El Granada CF no está en su mejor momento de la temporada y necesita potenciar su reconstrucción bajo el mando de Pacheta con el objetivo claro de recuperar identidad y frescura en ataque tras un inicio de temporada lleno de dudas. En ese proceso, Souleymane Faye se ha convertido en una de las irrupciones más estimulantes del equipo.
Su energía, su atrevimiento y su capacidad para alterar el ritmo de los partidos han aportado un soplo de aire fresco a un conjunto que necesitaba encontrar desequilibrio por fuera y profundidad en sus transiciones ofensivas. El extremo senegalés, de apenas 22 años, ha respondido con madurez a la confianza del técnico, que lo necesita, sin duda, para seguir encontrando el camino correcto.
De apuesta a certeza
El extremo ha pasado de ser una apuesta de futuro a transformarse en un recurso real y tangible para el presente, gracias a su velocidad, su agresividad en los duelos y su creciente entendimiento del juego colectivo. En un vestuario que busca nuevas jerarquías, Faye se está ganando el respeto a base de carácter y rendimiento, demostrando que puede influir tanto en el marcador como en la estructura táctica del equipo.
Su impacto no solo se mide en goles o asistencias, sino en la sensación de amenaza constante que genera cada vez que encara. Faye ha devuelto al Granada esa verticalidad perdida, ese instinto por mirar siempre hacia adelante y romper líneas con convicción. En un equipo que aún se recompone tras un descenso doloroso, su figura representa ambición, descaro y esperanza. A partir de esa base, su papel en la pizarra y su evolución dentro del sistema de Pacheta explican por qué su nombre empieza a consolidarse como una pieza indispensable en el nuevo Granada.
Souleymane Faye en la pizarra
Souleymane Faye nació en la ciudad Dakar en 2003 y se formó en la prestigiosa Academia Galaxy FA de Senegal, una cantera reconocida por su capacidad para exportar talento hacia el fútbol europeo. Su salto al continente llegó en 2022, cuando se incorporó al Club Deportivo Granada, un equipo con el que rápidamente creció y destacó por su potencia y determinación en los metros finales. Un paso que lo hizo tener su primera experiencia al amparo de un Granada que hoy respira con su talento.
Su perfil futbolístico se define por la explosividad y la valentía. Extremo diestro que suele actuar a pierna cambiada, Faye combina una zancada poderosa con una notable capacidad para el desborde en carrera. Le gusta atacar el espacio, pero también tiene la madurez suficiente para ofrecer apoyos y liberar compañeros.
Aunque su juego aún necesita mayor pausa en ciertos momentos, posee una energía contagiosa y una actitud competitiva que lo convierten en un revulsivo ideal. Además, destaca por su disciplina y por una ética de trabajo que ha impresionado a los técnicos que lo han dirigido. Su margen de mejora es amplio, pero su techo, si logra afinar la toma de decisiones, apunta a un nivel muy superior al promedio de la categoría.
Desde el punto de vista táctico, el jugador senegalés se está erigiendo como una alternativa válida para Pacheta que permite dar amplitud al sistema ofensivo y, al mismo tiempo, introducir un perfil más dinámico. Faye exhibe buen manejo del uno contra uno, arranques en velocidad y capacidad para generar peligro tanto en posición de extremo puro como en diagonales hacia dentro.
Vértigo y protagonismo
Esto se ajusta al requerimiento de un equipo que, tras un tiempo de baja productividad y cambios, necesitaba reactivar su propuesta ofensiva. La brillante actuación ante equipos como el Real Sociedad B, donde obtuvo una actuación más que superior a la media del plantel en ese duelo, muestra que el futbolsita africano puede ser determinante en ciertos momentos de juego donde el Granada necesite un punto más de rock and roll. Un perfil joven que conecta con el mensaje de renovación que quiere transmitir la plantilla granadinista y que, además, refrenta su perfil.
El arranque de temporada de Souleymane Faye en el Granada CF bajo la batuta de Pacheta ha dejado ya señales de una apuesta de futuro que, pese a su juventud, está comenzando a materializarse en aportaciones más que concretas. En diez partidos oficiales de liga ya ha acumulado dos goles y dos asistencias, una cifra que revela un claro impacto ofensivo considerando su adaptación a un nuevo entorno y un equipo en proceso de redefinición.
Las estadísticas de disparos, catorce en los enfrentamientos disputados, y de contribución directa a gol por cada noventa minutos lo sitúan en percentiles elevados dentro de la categoría y lo señalan como un futbolista a tener muy en cuenta para entender su rol y su capacidad de ser clave en el Granada. Su llegada, pagada por el club andaluz con una inversión cercana a los 600000 euros, demuestra que el Granada buscaba inyectar esa apuesta en velocidad, desequilibrio y verticalidad por las banda, todos atributos que Faye posee de forma natural.