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Rubi, un viejo conocido de Zorrilla

El exentrenador del Real Valladolid y actual técnico del Almería volverá al José Zorrilla en la jornada 5 como rival

por Miguel Ruiz
9 de septiembre de 2025
Rubi

Rubi, en sala de prensa | Foto: UD Almería

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El regreso del Almería al José Zorrilla para jugar ante el Pucela el partido de la jornada 5 dejará un sabor familiar. Joan Francesc Ferrer Sicilia, más conocido como Rubi, vuelve a Valladolid, esta vez al frente del barco de un Almería que quiere más que competir por ser equipo de Primera. El equipo almeriense, con Rubi a la cabeza, volverá a Valladolid para revivir una noche cargada de emociones sobre el césped donde entrenó en la temporada 14/15.

Rubi deja tras de sí una primera etapa marcada por la ambición en el Real Valladolid, pues en aquella campaña en Segunda División lo condujo a disputar el play-off de ascenso. Ahora, el técnico catalán regresa con más experiencia y con un perfil consolidado, con un pasado probado en Primera División y que conoce bien los pasillos de un José Zorrilla que un día lo acogió. Para bien o para mal, Rubi ya sabe lo que se siente al pisar el césped de Zorrilla como local… y como visitante.

El pasado de Rubi en Pucela

La llegada de Rubi al banquillo del Real Valladolid en el verano de 2014 estuvo marcada por la necesidad de recuperar el pulso competitivo de un club recién descendido de Primera División. El técnico catalán aterrizó en Zorrilla con la misión de recomponer un vestuario golpeado anímicamente y de situar al equipo entre los aspirantes al ascenso.

Desde el primer día apostó por un estilo reconocible, con una clara vocación ofensiva y una presión alta que buscaba minimizar riesgos cerca de su área. Rubi dotó al conjunto blanquivioleta de una identidad rápida y vertical, capaz de imponerse en muchos tramos de la temporada, y de inmediato generó confianza en una afición deseosa de volver a la élite.

Rubi
Rubi, en su etapa en el Pucela | Foto: Real Valladolid

Durante la campaña 2014-15, el Real Valladolid mostró una notable solidez, con fases de fútbol atractivo que lo situaron de manera constante en los puestos altos de la clasificación. Rubi supo explotar la calidad de jugadores clave como Óscar González y Jonathan Pereira, combinando la experiencia de veteranos con el empuje de jóvenes talentos de la cantera.

Su equipo era capaz de dominar en Zorrilla, donde se hicieron fuertes, y también de competir a domicilio en escenarios exigentes. Esa regularidad permitió que el conjunto vallisoletano se clasificara para el play-off de ascenso, una meta que se convirtió en el gran reto de la temporada y que confirmaba el buen trabajo realizado por el técnico catalán.

El desenlace, sin embargo, dejó un sabor agridulce. El Valladolid cayó eliminado en semifinales frente a la UD Las Palmas, en una eliminatoria en la que la falta de contundencia en áreas y la presión del momento jugaron en contra. A pesar de no lograr el ascenso, la etapa de Rubi dejó una huella reconocida: su propuesta futbolística convenció a muchos y su carácter trabajador aportó estabilidad en un año complejo. Su paso por Zorrilla fue breve, pero significativo, ya que asentó su nombre en el panorama de entrenadores de Segunda y le abrió las puertas a proyectos posteriores en la élite del fútbol español.

Capitán del barco de la UD Almería

La llegada de Rubi al Almería en el verano de 2024 se produjo con la tarea de reconstruir un equipo herido tras un descenso muy duro desde Primera División. En su regreso, se encontró con un vestuario con potencial pero con falta de confianza. El técnico catalán supo recomponer las piezas a través de una mentalidad colectiva reforzada y una idea de juego clara: presión alta, verticalidad y compromiso desde el primer minuto.

La mejora del equipo andaluz fue evidente y en seguida marcó un recorrido ascendente. La segunda vuelta de la temporada pasada sirvió como prueba de su capacidad para revertir dinámicas negativas, ya que el Almería fue capaz de sumar una de las mejores puntuaciones de la categoría durante ese tramo de competición, demostrando que el equipo podía competir de nuevo con aspiraciones.

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Rubi, en el UD Almería Stadium | Foto: UD Almería

Con Rubi consolidado en el banquillo, el club planificó el mercado de verano con movimientos medidos y ambiciosos. La permanencia de jugadores clave como Lopy, que aporta solidez en el mediocampo, Arribas, encargado de la creatividad, y Embarba, ejemplo de carácter y experiencia, reforzó la confianza en la plantilla. A ellos se unió la llegada de Aridane, un veterano central que aportó jerarquía y equilibrio defensivo.

El inicio de la temporada 2025/26 refleja un equipo con luces y sombras. A pesar de haber hecho un mercado muy completo y tener un entrenador decidido a no encasillarse en un único plan de juego, el Almería de Rubi ha sufrido contratiempos que le han hecho perder pie ante rivales como Albacete o Real Sociedad B, ambos teóricamente inferiores.

Rubi ha introducido rotaciones en el once inicial y ha variado esquemas según el rival, generando debate entre la afición, pero transmitiendo la sensación de que el equipo posee múltiples registros. El Almería ha conseguido sumar en escenarios complicados y ha mostrado una solidez competitiva que permite mirar al futuro con optimismo. La impresión es que Rubi ha construido un grupo consciente de sus limitaciones pero también de su potencial, preparado para aspirar a un año de crecimiento y estabilidad en la categoría.

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