepción de una expedición de la Real Federación Española de Fútbol para comprobar el estado del feudo en el que los rojiblancos juegan. Esta visita de la RFEF se produjo este viernes, y de ella saldrá un informe realizado por parte de la responsable que estuvo en la Villa del Tratado en la que se incluirán las mejoras necesarias para que el Torde juegue la Copa en casa.
Porque el club, como el Ayuntamiento, sabe que hay que acometer mejoras. Y en ello están. Después de que hace unas semanas una campaña en redes sociales ‘bombardeara’ al Consistorio emplazándole a defender ese derecho adquirido en el terreno de juego por parte del conjunto rojiblanco, Miguel Ángel Oliveira, alcalde de la localidad, se ha involucrado personalmente en una cuestión que, como no puede ser de otra manera, mantiene en vilo a todo Tordesillas. El primer edil, de hecho, ha estado en la recepción a la RFEF y ha escuchado en primera persona algunas de las necesidades que tiene Las Salinas.
Objetivo número 1, jugar en Tordesillas
El club atlético tiene clarísimo ese objetivo de jugar en Tordesillas, como parece tenerlo también el Ayuntamiento, que en un comunicado publicado el 9 de julio explicó que había mantenido conversaciones “con el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Astorga, que vivió una situación similar la pasada temporada”. En esta línea, ya se están acometiendo avances como en el mantenimiento y mejora del césped por parte de una empresa que realiza las mismas labores en otros campos de la cercanos y “contratada directamente por el Consistorio”.
Pero faltan más cosas. Una de ellas, aparentemente tan imprevista o poco valorada como el asfaltado de la zona perimetral del campo, una petición que ha elevado la entidad y que adecentaría esta zona del campo; primero, de cara a la vista, pero también para poder dar otro paso, como es la instalación, en partidos del calado del que se espera y se desea que sea el de Copa del Rey, de gradas portátiles que puedan aumentar la capacidad de Las Salinas y aumentar la confortabilidad. Asimismo, y de cara a ese eventual encuentro copero, la RFEF ha señalado a primera vista otras cuestiones como la mejora de la iluminación o de la zona habilitada de prensa.
Buena sintonía entre Atlético Tordesillas y Ayuntamiento
Aunque el ruido generado a través de redes sociales se hiciera notar, el Atlético Tordesillas y el Ayuntamiento de la localidad mantienen “unas buenas relaciones y una buena sintonía”, reconoce Marcos Pérez, vicepresidente del club. La sensibilidad y empatía que tienen las dos partes no es óbice para que el Torde reclame al equipo de gobierno que adecente Las Salinas, un estadio que tiene una mística especial, pero que tiene obsoleto parte de su equipamiento, que requiere de obras e inversión. Algunas están en marcha, pero en otras hay que avanzar, y pronto.
“La Copa del Rey va a ser histórica para todos”, defiende el vicepresidente, que cuenta que estos días se han pintado las vallas que delimitan el campo, se han hecho una serie de tratamientos al césped que continuarán en los próximos días… “Nuestra intención es jugar aquí, nos toque el rival que nos toque”, defiende el directivo, que sabe que están ante una oportunidad única. No es, sin embargo, un hecho aislado: algunas de las cosas que se pueden hacer pueden ser aprovechadas para otros eventos o entidades como para Motauros si, de repente, el aparcamiento se asfalta y se convierte en un disuasorio.
“En el Ayuntamiento son conscientes de lo que tienen que hacer”, insiste Marcos Pérez, lanzando la pelota al tejado del equipo de gobierno de Miguel Ángel Oliveira. El regidor está en el ecuador de su segundo mandato y tiene una oportunidad de oro de acompañar la trascendencia adquirida por el Atlético Tordesillas durante estos últimos años, en los que ha acariciado el ascenso a Segunda RFEF. De tomar, afrontar, de una vez por todas, los hechos necesarios que dejen atrás las buenas palabras que en Las Salinas se vienen escuchando desde hace más de una década.
“Asfaltar el perímetro solo ya sería muchísimo. Ya no crecería maleza en la zona, si tienes que poner las gradas las pones sobre suelo firme, la imagen sería otra… Una vez tengas eso, se puede ir pensando en hacer una pequeña grada…”, reseña Marcos Pérez, que pone, precisamente, el campo del Atlético Astorga, en el que el Ayuntamiento se ha fijado, como ejemplo. Y estas peticiones no son caprichos del Tordesillas: son cosas que requiere la subida de nivel de un club que reúne a centenares de personas cada fin de semana en Las Salinas, merced a sus 300 licencias y no solo a partidos del primer equipo, sino también a los de cantera.
Zorrilla, ¿alternativa?
“Y si no es en Las Salinas, ¿qué?”, es la pregunta que se puede hacer toda la afición de Tordesillas. Lo que cabe pensar es que el estadio José Zorrilla sería una alternativa, con la que la eliminatoria se quedaría dentro de la provincia, pero aquella invitación realizada a los abonados del Real Valladolid no gustó a ciertas personas de las oficinas y habría que ver si está el Pucela por la labor -que debería, teniendo en cuenta la defensa que ha hecho recientemente de lo suyo, y Tordesillas lo es-. La Nueva Balastera o el Ruta de la Plata serían otras opciones.