Pasear por las calles de Madrid todavía tiene consigo cierto romanticismo, por tratarse de una ciudad llena de rincones inexplorados que nos ofrece multitud de lugares que nos pueden sorprender. Entre sus calles se guardan tesoros como el que hoy te desvelamos, en pleno Barrio de las Letras y con la magia que solo una librería antigua y con encanto puede encerrar. Un espacio de gran atractivo en el que disfrutarás si eres un gran amante de los libros y que está oculta a plena vista, en el centro de la capital española.
Fundada en 1949, se trata de la Librería Miguel Miranda, un refugio para bibliófilos que lleva más de setenta años siendo casa para multitud de lectores, coleccionistas o simples enamorados de una estancia que parece detenida en el tiempo en medio del trasiego de una de las grandes capitales de Europa. Esta librería, llena de primeras ediciones, libros descatalogados y manuscritos llenos de valor histórico y cultural, es una de las grandes joyas en forma de librería que tiene Madrid entre sus calles.
De negocio familiar a librería museo
La Librería Miguel Miranda nació a mediados del siglo pasado como un pequeño negocio familiar, pero se ha convertido con el tiempo en un espacio de auténtico culto para todas esas personas que entienden el amor a los libros como una religión. El encanto de la Librería Miguel Miranda se nota desde la puerta. Casi no hace falta entrar para entender que su ambiente acogedor nos va a hacer amar un espacio tan especial.
Los muebles de madera oscura y el crujido del suelo con cada paso pueden llegar a generar una sensación de viaje en el tiempo. Ese olor inconfundible, el de los libros antiguos, se mezcla con el rubor de las personas que caminan oteando las estanterías y el silencio espeso de los espacios sagrados. Las páginas amarillentas y las encuadernaciones desgastadas no desentonan en muebles de otro siglo creando una atmósfera que te envuelve.
Más que un objeto, los libros son universos condensados en el espacio que permite el papel y con esa premisa, en la Librería Miguel Miranda se han encargado de entender y dimensionar su valor para quienes viven el vínculo con los libros con la misma pasión. En la calle Lope de Vega de Madrid, en una zona repleta de historias sobre los grandes literatos que vivieron en esas calles, este espacio privilegiado para los amantes de la literatura ha sido capaz de aguantar como uno de esos reductos del pasado manteniendo intacta la esencia frente a la modernidad, el estilo y la proliferación de las nuevas grandes librerías
La estética de esta librería del centro de Madrid recuerda rápidamente a alguna de esas grandes librerías clásicas en Europa, con colas en la puerta y con aglomeraciones continuas en torno a sus estanterías. De hecho, muchos la comparan con la célebre Librería Lello de Oporto, por su escalera de caracol y las estanterías de madera. Ese ambiente de otra época es, claramente un atractivo que comparten con otras grandes librerías de Londres o París, pero esta joya madrileña sin duda tiene personalidad propia para defender su importancia más allá de las semejanzas.
En un barrio en la actualidad relacionado con ese bullicio típico de los bares, las terrazas y los restaurantes de moda, este espacio revolucionario de amor a los libros se levanta orgulloso como un recordatorio de esa riqueza cultural que define el Barrio de las Letras. En ese mismo espacio, los lectores pueden encontrar un espacio donde los libros y la literatura siguen siendo un refugio atemporal para el bullicio y la velocidad del gigante que es Madrid.
