Pocas veces, en Valladolid, un restaurante se llevó tantos focos como Martín Quiroga. En una semana marcada por muchos en el calendario, el restaurante se ha convertido en todo un fenómeno para la ciudad, pues ya se han podido ver fotos de todo tipo en las que las colas a la puerta del nuevo local han sorprendido a todo el mundo, incluidos los dueños.
El pasado martes 4 de noviembre se abrió el calendario de reservas presenciales para poder conseguir una mesa en 2026 y a las nueve de la mañana, cuando se levantaba la persiana del local, ya había gente que acumulaba casi un día entero de espera, para evitar quedarse sin la oportunidad de disfrutar de la experiencia culinaria de Martín Quiroga el próximo año.
Restaurante familiar y locura en Valladolid
Parece una locura, pero es cierto que no es fácil conseguir una mesa en este restaurante vallisoletano, que desde diciembre de 2011 hace las delicias de los comensales que pasan por sus mesas con la tradición y el cariño de la familia Martín Quiroga, con Nicanor y Marcos como piezas fundamentales en el restaurante en la actualidad. El éxito de su cocina no es casual, pues es fruto de años de trabajo que trata de combinar años de tradición exquisita de una zona y de una familia siempre ligada a la hostelería con el toque moderno de una cocina de autor cuidada y con un producto envidiable.
Las reservas presenciales, a mediados de noviembre, se han convertido en una tradición en la ciudad. La pelea de ser uno de los agraciados a la hora de poder comer en Martín Quiroga a lo largo del año 2026, sabiendo que es un lujo que no muchos logran tener año tras año. Muchos, de hecho, ya aprovechan para pedir mesa en varias ocasiones, facilitando poder tener el lujo de disfrutar de la carta del restaurante a lo largo del año sin problema por la reserva.
Algo que fomenta esa sensación de que ni siquiera un restaurante familiar como Martín Quiroga queda libre de las modas y del afán de la gente por mostrar un ingenio más allá de la lógica. Con una apariencia más de festival que de cola para reservar en un restaurante, la apariencia de la calle en la que está emplazado el local ya casi no sorprende a sus vecinos, resignados, que saben que es algo habitual en estas fechas, al ser la reserva de una mesa en el restaurante vallisoletano un auténtico fenómeno.
Una mesa en Martín Quiroga, un bien de mucho valor
Es por eso que una reserva en Martín Quiroga casi parece un premio a la constancia. Por eso y porque apenas son cuatro mesas las que pueden ofrecer, con dieciséis sillas, así como una barra con cuatro taburetes. Un aforo que no da lugar a poder tomar nota de todas las personas que ansían poder tener su sitio en el restaurante cada año y que fomenta las ya conocidas colas a la puerta del local.
Y no todos llegaron al final, pues a muchos no les dio la vida para poder encontrar mesa y otros tantos, directamente, vieron que no podían esperar todo lo que exigía una cola fuera de lo habitual para un restaurante, entre la resignación y la pena por tener que esperar, quizá, a 2027.
En ese sentido, tanto Nicanor como Marcos, gerentes del restaurante, siguen sorprendidos por todo este bullicio, así como agradecen el cariño que la gente de Valladolid (y de fuera de Valladolid) sigue mostrando a la marca Martín Quiroga, que una vez más ha agotado las reservas para todo el año 2026, apenas unas horas después de haber abierto el plazo. Una experiencia culinaria de otro nivel que exige, antes de poder disfrutarla, un carro de resistencia y, sobre todo, paciencia.
