En ocasiones, en la vida, perderse es la mejor manera de encontrarse. El arraigo que tiene uno en su propia casa tiene que buscarlo fuera cuando tiene que echar a volar, y eso es lo que lleva haciendo Aday Alcalde desde que se dejó la cantera del Real Valladolid. Ese lugar, su sitio en el fútbol, el atacante parece estar encontrándolo en el Lugo, donde recaló este pasado verano. Ciertamente, es pronto; apenas ha transcurrido un mes de competición para él. Pero sus buenos números en este arranque de campaña son una buena señal para el vallisoletano.
Y es que, en las cuatro primeras jornadas, ha marcado cuatro goles, que han servido al filial rojiblanco para sumar ocho puntos, dos victorias y dos empates que sitúan al mítico Polvorín -como históricamente se llamaba dicho plantel- en posiciones de play-off en el grupo gallego de la Tercera División. Los dos triunfos, en casa ante el Atlético Arteixo y ante el Montañeros coruñés, por 1-0. Las igualadas, ante el Noia (1-1) para empatar en el 90′ y frente al Arosa (2-2), uno de los candidatos a subir, para empezar a levantar dos goles en contra.
Aday y el anhelo de la continuidad
Después de toda una vida jugando en el Real Valladolid, Aday Alcalde dejó Los Anexos el verano de 2023, al terminar su etapa juvenil, después de que la dirección de la cantera tomara la difícil decisión de dejarle ir. En ese preciso instante, firmó por el Náxara riojano, en el que militó durante la primera vuelta, hasta que, durante el mercado invernal, fichó por el Villanovense extremeño. Participó en ambos, y a ambos les sumó, pero el verano pasado emprendería otro rumbo, dirección al Terrassa catalán. Tras unos meses de escasa participación, se fue al Atlético Albacete, donde jugó más y acarició el ascenso. Pero tampoco allí se quedó.
Los cinco equipos en poco más de dos años hablan de un constante cambio, pero también de un futbolista con hambre, al que no le duelen prendas mudarse si cree que delante tiene una oportunidad mejor (sobre el papel, eso era el Villanovense) o que debe dar un pasito atrás para dar impulso (como cuando en enero fichó por el filial del ‘Alba’ y bajó a Tercera RFEF). Esto es, precisamente, lo que pretende en el Lugo B, donde busca llegar a aparecer en el primer equipo de Primera RFEF, como recientemente confesaba en una entrevista, pero siempre a partir de un rendimiento que espera sostener en el tiempo.
El camino de Dios… y el canal de YouTube
En su última campaña en el Real Valladolid, la 2022/23, Aday fue capitán y referencia de un División de Honor al que aportó siete goles y varias asistencias, que quizás no fueron más por su temperamento, que no por una agresividad mal entendida que en él no existe. Sonará rimbombante, pero Dios no se lo permite. Y es que puede considerarse a Aday, quizás, un rara avis, dado que es profundamente religioso y profesa una Fe que no oculta y que le marca el camino. No choca ello con su intensidad en el terreno de juego, de la que incluso le advertía su madre desde la grada en el que fue su partido de despedida.
Lo atípico de Aday Alcalde radica en que, además de ser un futbolista centrado en su profesión, en progresar como jugador, en maximizar su carácter ofensivo y la potencia con la que acude a cada acción de ataque de su equipo, mezcla esa religiosidad con algo tan novedoso como la generación de contenidos. Así, el extremo lleva desde hace años su propio canal de YouTube -junto a su hermano-, en el que cuenta con varios vídeos con más de 10.000 visualizaciones, y con un perfil de TikTok con más de 30.000 seguidores y con contenidos vistos en más de 75.000 ocasiones.