Telefónica ha decidido ponerle un toque de innovación y sentido común a esos atascos matutinos que nos pueden robar tiempo y ganas de vivir. A partir del 1 de octubre, los empleados de las oficinas de Telefónica en Madrid, Barcelona y Bilbao podrán compartir coche con sus compañeros a través de una app interna que tratará de facilitarles el día a día. La idea de la compañía es tan simple como eficaz y habla de un viejo recurso en desuso: compartir coche.
La idea de los directivos de Telefónica es tratar de llenar los vehículos que se desplacen hasta las oficinas para gastar menos y reducir las emisiones. Con la intención de convertir los trayectos al trabajo en una especie de Blablacar corporativo, lo cierto es que la idea ha resultado poderosa entre esta y otras instituciones. Un sistema que ya ha sido aprobado junto a CCOO y que, además, ofrece una compensación de 15 céntimos de euro por kilómetro recorrido a quien lleve su propio coche para compartir las plazas libres.
Y no, no se trata de montar un negocio paralelo, sino de cubrir parte del gasto con este bonus ecológico e incentivar un poco más a que los vehículos que se desplacen a la compañía vayan llenos y no utilice cada trabajador el suyo propio. Es por eso que esta medida tiene un objetivo triple, que busca ahorrar dinero, aliviar el tráfico en hora punta en estas grandes ciudades y reducir el dióxido de carbono que despiden los tubos de escape de nuestros coches en cada trayecto y que incide negativamente en nuestros entornos.
Telefónica: entre la sostenibilidad y la sociabilidad
La aplicación para poner en marcha esta medida ha sido desarrollada exclusivamente para la plantilla de Telefónica y funcionará de forma intuitiva para que todos los trabajadores puedan optar a un sitio en un vehículo de camino al trabajo. Es tan sencillo como la popular Blablacar, pero sin coste. Los conductores publican su ruta diaria y horario y los compañeros interesados se pueden apuntar al trayecto, acordando las paradas necesarias. La lógica es la misma que cualquier plataforma para compartir coche, pero con la tranquilidad de saber que el copiloto no será un completo desconocido y que el destino es parecido, además de que la empresa garantiza la seguridad por ser una mecánica solo para empleados.
Algo que a Telefónica no se le escapa, además, es que con esto se pretende reinventar la forma en la que nos desplazamos al trabajo, pero también la manera que tenemos, últimamente, de relacionarnos con nuestros compañeros. Es algo lógico que estos trayectos pueden incidir positivamente en la cercanía con la que muchos interpretan ir al trabajo y relacionarse con compañeros y compañeras.
Con esta medida, Telefónica busca un equilibrio interesante entre sostenibilidad y bienestar laboral, con menos coches, con menos estrés y, de paso, con más oportunidades de conversación fuera de las cuatro paredes de una oficina. Según la compañía, la iniciativa contribuirá a mejorar la calidad de vida en sus centros y a reforzar la cohesión entre las empleadas y empleados. A priori, lo cierto es que suena bien.
Y, en el fondo, conviene recordar que esta iniciativa no hace sino recuperar una costumbre que el individualismo y la comodidad habían arrinconado. Lo de compartir coche para ir al trabajo es algo que antes se hacía por necesidad y que ahora, inmersos en el caos del día a día, se nos ha complicado. Hoy, más que por eso, se debería hacer por responsabilidad. Al fin y al cabo, si tenemos que ir a trabajar obligatoriamente, que lo hagamos sabiendo que estamos ahorrando y haciendo algo bueno por el planeta.
 
			