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El Valladolid se nutre de la conexión con Latasa

El gol marcado en el pasado amistoso por Latasa ante el Burgos refuerza la idea de que el perfil de delantero del Pucela necesita más balones al área

por Miguel Ruiz
12 de agosto de 2025
Latasa Valladolid

Latasa, en el calentamiento | Foto: Real Valladolid

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El amistoso que el Real Valladolid empatado a dos contra el Burgos dejó una primera parte plana y un segundo acto que, aunque tampoco brillante, sí ofreció pistas claras de lo que necesita este equipo para generar algo de peligro real con los jugadores que actualmente tiene y con esta realidad sistémica que apuesta por bandas y escaso juego interior entre líneas.

Durante los primeros 45 minutos, el equipo de Guillermo Almada apenas encontró la forma de conectar con sus delanteros, en una realidad compleja que se ha dado durante toda la pretemporada y que parece un mal arrastrado de la temporada pasada. La presencia de dos puntas, una ventaja sobre el papel, no se tradujo en ocasiones claras porque no hubo suministro de balones con ventaja ni desde el centro ni desde las bandas. En esa falta de profundidad se abusó del juego horizontal y los escasos movimientos de ruptura quedaron sin respuesta de manera preocupante. La línea ofensiva se movía, pero el balón no llegaba.

Una segunda parte del Valladolid para tomar notas

Fue tras el descanso, con ciertos ajustes en las piezas y en la identidad, cuando el escenario del Pucela cambió. Más allá de la mejoría de todo el equipo, especialmente por el orden generado por el paso adelante en defensa, el gol de Latasa fue la demostración de que, cuando se activa la banda y se busca al delantero de referencia, las ocasiones suelen aparecer.

Latasa Valladolid
Latasa, en el partido ante el Burgos | Foto: Real Valladolid

La jugada nació por la izquierda, con Biuk llevando el balón con calma y eligiendo el momento de jugar hacia dentro. Xavi Moreno recogió la pelota, levantó la cabeza y abrió hacia la derecha, donde Iván Alejo, recién incorporado, recibió en ventaja. Sin precipitarse, puso un centro medido que Meseguer remató obligando a Cantero a una gran parada; el rechace quedó en el área pequeña y Latasa, en el lugar y el momento exactos, solo tuvo que empujarla.

Un gol de rechaces, bebiendo de la dificultad de la primera parada y construido con intención de generar desconcierto en el área, con muchos jugadores al remate y con la capacidad para unir la circulación horizontal en la frontal para cambiar de banda y dársela a un especialista para centrar. Una jugada de fuera hacia dentro, y con la participación decisiva de un extremo que entiende el tiempo y la dirección del envío para poner el peligro en el área rival.

Latasa, el delantero que debe abandonar la isla

Juanmi Latasa es un delantero que vive de los balones que recibe en el área. Es un jugador que sabe fijar centrales, atacar espacios cortos y rematar con pocos toques, pero si no tiene suministro se convierte en una figura aislada que apenas tiene capacidad para crearse sus propias ocasiones. Durante buena parte del encuentro estuvo desconectado del juego y obligado a bajar demasiado para tocar la pelota.

Latasa Valladolid
Latasa, en un partido de la 24/25 | Foto: LaLiga

Fue precisamente la entrada de Iván Alejo la que cambió a menudo ese panorama, siendo un extremo que, por derecha, siempre va a pensar más en receptores en el área para un envío directo que en jugar por dentro. Algo que no es nuevo para potenciar a un jugador como Latasa, que ya había marcado ante Colo-Colo un gol a pase de Garri con esa misma premisa de buscar rematador en el área. Una pista que el Valladolid no debe desechar cuando opte por esa fórmula y no tenga esa pieza entre líneas para buscar huecos.

El vallisoletano aportó lo que hasta entonces faltaba: profundidad y precisión desde la banda. Su capacidad para ganar línea de fondo o centrar desde posiciones adelantadas obligó al Burgos a ajustar su defensa y abrió la posibilidad de que el nueve recibiera balones francos con un Valladolid, además, mejor colocado sobre el césped. El partido deja una conclusión evidente, pues los dos puntas, o incluso uno solo, solo serán efectivos si reciben balones de calidad en zonas de remate.

La circulación interior y la posesión son muy importantes y para potenciarla hay que tomar decisiones sobre el sistema utilizado. Más allá de que haya o no un eslabón que rompa por fuera y ponga envíos precisos, el ataque de este Valladolid pierde filo si no tiene balones que llevar a la red. El gol de Latasa no fue el mejor del delantero madrileño, pero sí da una pista clara de la secuencia bien armada que necesitará este Valladolid para crecer esta temporada. Una imagen que el equipo debe pulir, perfeccionar, para que su juego ofensivo tenga continuidad y no dependa de estos chispazos puntuales.

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