En estos días de tremendo calor, cuando nuestras casas son casi una sauna y tenemos a todo trapo el ventilador o el aire acondicionado, hay una serie de recomendaciones que podemos seguir para intentar mitigar un poco el efecto del verano en nuestros hogares, y es que a partir de las 11 de la mañana, lo que debemos hacer es cerrar las ventanas y bajar las persianas. Esto se debe a que justo a esa hora es cuando el calor empieza a arreciar, por lo que si no has bloqueado la entrada del sol en casa, es muy probable que la temperatura que hay dentro de la misma suba sin control.
Y no, no se trata de vivir a oscuras ni de renunciar a la ventilación natural, sino que esta manera de actuar es una estrategia frente al calor, entendiendo cómo se comporta la temperatura según las horas del día y cómo evitar que entre de lleno por cristales y rendijas cuando el sol está en lo más alto. De hecho, muchas familias que no cuentan con aire acondicionado o que quieren reducir su uso han hecho de este hábito su mejor aliado, algo que no es un mero truco salido de internet, sino que muchos expertos ya han confirmado que de verdad funciona.
Por qué cerrar las ventanas y bajar las persianas nos ayuda a defendernos mejor del calor en verano
Durante las primeras horas de la mañana, cuando el aire aún está fresco, conviene ventilar bien las estancias; pero en cuanto el sol empieza a calentar con fuerza, algo que suele ocurrir a partir de las 11 o incluso antes en las zonas más cálidas, dejar las ventanas abiertas puede convertirse en un error. Lo que consigues no es ventilar, sino dejar entrar el calor, que poco a poco se va acumulando y puede elevar la temperatura interior hasta niveles difíciles de soportar.
Las persianas, por su parte, actúan como una especie de escudo térmico, por lo que al bajarlas reduces considerablemente la radiación solar que incide sobre los cristales y evitas el conocido “efecto invernadero” que convierte muchas viviendas en hornos en cuestión de minutos. Y si además cuentas con cortinas térmicas o toldos, el efecto se multiplica.
Los expertos en climatización, como los del equipo técnico de Climalic, insisten en que estas medidas sencillas ayudan no solo a mantener un ambiente más fresco, sino también a reducir el uso del aire acondicionado. Y eso, en tiempos de subidas en la factura de la luz, la verdad es que se ha vuelto imprescindible en muchos hogares de nuestro país.
Cómo los pequeños cambios nos pueden ayudar a sobrevivir al calor del verano
Lo cierto es que este verano de 2025 nos ha dado (y menos mal) alguna que otra tregua, aunque es bastante obvio que hemos sufrido picos de calor muy intensos y unas temperaturas altas que ni siquiera nos han dado de tregua por las noches, por lo que cada gesto que hagamos para mitigar esto, por pequeño que sea, es siempre bienvenido. Pero no solo podemos seguir la recomendación de bajar las persianas y cerrar las ventanas, ya que otros trucos que podemos aplicar en nuestros hogares para, no solo, no pasar tanto calor, sino para mantener a raya la temperatura de nuestra casa y, con ello, la factura de la luz.
Un ejemplo de ello es evitar cocinar durante las horas centrales del día, ya que, como es lógico, los fogones y el horno desprenden calor y lo añaden al ambiente. Además, podemos optar por luces LED, las cuales apenas generan temperatura, o por apagar los electrodomésticos o aparatos electrónicos que no estemos usando. Otra cosa que podemos hacer es colocar nuestros ventiladores en lugares estratégicos y no de forma aleatoria, ya que de este modo el aire fresco se distribuirá de un modo más adecuado por toda nuestra casa.
 
			