En pleno verano y con temperaturas asfixiantes en gran parte de España, lo que más apetece para refrescarse es la playa o la piscina. El primer caso es libre para cualquier persona, sin embargo en ocasiones las costas están tan masificadas de bañistas que la experiencia de disfrutar del mar y la arena se convierte rápidamente en una pesadilla.
Por eso, la opción de un día de chapuzones lejos de la playa va cogiendo fuerza. Si cuentas con una vivienda que tenga piscina privada o de la comunidad no tendrás ningún problema para disfrutar de este plan, no obstante existen otras alternativas para poder hacerlo si no tienes esa suerte. Las piscinas municipales podrían ser otra alternativa… ¿pero por qué no alquilar para ti y tus amigos o familia una privada?
De esta forma podrás darte un baño lleno de calma y privacidad. Una moda que es muy sencilla: eliges una piscina cercana, reservas las horas que desees y a disfrutar. Una mujer de Toledo está aprovechando este tirón para alquilar la piscina de su casa y se está forrando este verano.
Una práctica que va ganando adeptos
La propuesta es muy seductora: poder bañarte y refrescarte sin necesidad de hacer cola, sin recibir la mirada de ninguna persona ajena y evitar el ruido y el barullo habitual. Reservar este espacio privado se está convirtiendo en una práctica que va ganando cada vez más adeptos. Evitar las multitudes y conservar la intimidad son dos aspectos claves para que muchas personas valoren muy positivamente esta opción.
Lo mejor, es muy fácil de acceder a ello. Con tan solo unos clics puedes encontrar la opción perfecta para ti: a pocos kilómetros de tu residencia, adaptada al horario que necesites y con el presupuesto y los acompañantes que indiques.
¿Cuánto cuesta y cómo se reserva?
Son las dos preguntas que más se hace la gente. A través de la web de la plataforma, el usuario interesado busca piscinas por localidad o región para posteriormente acceder a la ficha de la que le haya llamado la atención. Ahí encontrará fotos, características del espacio, precio por hora y el número máximo de personas permitidas.
Cerrar la reserva es tan sencillo como: elegir la piscina, seleccionar la fecha y el tramo horario (se suelen alquilar entre 2 y 5 horas), reservar directamente desde la web para pagar y finalmente ponerte en contacto con el anfitrión para que te indique los últimos detalles.
En cuanto al precio, suele rondar entre los 20 y 25 euros por hora. En la gran parte de los casos se requiere un mínimo de horas por reserva.
Así es la piscina de Vanesa en Toledo
Vanesa Sánchez, una ciudadana del pueblo de Mora en Toledo, tomó la decisión de alquilar su piscina debido a la falta de uso. “Trabajo muchas tardes en verano, y me daba pena que la piscina estuviera cerrada. He invertido mucho dinero en ella, y pensé: ¿por qué no alquilarla cuando no la estoy usando?“, señala. Y añade: “Un día vi una publicidad de esta plataforma, me informé, y la verdad es que es muy sencillo. Solo tienes que subir fotos, indicar los horarios y el precio, y empezar a recibir reservas”.
La anfitriona declara que hasta el momento la experiencia está siendo tranquila y muy positiva. «La gente es muy respetuosa. No suelo estar en casa cuando vienen, porque el acceso a la piscina es independiente, por una calle paralela. Los usuarios entran, disfrutan y avisan cuando se van; incluso me envían vídeos para mostrar cómo dejan todo”, reconoce Vanesa.
Y concluye: “En mi caso, todo ha sido muy tranquilo. Familias que vienen con niños, parejas que quieren estar solos… Todos han sido muy respetuosos. Hasta ahora no he tenido ni una mala experiencia“.
 
			