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Adiós a las adopciones: los gatos negros tendrán que esperar a que pase Halloween y estos son los motivos

por Miguel R. R.
30 de octubre de 2025
Adiós a las adopciones: los gatos negros tendrán que esperar

Adiós a las adopciones: los gatos negros tendrán que esperar

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Cada octubre, es natural que las calabazas empiecen a multiplicarse y los disfraces invadan todos los escaparates para alentar a la gente a celebrar Halloween. Lo que no es tan típico, quizá, es que las protectoras de animales en España se tengan que preparar para una de las épocas más absurdamente peligrosas del año. Y es que Halloween, a veces, también saca lo peor de las personas. Y no, no tiene que ver con los fantasmas ni con los zombis, sino con algo mucho más real y terrenal. Mucha gente aprovecha para adoptar gatos negros, unos felinos preciosos y elegantes, para que acaben siendo víctimas de supersticiones que, a estas alturas del siglo XXI, deberían estar momificadas.

Un panorama dantesco, ante el que varias asociaciones animalistas han decidido poner freno. De hecho, ya se limitan o, directamente, paralizan la adopción de gatos negros en los días previos al 31 de octubre para evitar estas situaciones. Y no, no es porque se hayan vuelto muy selectivas de repente, sino porque saben lo que pasa cada año. Tras Halloween, se reportan abandonos, maltratos o rituales que rozan lo grotesco. Y para nada es una exageración. En los registros de muchas instituciones constan ya numerosos casos de animales utilizados como decoración o, peor aún, como parte de ceremonias pseudoesotéricas que harían sonrojar a cualquier persona cuerda.

Una creencia antediluviana

La medida puede parecer drástica, pero es muy necesaria. Las protectoras han aprendido que la prevención es más efectiva que el arrepentimiento y es por eso que prefieren aplazar las adopciones hasta noviembre y reforzar los controles antes que arriesgar la vida de un gato por culpa de la superstición o de las prácticas extrañas de muchos perturbados que convierten la vida de un animal en un juego. De paso, aprovechan para lanzar campañas que explican lo obvio. Sí, al parecer es necesario explicar que los gatos negros no traen mala suerte. Quizá la mala suerte es tener que convivir con gente que todavía lo cree.

Y es que el prejuicio contra estos felinos es aún muy resistente. Son, estadísticamente, los felinos menos adoptados y algunos dicen que no lucen bien en las fotos o que temen el mal fario. Una demostración más de que la estética también puede ser cruel cuando se combina con la ignorancia. Mientras tanto, los refugios insisten en un mensaje común de que los animales no son accesorios ni símbolos de Halloween, sino seres vivos con emociones, necesidades y una paciencia infinita hacia el ser humano.

Salvajadas con los gatos al servicio de rituales macabros

Carlos Rodríguez, veterinario y presentador de ‘Como el perro y el gato’, lo resumió así con precisión: “La estupidez humana no tiene límite”. Y no parece que le falte razón, pues contó incluso haber visto casos de gatos quemados en rituales en pleno siglo XXI. Una muestra de que podemos avanzar en muchas cosas, pero tenemos deberes por hacer en el sentido común. Sigue existiendo gente capaz de hacer barbaridades porque un animal nació con un pelaje determinado.

La historia se repite cada año, como una mala secuela. Y aunque las protectoras logran contener gran parte del problema, la raíz sigue siendo cultural. Halloween, importado con entusiasmo desde Estados Unidos, ha traído consigo disfraces, caramelos y también cierta fascinación por lo macabro, pero todo tiene un límite. Lo curioso es que el gato negro, en otras culturas, es símbolo de fortuna, elegancia y hasta protección, como en Escocia o en Japón, por ejemplo. Una realidad que, de pronto, nos expone que quizás el problema no sea de los gatos, sino del pensamiento de algunos humanos.

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