Sergi Canós aterriza en Pucela con esa capacidad de desequilibrio que el Real Valladolid buscaba reforzar en el extremo. El futbolista de Nules, Castellón, nacido en 1997, aporta versatilidad ofensiva y recorrido para desequilibrar líneas. Tras un ciclo en el Valencia CF marcado por altibajos, su llegada en calidad de cedido representa una apuesta clara por un futbolista con recorrido en Europa y con una buena dinámica para adaptarse al ritmo de Segunda División.
Sergi Canós llega con hambre de protagonismo, dispuesto a ofrecer profundidad y desborde en banda, ingredientes que podrían marcar diferencias en una plantilla en construcción. Formado en La Masía del Barcelona, Canós desarrolló buena parte de su vertiginosa trayectoria en Inglaterra al inicio de su carrera. En escenarios como Liverpool, Norwich y Brentford, se consolidó como un futbolista físico, técnico y con capacidad para generar situaciones de peligro desde varias posiciones ofensivas.
Fue protagonista en el ascenso del Brentford a la Premier y anotó el histórico primer gol del equipo en la máxima categoría tras décadas de ausencia. Esa experiencia inglesa le dio solidez, conocimiento del juego intensivo y un perfil adaptado a marcar diferencias colectivos exigentes. De perfil flexible, Canós puede actuar en cualquiera de las dos bandas y también como mediapunta. Ese despliegue físico y capacidad de desborde lo acompaña de una técnica limpia y lectura para encontrar espacios. Para el Pucela, el castellonense representa una pieza de creatividad adicional y un jugador que, si recupera ritmo y confianza, puede llegar a ser diferencial.
Rasgos fundamentales de Sergi Canós
Tácticamente, Sergi Canós se distingue por ser un extremo con capacidad para desbordar y variar registros según lo demande el partido. Aunque puede actuar a pierna natural por la derecha, donde aprovecha su buen pie para poner centros tensos y precisos, su mayor influencia aparece partiendo desde la izquierda y trazando diagonales. Desde ese perfil, tiene la libertad de trazar trayectorias hacia dentro, asociarse en la frontal y buscar el disparo. Esa polivalencia lo convierte en un recurso de gran valor para Guillermo Almada, que prioriza perfiles capaces de adaptarse a diferentes esquemas y que puedan ofrecer soluciones tanto en escenarios de juego posicional como en contextos de transición.
Otro aspecto clave es la evolución de Canós sin balón. Con los años, ha mejorado en la implicación defensiva, sabiendo cuándo saltar a la presión y cómo cerrar su carril para dar oxígeno a su lateral. Aunque todavía conserva margen de mejora en la continuidad de su esfuerzo, el compromiso que ha mostrado en sus últimas etapas lo convierte en un futbolista dispuesto a trabajar en ambos sentidos.
En una categoría como la Segunda División, donde los duelos individuales en las bandas suelen decidir los partidos, contar con un jugador que combine desequilibrio ofensivo con sacrificio defensivo es una ventaja evidente. Canós no solo suma chispa y creatividad, sino también experiencia y madurez, cualidades que pueden ser determinantes para un Valladolid que aspira a crecer desde la solidez colectiva.
Encaje en el Valladolid de Almada
El jugador castellonés encarna la apuesta del Real Valladolid por ensanchar el campo y aprovechar la superioridad en los costados, una de las señas de identidad del proyecto actual. Como extremo, puede aportar desequilibrio y lectura táctica, ajustándose a un modelo que exige amplitud y verticalidad, pero también puede sumar en banda en un perfil más defensivo, actuando como carrilero, algo que exploró especialmente en su etapa en Inglaterra.
Su bagaje le permite interpretar cuándo fijar al lateral rival en la cal, cuándo lanzar un desmarque en profundidad y cuándo buscar una diagonal que desordene al bloque contrario. En un equipo que basa gran parte de su caudal ofensivo en la presión alta y el protagonismo de las bandas, su incorporación responde con precisión a una carencia señalada desde la pretemporada.
¿Por qué creo que lo han fichado?
El Real Valladolid incorpora a Sergi Canós para reforzar las bandas y dar recursos inmediatos a Guillermo Almada sin comprometer el futuro financiero del club. Su llegada refuerza el perfil derecho del ataque pucelano y amplía las opciones ofensivas sin renunciar a sacrificio defensivo. A sus 28 años, Canós aporta un equilibrio valioso, con recorrido en banda, verticalidad y polivalencia.
En el plano deportivo, su cesión encaja en una estrategia bien trazada por la dirección deportiva, pues Sergi Canós, formado en la cantera del Barcelona y curtido en la exigencia inglesa con clubes como Brentford o Liverpool, ha demostrado versatilidad y experiencia de alto nivel. Aunque no ha jugado regularmente en el Valencia CF, llega con ritmo competitivo y capacidad para generar desequilibrio en partidos cerrados.
 
			

