Uno de los grandes placeres que nos ha regalado Italia y su gastronomía son las pizzas. Un invento maravilloso que nos encanta comer solos o acompañados, en cenas o en almuerzos y que, sobre todo, que puedes hacer cómo y cuándo te dé la gana. Incluso hay oferta suficiente de pizzas de supermercado, congeladas, que tienen un sabor muy notable y que, además, puedes mejorar con unos sencillos consejos que, si quieres, podemos compartir contigo si te quedas por aquí y me lees. ¿Hay trato?
Y es que es cierto que podemos elegir casi cualquier tipo de pizza en la sección de ultracongelados del supermercados más cercano, pero a veces el sabor y la calidad no son los deseados. Con algunos trucos sencillos y prestando atención a estos consejos puedes pasar de un cinco raspado en un sobresaliente. Así que muy atento, que son cosas muy sencillas y pueden ser de mucha utilidad para darle un subidón de sabor, aspecto y calidad a las pizzas de supermercado.
Los extras de la pizza, a tu gusto
La base de las pizzas precocinadas no suele estar mal. De hecho, se puede decir que en los últimos tiempos han mejorado con claridad en este aspecto. Es una realidad que, donde empeora, no solo la imagen, sino el sabor de este tipo de pizzas es precisamente en la calidad de sus ingredientes. Hay muchos y variados, pero no suelen ser precisamente de la mejor calidad y, fruto de la congelación, suelen perder propiedades o, al menos, empeora su aspecto.
Es por ello que, para evitar esa sensación, siempre puedes elegir opciones de pizza más simples o básicas para luego aumentar la gama de ingredientes con añadidos frescos que hayas comprado aparte y que, seguro, darán un aspecto y un sabor completamente distinto a tus pizzas caseras. Champiñones, albahaca, queso mozzarela o salami pueden dar un salto notable si los añades por tu cuenta y evitas elegir por los ingredientes ya cocinados en la pizza congelada. Una opción barata y que puedes retocar con cierto mimo, añadiendo incluso tomillo u orégano en el momento de hornear para un mejor resultado final.
Suma ingredientes en el momento justo
Pero ojo, que sumar ingredientes está bien, pero hay que saber cómo y cuándo hacerlo. Si cargas la pizza desde el inicio caes en un error funesto. Hay ingredientes que, si están en la masa desde el inicio del horneado, pueden pasarse de más, secarse en exceso o, incluso, llegar a quemarse, haciendo que la pizza adquiera un gusto a hoguera que nadie quiere.
Por ello has de tener sumo cuidado para saber cómo y cuándo añadir todos los ingredientes que quieras dependiendo del tipo de pizza. Si es una pizza fresca, no pasa nada, pues el tiempo de cocinado es menor, pero en el caso de las congeladas, es fácil que cometas el error de chamuscar de más alguno de tus ingredientes. Trata de cocinar, primero, la masa y, cuando le falten apenas uno o dos minutos, añade esos ingredientes más susceptibles al calor y que queremos que queden perfectos.
El secreto está… en el horneado
Y sí, no te olvides del horneado porque, sin duda, es el toque más importante de todos. En este aspecto, seguir las instrucciones tal cual aparecen en la caja a veces no es buena idea. Básicamente porque esas instrucciones, más que un mejor cocinado buscan un rápido cocinado, lo que puede ser peligroso para el efecto del calor en la pizza y, sobre todo, en cómo esté de buena cuando la disfrutemos. Es por eso que conviene, a menudo, bajar la temperatura y alargar un poco el tiempo de cocinado para conseguir un resultado mucho más crujiente y sabroso.
 
			