El Real Valladolid Promesas de Javi Baraja consigue una victoria importante en Los Anexos, ante un Lealtad de Villaviciosa que no fue capaz de encontrar la vía para crear ocasiones claras suficientes ante un Promesas más fuerte, que creyó desde el principio en la idea y en la vía elegida por el técnico vallisoletano. Costó, pero se consiguió, tras sumar, en las primeras cinco jornadas, solo cuatro puntos de veinte posibles.
Aunque le faltó finura al Promesas para intentar incomodar a un Lealtad bien plantado en los primeros minutos, el equipo local controló ritmo y mejores ocasiones antes del desfile de goles de la segunda mitad. Aunque menos presente en acciones que representaran un gran peligro ante los blanquivioletas, el equipo asturiano mostró una altura de juego muy notoria, con tramos de circulación más rápida, aunque no progresando con claridad para crear juego y cortar ese dominio local en muchos minutos del partido.

Se vio, por tanto, un Valladolid Promesas de nuevo bastante plano en su propuesta, pero con esa sensación de ser superior a su rival y al que los goles de Carvajal (con tres tantos) y Xavi Moreno le dieron tres puntos muy valiosos para tomar aire en la tabla y seguir puliendo sensaciones generales. De menos a más un Promesas que encontró la comodidad en la segunda parte y que acabó por maquillar un partido que el Promesas por fin supo ganar en casa.
Una primera mitad en la que el Promesas controló sin efecto
Dio la sensación en la primera mitad de que al equipo local le costaba mucho progresar y aparecer en campo contrario. El Promesas mostró claramente una dificultad enorme para verticalizar o tomar buenas decisiones para generar ocasiones. La mejor acción, por peligro y cercanía, llegó en el minuto 22 de partido, con una buena ocasión de Xavi Moreno tras una jugada en la que el balón circuló bien por la frontal, en la que el extremo disparó alto y cruzado con la zurda.
También tuvo alguna ocasión el Lealtad en esos primeros 45 minutos, cuya mejor ocasión en la primera mitad llegó tras un centro sencillo de Yerpes desde la izquierda, tras error de Aranda en un pase a Coke, que fue rematado por Jaime sin demasiado peligro, pero que exigió a Álvaro volar para detener el envío. Se vio en el Pucela una buena capacidad para presionar alto, pero sin la facilidad de convertir, ese robo, en peligro, por lo que los minutos de agresividad del Lealtad lograban, aunque de manera leve, inquietar esa falsa sensación de tranquilidad de los pucelanos.

Con esa sensación continua de que al Valladolid Promesas le costaba encontrar una referencia fiable para poder mirar a portería rápidamente, eso empujaba al equipo de Baraja a mirar mucho más a la banda que al centro del área, lo que complicaba tener una dirección de juego fiable o sorprendente que pudiera sorprender o encontrar vías hacia la zona de finalización. Algo que, en ocasiones, intentó compartir Koke por dentro para tratar de sumar opciones de asociación en ese perfil y sorprender cerca del área. Al descanso se fueron los dos equipos con esa sensación clara de que el Promesas dominaba sin grandes ocasiones.
Una segunda parte de locura y victoria
En la segunda mitad pasó de todo. El capítulo dos empezaba con una mala noticia para el Lealtad, que se vio obligado a sustituir a Isaac tras un choque fuerte con Sergi Esteban en un balón dividido. Tras esa acción, el Promesas volvió a demostrar esa capacidad para dominar con balón e incluso tuvo la mejor ocasión del partido hasta el momento, tras un buen golpeo de Carvajal en una jugada que le llegó en profundidad a Xavi Moreno, pero que Junquera salvó con una intervención de mucho mérito. Un anticipo de la intención del ariete de romper la igualdad.
Y es que el primer gol pucelano llegaría en un descuido de circulación del Lealtad, en el que, tras robar, Ángel Carvajal se midió con confianza ante Ambo Cissé con gran potencia y zancada para impedir que el central pudiera encimarlo lo suficiente para robarle la opción de un disparo cruzado ante Junquera que, esta vez sí, acabó en gol. Un gran tanto y una fenomenal ejecución que explica la capacidad de Carvajal y sus mejores virtudes como delantero.
⏱ 70’ | 1-0 | ¡¡¡UY!!! Junquera desvió a córner el lanzamiento de falta de Xavi Moreno #pucela #RVPromesas pic.twitter.com/bSDxFURPZI
— Cantera Real Valladolid (@RVcantera) October 12, 2025
Creció el Valladolid Promesas, esa es la realidad. Tanto que poco a poco fue acercándose con más y más peligro. Varias llegadas y una falta peligrosa botada por Xavi Moreno fueron demostrando un paso adelante que se notó, no solo en las sensaciones ya vistas en la primera parte, sino también en la pulsión ofensiva que mostraron para atacar la zona de Junquera, que volvió a ser herido en una jugada por banda en la que Xavi Moreno, ayudado por el central, logró encontrar de nuevo la red. Era el segundo para un Pucela que ganaría en tranquilidad para amarrar el resultado y los tres puntos.
Y no iba a quedar ahí la cosa, porque Carvajal quiso poner de nuevo su impronta en el partido con un gol precioso, marcado por la maniobra que utilizó el delantero del Valladolid Promesas para deshacerse de Pesquera, que fue al suelo para tratar de impedir el remate. Un regate medido, suave, fino, para aclarar la jugada y encontrar la vía para remachar a portería y superar, por segunda vez él y por tercera el Pucela, la meta de Junquera.
No quiso el Lealtad irse a Villaviciosa de nuevo sin haber encontrado, al menos, la consolación de un gol, por lo que aprovecharon el empuje del orgullo para que, a la salida de un córner, Alex Krehl pudiera rematar a portería con un buen cabezazo para que Álvaro de Pablo no pudiera llegar a impedir el gol. Un final que parecía ya frenético, pero que iba a tener un capítulo final en el que la felicidad de Carvajal iba a ser total por firmar un hattrick desde el punto de penalti. Desde los once metros, tras una falta de Omar (y su expulsión por recibir doble amarilla), el delantero ponía el triplete en su casillero particular.
Debut y mucho por aprender
Como curiosidad, con el 2-0, Javi Baraja se atrevió a darle minutos a Mario Domínguez, delantero juvenil que en las últimas semanas tomó un cauce inesperado con dinámica de primer equipo en los entrenamientos y que le ha hecho ser considerado, en momentos puntuales, como otra opción más para el técnico vallisoletano en la zona ofensiva. El berciano saló con poco menos de diez minutos por delante para mostrar esa capacidad, sobre todo física, que hizo valer como juvenil y que le puede ser útil para ganarse minutos arriba.
Tres puntos, cuatro goles y la sensación de que este Valladolid Promesas tiene un techo inexplorado muy interesante si empieza a tener confianza en ese paso adelante necesario que vimos en la segunda mitad, una cara B de lo visto en la primera parte que es mucho más esperanzadora de lo ofrecido por los blanquivioletas en una primera mitad de control y menos mordiente y verticalidad en ataque. Un partido para anotar, comprender y replicar en esta 25/26.
