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La Pizarra de Blanquivioletas | Burgos CF

Una mirada al Burgos que dirige Luis Miguel Ramis, rival de la novena jornada de LaLiga Hypermotion para el Real Valladolid en El Plantío

por Miguel Ruiz
11 de octubre de 2025
Burgos

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El Burgos CF llega al duelo de la jornada 9 ante el Real Valladolid en El Plantío con sensaciones encontradas, pero con mucha ambición. En estas ocho primeras jornadas ha sumado resultados dispares, alternando triunfos, empates y derrotas, mostrando un potencial ofensivo notable, pero también mostrando cierta fragilidad en defensa al conceder demasiados goles en momentos clave. Su posición en la tabla refleja esa irregularidad, a pesar de no estar alejado de la zona alta. Un equipo que busca estabilidad suficiente como para aspirar cómodamente al playoff.

Los objetivos del Burgos son bastante claros. Quieren consolidarse entre los equipos más competentes de la categoría, aspirando a pelear por la zona alta y demostrar que El Plantío puede seguir siendo un fortín. Frente al Pucela, el reto es doble, pues necesitará contener el empuje del equipo de Almada y, al mismo tiempo, jugar con nervio y criterio para hacer daño cuando surjan las oportunidades. Su entrenador, Luis Miguel Ramis, ha insistido en que el equipo debe “dar su mejor versión” para competir en cada encuentro y con este envite ante un rival directo, el Burgos entiende que el contexto exige esa versión más ambiciosa.

Un Burgos con intención de seguir escalando

El Burgos CF de Ramis ha consolidado un modelo basado en el 1-4-2-3-1, aunque con variaciones hacia el 1-4-4-2 en algunos momentos defensivos. Su estructura parte de un doble pivote con equilibrio y músculo, que protege la zona central y da libertad a los mediapuntas para crear. En fase ofensiva, el Burgos intenta salir con paciencia desde atrás, pero sin abusar de la posesión: prioriza las circulaciones rápidas y los ataques verticales tras robo. Su rendimiento goleador confirma que el equipo de Ramis genera ocasiones con frecuencia y ha encontrado cierta eficacia en las segundas jugadas y los rechaces.

Fer Niño Burgos
Fer Niño, actual máximo goleador del Burgos

Entre sus puntos fuertes destaca la intensidad en la presión. Ramis ha construido un equipo que aprieta con convicción en campo contrario, sobre todo tras pérdida, buscando obligar al rival a errores cerca de su área. También es un conjunto con buen juego aéreo, especialmente en defensa, donde los centrales imponen presencia en los duelos y los laterales son agresivos al cerrar. En ataque, los extremos tienen libertad para moverse: uno suele fijar la banda y el otro actúa con más libertad interior, buscando sorprender a espaldas del mediocentro rival. Esa asimetría, bien trabajada, le da al Burgos profundidad y una salida alternativa cuando el partido se complica.

El equipo, no obstante, todavía acusa ciertos desequilibrios. El bloque se parte con facilidad si el rival transita rápido, y los espacios entre líneas han sido una fuente de peligro constante. A nivel defensivo, el Burgos concede más de lo que su intensidad sugiere y no siempre traduce su presión en robos y a menudo deja espacios en los pasillos interiores. Cuando el rival circula con precisión, el sistema sufre, especialmente si los mediocentros quedan demasiado hundidos.

Aitor Córdoba Burgos
Aitor Córdoba, uno de los hombres clave del Burgos | Foto: Burgos CF

Otro aspecto a pulir es la gestión del ritmo. Ramis quiere un equipo que sepa cuándo acelerar y cuándo enfriar el partido, pero por momentos el Burgos cae en excesos de energía. Cuando el intercambio de golpes se prolonga, el desgaste físico reduce su claridad en la salida y la toma de decisiones, que provoca errores no forzados difíciles de gestionar. Esa irregularidad dentro del mismo partido ha sido su gran talón de Aquiles en este inicio de temporada.

¿Cómo le puede hacer daño el Burgos al Real Valladolid?

Ante el Real Valladolid de Guillermo Almada, el Burgos tendrá que equilibrar riesgo y orden. El técnico uruguayo ha construido un equipo que intenta salir desde atrás con pases cortos y control del balón, algo que el Burgos puede aprovechar con su presión coordinada. Si logra incomodar la primera salida pucelana y robar cerca del área, encontrará escenarios propicios para explotar la velocidad de sus extremos y la llegada de sus centrocampistas. Almada exige precisión a sus jugadores en campo propio, y ahí Ramis puede encontrar la grieta.

Otro punto a explotar será el juego exterior. Cuando el Pucela adelanta sus laterales, aparecen espacios a la espalda que el Burgos puede atacar con envíos diagonales o conducciones rápidas. Si los extremos burgaleses son capaces de castigar esas zonas, el equipo ganará metros y pondrá en aprietos a una defensa que, por momentos, sufre en las transiciones. El balón parado también puede ser un factor, ya que el Burgos acumula buenos lanzadores y rematadores, y en partidos de equilibrio, esa vía puede cobrar peso.

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