El Real Valladolid Promesas cosechó su cuarta derrota consecutiva a domicilio después de competir frente al Numancia en Los Pajaritos; fundamentalmente, cuando jugó con once. Una doble amarilla a Sergi Esteban -fue menos la primera que la segunda- favoreció a los rojillos, que remontaron el gol inicial de quien después sería expulsado. Con igualdad numérica, durante los primeros 45 minutos, fueron los blanquivioletas un igual (como mínimo) a un aspirante a terminar arriba que, en la reanudación, expuso una gran pegada para remontar.
El filial salió sin complejos, buscando el robo alto en la primera o la segunda jugada y verticalizar. Así intentó dos veces proyectar a Carvajal en los primeros minutos, ante un conjunto soriano que apostaba por la tenencia desde el principio, pero también por contrapresionar, lo que le permitió recuperar en alguna ocasión durante el primer cuarto de hora y alcanzar zona de tres cuartos. Tras una de estas acciones llegaría, cerca del ecuador del primer tiempo, el primer disparo con marchamo peligroso del encuentro, de Juancho, que se fue desviado.
No tenía el juego, con todo, demasiado ritmo cuando el Promesas llevó bien el balón de lado a lado y hacia adelante hasta encontrar a Tommy en el pico del área, donde habilitó la entrada en el área de Sergi Esteban, cuyo tiro golpeó en Ian Olivera, haciendo inútil cualquier intento de detener de Miguel Ángel y llevando al marcador el 0-1. Tras marcar, el filial mantuvo el guion que imperaba hasta entonces; fue solidario en defensa y logró ahogar a un Numancia que, poco antes del descanso, pidió un penalti de Arco sobre Alain que el árbitro no atendió.
⏱ 30’ | 0-1 | ⚽️ ¡GOOOOOL DEL PUCELA! ¡GOOOOOL DE SERGI ESTEBAN! Tomy dejó el balón al , cuyo disparo tocó en un rival y acabó en la red
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— Cantera Real Valladolid (@RVcantera) November 2, 2025
Remontada en un pispás
Nada más arrancar la segunda parte, Héctor Peña buscó la cruceta de la portería de Álvaro de Pablo en un tiro lejano. Para entonces, el Real Valladolid Promesas había tenido que recolocarse en un 1-4-4-1, después de que Sergi Esteban, en la última jugada de la primera mitad, viera la segunda amarilla, ubicando a Tommy en el costado que el madrileño dejó vacío. Animaba esto a hacer un ejercicio de supervivencia contra un Numancia que es uno de los ‘gallos’ y que desde que llegó Ángel Rodríguez solo había conocido la victoria.
No transcurrió demasiado tiempo antes de que Cristian Delgado hiciera el gol del empate. Juancho asomó en la línea de cal y sirvió el balón al punto de penalti, que ganó el delantero solo, más allá de la defensa estática del Promesas que, impreciso en la defensa de la acción, recibió demasiado pronto el tanto de la igualada. Igual que no fue bueno ese repliegue, tampoco estuvo bien el filial en el 2-1, de nuevo, obra de Cristian Delgado, que cazó aprovechó otra jugada que venía de la izquierda para voltear el marcador antes del 60′.
Entre ponte bien y estate quieto, y después de una dura acción de Jesús Martínez sobre Jannick, que se tuvo que ir lesionado, pasaron más de diez minutos. Javi Baraja se protegió y retiró al cántabro, permitiendo volver a ver a Koke de mediocentro mucho tiempo después. Una vez se pudo asentar en el juego, el Promesas se adueñó del cuero y adelantó líneas; cambió el dibujo, pasó a cerrar con tres y llevó a su área al Numancia, cuya afición llegó a lamentar un gol que no fue de Carvajal, en un remate que se marchó fuera por poquísimo.
⏱️83′ I3-1I ¡¡Gooooooooooooll del Numannnnciaaaaaaa!!
¡Jaaaaaviiiiiii Booooooniiiiiiiiiiiillllllaaaaaaaaaaaa desde los once metros!#NumanciaValladolidPromesas I #SegundaRFEF pic.twitter.com/YXHe5pojI8
— CD Numancia (@cdnumancia) November 2, 2025
Un penalti acaba con el ímpetu del Promesas
Adoptar riesgos tiene estas cosas, y más con diez. Cuando vas al frente puede pasarte lo que le pasó al Promesas, que fue introducir una serie de cambios buscando un refresco que le permitiera afrontar los últimos compases con energía y ver cómo el colegiado señalaba un penalti de Aranda que seguramente no fue. El central fue abajo, por detrás del delantero, y pareció tocar el cuero, pero el trencilla señaló la pena máxima que, a falta de seis minutos más el tiempo complementario, acabaría con el ímpetu de los blanquivioletas, puesto que Bonilla lo ejecutó a la perfección.
Aun con dos goles por debajo, el conjunto de Javi Baraja no bajó los brazos y dispuso de una doble ocasión de Ali y Galde, que obligaron a intervenir a Miguel Ángel. Y es que quizás era poco el margen que había para lograr la hombrada, pero al menos querían los vallisoletanos agarrarse a las cosas buenas que habían hecho. Y es que, pese a sumar su cuarta derrota en cinco partidos a domicilio, lo cierto es que el Promesas, jugando once contra once, no fue ni mucho menos inferior a un Numancia que es un buen equipo y al que, además, este domingo le sonrió el arbitraje.