Puede parecer extraño que en una plataforma global como YouTube haya una nueva práctica conquistando el corazón de los espectadores, pero esa es la realidad actual con respecto a una competición muy extraña y tremendamente adictiva. Aunque pueda parecer extraño, ya arrastra a una legión de seguidores alrededor del globo para apoyar y, sobre todo, estar a la última de lo que llaman Jelle’s Marble Runs, o, lo que es lo mismo, carreras de canicas.
Puede parecer una locura, pero lo cierto es que Marbula 1, como han llamado a la competición que los enfrenta, ya tiene toda una importante masa social detrás que empieza a ser numerosa y que tiene, en estas canicas, una nueva forma de engancharse con una competición en la que los participantes y sus canicas empiezan a ser más que conocidos a través de la fama que están consiguiendo estas carreras retransmitidas a través de YouTube, una ventana que está consiguiendo que la remodelación de un juego infantil de hace décadas pueda llegar a ser un sistema deportivo que empieza a mirar a la cara a deportes mucho más asentados. No, no es broma.
Origen holandés y crecimiento inesperado
Los orígenes de la Jelle’s Marble Runs como fenómeno empieza precisamente de la mano de Jelle Bakker, un joven autista holandés que, desde niño, disfrutaba construyendo cientos de formas de circuitos para poder hacer competir a sus canicas con una gran dedicación. Es entonces cuando, su hermano mayor, Dion Bakker, vio una posibilidad para encontrar un cauce competitivo que pudiera, incluso, retransmitirse a través de YouTube. Es entonces cuando, en 2006, ambos hermanos empiezan a hacer pruebas con un canal para tratar de darle más énfasis a la difusión de esta obsesión por las carreras de canicas.
Todo cambia en 2020, durante la pandemia, pues ambos convierten esta afición en una realidad a tiempo completo que consigue despegar. En esos meses de parón del deporte profesional, el canal logró subir como la espuma, llegando a obtener números totalmente inesperados. En estos días, como todos podremos recordar, millones de espectadores, ávidos de entretenimiento, se lanzaron a las redes sociales para obtener una ventana al exterior. En YouTube y Twitch crecieron todo tipo de propuestas y la de los hermanos Bakker y su Jelle’s Marble Runs no fue menos.
Si en marzo de 2020 el canal de los dos hermanos ya tenían algo menos de 600000 suscriptores, una cantidad ya muy decente, en solo un par de meses superaban el millón, con una notable presencia en las vidas de miles de personas que esperaban con ganas la siguiente carrera. Lo que había nacido como un juego y un hobby, se convirtió en una nueva forma de entretenimiento online. Como si de un deporte online se tratara, el proyecto ya vende incluso merchandising de la marca y de los competidores.
El secreto de la revolución de las canicas
Incluso un reputado exfutbolista como Gary Lineker se confiesa aficionado: “No sé cómo he acabado viendo esto, pero no me arrepiento”. Os estaréis preguntando, quizá, cómo es posible que un juego así pueda enganchar tanto a tanta gente y lo cierto es que ni los dos hermanos tienen una respuesta certera, aunque sí alguna idea coherente.
La adicción a la competición, el éxtasis de poder ver ganar a tu equipo de canicas o la emoción de una carrera trepidante llena de humor, espectáculo y azar al final cautivan a cualquiera, aunque Dion Bakker reconoce que, sin estar implicado, probablemente no vería las carreras. Una sinceridad que encierra, a pesar de todo, una apuesta firme por estas carreras imprevisibles que han acabado por elevar la ocurrencia de su hermano, en un negocio, al apoyarse ya multitud de marcas en un evento como este y hacerlo, en tiempo récord, un auténtico fenómeno de masas.
 
			