El Real Valladolid sacó ante el Granada su cara más resiliente en lo que va de la temporada. Por primera vez, obró una remontada con la que a buen seguro pocos contaban al descanso, cuando el conjunto que dirige José Rojo Pacheta era superior en el marcador y en las sensaciones. Esta no solo fue la primera en lo que va de curso, sino que también se convirtió en la primera ocasión que los blanquivioletas voltearon un resultado en Zorrilla desde mayo de 2024, cuando ganaron por 3-2 al Villarreal B en el partido que acabaría con el ascenso a Primera.
Precisamente, esa resiliencia mostrada por el conjunto entrenado por Guillermo Almada es lo que más tenía el equipo entonces comandado por Paulo Pezzolano, que acostumbró a la afición a caminar sobre el alambre, pero también que no se daba por vencido. Así, durante aquella campaña 2023/24 el ‘efecto remontada’ se produjo en hasta cinco ocasiones: en el mencionado envite ante el filial amarillo, pero también, anteriormente, frente a Mirandés (por 3-2, en el que seguramente fue el partido más loco de toda la temporada), Real Racing Club (2-3), Amorebieta (2-1) y Eibar (3-1).
▶ PUCELA INSIDE
Ya disponible el Inside de la victoria de anoche en Zorrilla en #PucelaPlay:https://t.co/JAJAoexBk0 pic.twitter.com/pQg0a4rK9I— Real Valladolid C.F. (@realvalladolid) November 4, 2025
Fiabilidad frente a remontada
Tras ganar este pasado lunes al Granada, el Real Valladolid acumula cinco triunfos en doce fechas. En las cuatro primeras, comenzó gobernando y así terminó, aunque contra el Almería sufriera hasta el final para poder quedarse con los tres puntos, que llegaron con sendos tantos tardíos de Latasa, de penalti, y de Maroto; ambos en el tiempo complementario. Por el camino, se adelantó también contra el Deportivo de La Coruña, aunque el penalti tardío de Pablo Tomeo -desencadenante del ‘castigo’ de Almada- impidió abrochar después el triunfo.
De esta manera, son cinco veces las que los blanquivioletas se han puesto por delante, las mismas que han logrado vencer, lo que supone un signo de fiabilidad, por más que Almería y Depor consiguieran por el camino complicarles la vida. Esta señal se veía enfrentada hasta ahora con su capacidad para la remontada, puesto que en dos ocasiones, contra Real Zaragoza y Mirandés, lo había dejado a medias: en el Ibercaja Estadio frente a los zaragocistas y en casa ante los jabatos fue capaz de neutralizar un tanto rival, pero no de ganar, como sí esta vez.

La última en casa no es la última
Con todo, esos diecisiete meses y pico que hacía que el Real Valladolid no volteaba en su casa un marcador en contra no son los mismos que llevaba sin hacerlo en general, puesto que, dentro del desastre que fue la pasada campaña, obró una remontada: ante el Deportivo Alavés en Mendizorroza, hace algo más de un año. Fue un 18 de octubre, en el último triunfo liguero de Pezzolano, cuando sumó de tres en Vitoria, tras dar la vuelta a un gol tempranero de Toni Martínez.
Lo hizo con sendos penaltis de Sylla y Amallah y uno más de Anuar, que encontraron la respuesta tardía, ya en el tiempo añadido, de Kike García, que puso el definitivo 2-3 en el 97′, un resultado que permitía acercarse a esos puestos de descenso que ocupó el equipo durante todo el curso. Un contraste claro -obviamente, empezando por la categoría- con ese respaldo anímico que ha de ser la victoria ante el conjunto nazarí, aspirante, igual que el Pucela, a pelear por las posiciones de cabeza en LaLiga Hypermotion, en la que se ha colocado séptimo, con diecinueve puntos, a uno del Cádiz, su próximo rival.
