El Real Valladolid quiso resarcirse de nuevo en casa con otro derbi. Tras encadenar dos derrotas, la última en Zorrilla contra la Cultural, el conjunto blanquivioleta recibía al Mirandés. Lo cierto es que a nivel de resultado no lo logró, aunque sí que mejoró las sensaciones en la segunda parte. No es nada habitual en él, al menos no en este inicio liguero, pero Guillermo Almada realizó algún que otro cambio en el once inicial por decisión técnica. Garri fue titular, así como Tenés y Peter Federico. A pesar de que ambos tuvieron bastante, fue el hispano-dominicano el que tuvo una mayor presencia por dentro como enganche.
Antes del pitido del árbitro, ambos equipos guardaron un minuto de silencio por Edu Manga, exjugador del Real Valladolid recientemente fallecido. Los primeros minutos no sorprendieron a nadie. El Pucela gozó de más posesión, pisó campo rival, pero, como de costumbre, no lograba dar el siguiente paso a partir del último tercio. Pasados los diez minutos de juego los locales pudieron abrir el marcador. Garri puso un gran centro con rosca por abajo en busca de Peter Federico, que se lanzó al remate, pero no logró tocar la pelota por cuestión de centímetros.
Un buen trabajo de cara a las jugadas a balón parado aporta muchos puntos a cualquier equipo en cualquier competición, y el Mirandés demostró que durante la semana se tiene muy en cuenta. En un saque de esquina, Petit disparó solo dentro del área tras un arrastre del resto del equipo, dejando al atacante libre de marca, pero el tiro se fue por encima del travesaño. Antes del descanso, de nuevo en una situación a balón parado, se adelantaron los jabatos.
En un centro a partir de una falta, hasta tres jugadores del Mirandés tocaron la pelota dentro del área, tan coordinados y con una rapidez que parecía un pinball. Ismael Barea culminó la jugada con un disparo raso al palo derecho de Guilherme Fernándes, que no pudo hacer nada para evitar el gol visitante. El Real Valladolid se marchó al descanso con un mal sabor de boca y sin encontrar, una vez más, clarividencia y continuidad en ataque.
El Real Valladolid finalizó más en la segunda parte
Tuvo su reacción el equipo en el segundo acto la escuadra dirigida por Guillermo Almada. El uruguayo dio entrada en el entretiempo a Alani por Lachuer, con el objetivo de aportar más equilibrio en el centro del campo. Fue más incisivo el equipo local, que lo intentó por otros medios. El primer susto lo dio Peter, con ayuda de Igor Nikić. Peter inició una diagonal hacia dentro y disparó desde lejos, parecía un balón fácil para el guardameta visitante, pero al ir a atraparlo se le escapó y por poco no se coló en su portería.
Acto seguido, Tenés botó una falta, Tomeo trató de rematar, el balón terminó tocando en Meseguer y, sin querer, casi iguala la contienda, ya que el rebote se marchó por línea de fondo rozando el palo. En otro centro llegó otra gran ocasión, esta vez para Latasa, que estuvo mucho más desaparecido que en otros partidos, Peter la puso al segundo palo y el ariete, con un testarazo cruzado, trató de batir a Nikić, pero éste metió una buena mano para evitarlo.
Realizó cambios Almada, para refrescar piernas y modificar el dibujo. Pasó de un 1-4-2-3-1 a un 1-4-4-2, con Ponceau de mediocentro, Peter y Chuki en los extremos y arriba Latasa mano a mano con Jorge Delgado. También movió ficha el Mirandés y entre sus cambios estaba Etienne Eto’o, que debutaba en LaLiga Hypermotion y a punto estuvo de hacerlo con gol. En un contragolpe, el hijo del legendario delantero recibió al borde del área, encaró la portería, recortó y engañó a Guilherme en su definición, pero el gol no subió al marcador porque la jugada estaba invalidada por fuera de juego.
La actuación de Alani fue vital para entender el cambio de cara del Real Valladolid de una parte a otra. Con balón aportó muchos pases progresivos a los suyos, y en uno de ellos, asociándose con Pablo Tomeo, que se incorporó al ataque. El central la puso atrás a Ponceau, que empujó la pelota hasta el fondo de la red con el tacón.
Es un jugadón. Es el primero de Ponceau con la blanquivioleta. ¡SEGUIMOS, PUCELA!#LALIGA #LALIGAHIGHLIGHTS pic.twitter.com/Se3lqnV67H
— Real Valladolid C.F. (@realvalladolid) October 5, 2025
Siguió apretando el Pucela, que quiso acumular muchos jugadores cerca del área rival. Chuki y Jorge Delgado tuvieron dos oportunidades, ambas de volea tras caer el balón muerto dentro del área, y ambas con el mismo destino: por encima del larguero. Con el ímpetu ofensivo del Real Valladolid, el Mirandés se lanzó al contragolpe en busca de llevarse también los tres puntos. Eto’o tuvo otra grandísima oportunidad, trató de marcharse en velocidad de Garri y optó por la potencia ante Guilherme, que se hizo enorme para repeler el tiro. Garri estuvo atento para despejar posteriormente la pelota.
Julien Ponceau tuvo en sus botas otra oportunidad antes de acabar el encuentro. Probó fortuna desde lejos con un potentísimo disparo que salió por poco. Respondió Carlos, que enmudeció Zorrilla con una definición cruzada tras una buena jugada individual, pero tampoco logró ver puerta el jugador del Mirandés. El duelo finalizó en empate a pesar de la mejora blanquivioleta en la segunda mitad. Se corta así la racha de derrotas del Pucela, pero agranda la de partidos sin ganar.