Los secretos que guarda Castilla y León son enormes. A todos los niveles. Las joyas escondidas en muchas de las provincias de esta autonomía da la oportunidad a los viajeros curiosos para descubrir cosas interesantes a poco que indaguen. Es el caso de Segovia, que esconde una joya bellísima a las puertas de las Hoces del Duratón. Sepúlveda, un municipio segoviano a poco más de una hora de Madrid, es un lugar lleno de encantos que puede ser ideal para una escapada perfecta.
La zona es un espacio maravilloso. A las puertas de un Parque Natural como las Hoces del río Duratón se sitúa este espacio privilegiado en el que perderse, ya sea para encontrar un remanso de paz para disfrutar de la calma de la zona, como para hacer un plan improvisado en pareja o bien en familia. Una maravilla en Segovia que podrás disfrutar con sus múltiples atractivos y planes disponibles para que disfrutes en la zona.
Sepúlveda, un tesoro en medio de Segovia
Hay que conocer de este pueblo que no se queda solo en lo que es hoy, sino en sus profundas raíces e historia. En este espacio de algo menos de mil habitantes residen algunos atractivos históricos muy relevantes, para poder disfrutar como visitante. Más allá de las propias Hoces del Duratón, que especialmente son más que llamativas en otoño, con unos colores preciosos en el entorno, la realidad es que hay mucho que ver.
Para empezar, hay que saber que el origen de Sepúlveda está en un castro celtíbero que fue habitado por los Arevacos, algo que ya de por sí tiene un atractivo tremendo para los amantes de la historia. Pero ojo, que no acaba aquí, pues la gran actividad posterior por parte de los romanos hace que haya numerosos restos arqueológicos de la época latina en la península. Claro, los visigodos también llegaron a pisar este suelo segoviano, dejando una gran necrópolis con más de 600 sepulturas y que tiene una primera mención escrita en una crónica oficial de Alfonso III. Casi nada. Una realidad que muestra que Sepúlveda es un testigo clave y de excepción.
De la misma manera, hay numerosas historias y leyendas, como la que habla de las siete llaves sobre el reloj de la Plaza Mayor de Sepúlveda, que en teoría abren las siete puertas de la muralla histórica de la ciudad y que tiene cabida en los famosos versos de Antonio Machado en los que se habla de esto, por ser el poeta español un enamorado de la zona, por la que pasó en varias ocasiones.
Una joya en un paraje natural único
Lo que está claro es que esta maravilla está llena de secretos y es una opción sencilla para perderse y disfrutar con lo que ofrece el pueblo, pero también su entorno. Una zona privilegiada para disfrutar de unos parajes excelentes para hacer rutas y disfrutar de todos los escenarios naturales que rodean al pueblo, más allá incluso de la belleza de los cañones de las Hoces del Duratón.
Con rutas que surgen tras recorrer las calles de origen medieval de Sepúlveda, el paseo a la ermita de San Frutos se hace cómoda para quienes quieran disfrutar, incluso en familia, de vistas espectaculares con una flora y fauna tremenda, que permite, además, poder ver buitres leonados en la zona y que te permitirá disfrutar de un paraje inmenso, con diferentes opciones surtidas de rutas señalizadas para recorrer a pie, en bici o incluso en canoa, pudiendo disfrutar de manera muy variada de todo lo que ofrece un destino maravilloso y muy cerca de la capital.
