Muchos de nosotros vivimos una forma de examinarnos del carné de conducir que las próximas generaciones no conocerán. Los cambios que pretende implementar la DGT para los exámenes del carné de conducir serán más participativos y exigirán mucho más a unos alumnos a los que ya no les bastará con memorizar las respuestas correctas a base del ensayo y error de cientos de test hechos durante semanas.
Ese principio de repetición podría pasar a mejor vida, ya que la DGT tiene ideas novedosas sobre cómo demostrar el conocimiento de los alumnos y cómo evaluar si serían capaces de enfrentarse a situaciones reales de verdad y que su aprobado no dependa, únicamente, de su capacidad de retentiva. Una cuestión que preocupa a muchos de los aspirantes que, en muy poco tiempo, podrían encontrarse con un escenario de examen muy distinto.
La DGT cambia los exámenes para poder conducir
Ya se sabe que el tiempo lo cambia todo y que la DGT no iba a ser menos. Después de que organismo encargado de la seguridad vial en España entendiera que era el momento necesario para modernizar el Reglamento General de Circulación, con nuevas señales de tráfico para todos los conductores, era necesario acomodar el nuevo marco de aprendizaje para aquellos que se están intentando sacar el carné de conducir actualmente. Algo que obliga a actualizar los procedimientos de aprendizaje y examen de los conocimientos mínimos para la obtención del permiso.
Y es que la DGT tiene muy claro que hay que cambiar el panorama y modernizar los métodos de obtención del carné. Ya en octubre de 2025 empezarán algunos de estos cambios, que no afectaran a la estructura básica de 30 preguntas con un máximo de tres errores en el examen, pero que pondrá un punto de partida distinto desde el que preparar los contenidos. En apenas unos días, los exámenes empezarán a hacer preguntas sobre las nuevas señales implementadas recientemente, por lo que ese será el primer gran cambio que deberán actualizar los alumnos hoy por hoy. Pero no es el único.
El gran cambio llegará en 2026, donde ya hay planes de implantación en autoescuelas y en los exámenes para alinear el realismo de los exámenes a figuras que se encontrarán los alumnos en carretera, con vídeos en los que se recrean situaciones reales en las que deberán enfrentarse a problemas que puedan ocurrir, ya sean emergencias o posibles elecciones en carretera. Desde una avería a un peatón cruzando de golpe en un paso de cebra, pasando por un problema de visibilidad en una curva pronunciada. Casos reales para exámenes más cercanos al día a día de los nuevos conductores.
Dificultad añadida para alumnos… y autoescuelas
No solo serán los alumnos los “damnificados” de estos nuevos cambios, aunque repercuta claramente en sus formas de estudio. Más allá del reto extra que supondrá para miles de alumnos que deberán cambiar su forma de enfrentarse a la necesidad de sacarse el permiso de conducir, lo cierto es que las autoescuelas deberán también estar a la altura de las novedades. No solo reformular su arquetipo de formación, sino también ponerse al día con los recursos materiales y hasta preparar y adaptar nuevos manuales.
Ese cambio de pie supondrá un cambio evidente que muchos quieren evitar a toda costa, habiendo numerosos aspirantes que pretenden examinarse en tiempo récord antes de que la Dirección General de Tráfico haga efectivos los cambios y puedan repercutir en un posible suspenso. Aunque el sistema pueda ser interesante para mejorar la capacidad de los conductores a la hora de gestionar emergencias o situaciones en carretera, el miedo a lo desconocido ha generado un pavor irrefrenable ante la nueva estructura de los exámenes y los métodos que seguirán para poder examinarte.