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Meseguer, pieza entre dos mundos

El mediocentro murciano, que el año pasado estuvo cedido en Santander, sorprendió en la base de la jugada ante el Ceuta

por Miguel Ruiz
20 de agosto de 2025
Meseguer

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Víctor Meseguer fue, si no la mayor, una de las grandes sorpresas del partido contra el Ceuta. Guillermo Almada tenía guardado un as bajo la manga para la composición de un centro del campo inédito hasta ese momento en un once inicial y, por ello, su presencia junto a Juric en un doble pivote habituado ya a la inclusión de Alani chocó en los minutos previos al comienzo de la primera jornada de LaLiga Hypermotion.

Algo que, Meseguer, se encargó de disipar en pocos minutos ante la AD Ceuta. Con el comienzo del partido, el centrocampista alejó la duda para entender la idea de un Almada que quiso abrir, precisamente con la llegada de la competición regular, las opciones creativas de un mediocampo demasiado rocoso en pretemporada. Fijando a Juric como contención en la base de la jugada, Meseguer sirvió de puente entre el equilibrio del 1-4-2-3-1 en su doble pivote, con la capacidad de proyectarse a nivel asociativo hacia campo rival.

Meseguer
Meseguer, ante el Bristol con el Real Valladolid | Foto: Real Valladolid

Meseguer en un doble pivote inesperado

Vuelta a los orígenes de un Víctor Meseguer al que el Racing de Santander devolvió a su posición y que, por lo que parece, Almada sigue considerando una pieza válida para la base de juego. Comprendiendo que su inclusión perseguía esa voluntad de tejer un camino entre la base de la jugada, la fase de construcción y el ataque, Meseguer no desprecia lo aprendido en etapas cercanas y resiste en la alineación del Real Valladolid gracias a la mezcla de todo ese aprendizaje.

Hay que entender que la conversión de Meseguer ya fue muy sorprendente en la 23/24. En un Valladolid a los mandos de Pezzolano, tras descender ese mismo verano a Segunda y llegar como apuesta para la base de la jugada al equipo pucelano. Y sí, Meseguer llegó para ser mediocentro, pero acabó siendo clave lejos de un rol que le vio crecer como futbolista y que Pezzolano reinventó acercándolo al área y animándolo a atacar el espacio.

La mezcolanza entre ese jugador de perfil estabilizador con la capacidad para leer espacios, jugar entre líneas y buscar el pase progresivo ha convertido a Meseguer en una opción válida para que Almada pueda disponer de él en el doble pivote. En el partido ante el Ceuta, Víctor Meseguer supo ser esa pieza intermedia en los 76 minutos que estuvo sobre el césped de Zorrilla. En ese tiempo, 3/5 pases buenos en largo, un 61% de éxito en el pase, un disparo a portería y un 50% de éxito en los duelos. Sin ser estadísticas muy destacadas, cumplió bien con una función inesperada.

Feliz vuelta tras las dudas

No fue una etapa especialmente relevante la de Santander, a pesar de que sí tuvo oportunidad para intentar hacerse un hueco en El Sardinero. La falta del condicionante del ascenso de los de José Alberto, además, le devolvía a Valladolid con 817 minutos en 19 partidos, siendo titular con la camiseta del Racing en solo ocho ocasiones.

Meseguer Valladolid
Meseguer, en su primera etapa en el Valladolid | Foto: Real Valladolid

Su vuelta, aunque esperada, alimentó las dudas sobre la viabilidad como pieza dentro de la idea de Almada, así como su capacidad para entrar de nuevo en dinámica en el Pucela. Cabe recordar que, tras su llegada a Valladolid procedente del Granada, la experiencia del murciano se limitaba al oficio de mediocentro clásico, casi un pivote posicional, con capacidad para mirar el juego desde la base y organizar al equipo en ese primer pase. Pezzolano, en la temporada del ascenso a Primera, en la 23/24, decidió potenciar ese perfil más valiente, que le permitió visitar zonas de ataque y lograr nueve goles y cuatro asistencias.

En Santander, su rol bebió de su trayectoria de base. Como mediocentro en los planes del técnico racinguista, el futbolista de 26 años nacido en Murcia entró como perfil mixto en esa base de juego del siempre recurrente 1-4-2-3-1 del Racing. Un perfil nada alejado del escenario visto ante el Ceuta y en el que Almada confió en sus habilidades para sustituir a un Alani que dejó buenas sensaciones en pretemporada pero que, al menos Almada, no ve preparado aún para debutar en Segunda División.

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