Insisten e insisten desde la DGT, con razón, en la preocupante realidad de la rotonda y el comportamiento de muchos conductores que demuestran, año tras año, que no saben cómo utilizar, correctamente, las glorietas. Algo que, más allá de los riesgos que pueden suponer para otros usuarios de la vía, se pueden convertir en el foco de una sanción difícilmente olvidable.
Y es que la DGT sigue poniendo el foco en las rotondas. Es, sin duda, uno de los escenarios donde más errores al volante se comenten y que, pese a ser intersecciones comunes y que buscan facilitar el tráfico, acumulan numerosas infracciones por la duda continua sobre las prioridades y la necesaria prevención de acciones que puedan suponer un riesgo.
Las tres claves de oro para usar una rotonda
Ya que la DGT tiene como reto seguir haciendo énfasis en la necesidad de que la gente conozca bien la teoría en cuanto a las normas de prioridad dentro de las rotondas, nosotros ponemos nuestro granito de arena para facilitar la comprensión de las mismas a raíz de tres sencillas claves que pueden ser importantes para interiorizar la realidad que dicta el reglamento. Estas tres claves son:
- Respetar siempre la prioridad, ya que es imprescindible saber que, al aproximarse a una glorieta, los coches dentro de la misma tienen la prioridad y se ha de entender que, en igualdad de condiciones, siempre el coche a la derecha tendrá prioridad. Entrar a la rotonda, además, con la velocidad adecuada es clave.
- Usar intermitentes siempre, pues es absolutamente necesario que se señalice cada cambio de carril y movimiento para entrar, salir o permanecer en la rotonda y será una de las partes clave para no provocar un accidente.
- Salir siempre por el carril exterior, evitando situaciones como la salida desde carriles interiores atravesando varios carriles y poniendo en riesgo a los demás vehículos, una acción que, sin duda, podría ser muy temeraria. Si no es posible incorporarse al exterior, deberás dar otra vuelta. ¡Previsión siempre!
Es muy importante entender que el Reglamento General de Circulación dice también que es imprescindible entender qué velocidad es la adecuada para poder utilizar las rotondas en cada momento.
La rotonda sigue siendo punto débil de muchos conductores
No es casual que la DGT tenga el punto de mira en la rotonda como zona de peligro para multitud de usuarios que no saben cómo enfrentarse a esta vía. El caso es que buena parte de los accidentes registrados en glorietas se producen por desconocimiento de las normas básicas en muchos niveles. La estrategia, de momento, trata de combinar la pedagogía con las sanciones, cuidando al conductor guiándole sobre cómo debe actuar, pero, también, dejando claras las consecuencias.
Es clave entender que a las rotondas se debe entrar cediendo el paso a quienes circulan, con la necesidad de señalizar cada movimiento y, sobre todo, planificar con tiempo la salida de la rotonda para poder posicionarte en el carril exterior y evitar riesgos en el último momento. Con esas pautas se entiende que podrás librarte, no solo de accidentes, sino también de las multas.
Y no es poca cosa. Cabe destacar que, en las rotondas, un mal comportamiento podría tener multas desde los 200 euros y la pérdida de cuatro puntos en nuestro permiso de conducir, hasta la sanción más grave, penada con 500 euros y seis puntos del carnet. Una dura reprimenda para evitar accidentes que pongan en riesgo la salud de todos los usuarios de la rotonda. Una idea clave, ya que la convivencia en una sociedad con mejor información será una convivencia en una sociedad mucho más segura, dentro y fuera de la carretera.
