Visita complicada la que afrontó el Real Valladolid. Los de Guillermo Almada viajaron hasta el Nuevo Mirandilla para enfrentarse a un Cádiz que si bien en las jornadas anteriores no era capaz de materializar el volumen ofensivo que generaba, mantenía su portería a cero. Precisamente, la problemática de cara a portería también la arrastra el equipo del José Zorrilla y ese choque de dinámicas desembocó en un resultado que podía hasta ser previsible, teniendo en cuenta la ‘locura’ de LaLiga Hypermotion: 0-0.
Le costó al conjunto blanquivioleta entrar al partido y, en la contraparte, el Cádiz quiso sorprender desde el primer minuto. De hecho, pudo adelantarse rápidamente tras una pérdida de Ponceau que provocó una transición rápida en la que Suso, con una gran maniobra, dejó solo a Tabatadze, que mandó el balón al fondo de la red con un potentísimo tiro, pero la jugada fue invalidada por fuera de juego.
El Pucela no fue capaz en la primera mitad de encontrar la fluidez en su juego y apenas intimidó en 45 minutos a Víctor Aznar. Quizás la más clara en clave blanquivioleta – hoy de negro y violeta – estuvo en la cabeza de Marcos André, Alejo puso un buen centro al segundo palo, el brasileño entraba en carrera pero a la hora de rematar no fue capaz de dirigir el cuero hacia los tres palos y se marchó muy desviado por la línea de fondo. Fue en el último tramo del primer acto.
A pesar de que el Cádiz tenía más control, tampoco generaba grandes ocasiones de gol. Sin embargo, en la última jugada antes del entretiempo, tuvo que aparecer Guilherme Fernandes, de nuevo salvador, para evitar que los locales se adelantasen. García Pascual cabeceó la pelota de una forma muy potente y el luso tuvo que tirar de reflejos para desviarla hacia el larguero.
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— Real Valladolid C.F. (@realvalladolid) November 9, 2025
El Real Valladolid fue hacia arriba en la segunda parte
Comenzaron los de Guillermo Almada la segunda mitad con más alegría, más presionarte en campo rival y con más presencia. Movió pronto el banquillo el uruguayo, dando entrada a Chuki y a Biuk por Marcos André y Peter Federico, volviendo a permutar entre el 1-4-4-2 y el 1-4-2-3-1. Jorge Delgado se quedó como referencia en la punta del ataque. Estas sustituciones reforzaron la idea del Real Valladolid tras el descanso. Con todo, una Guilherme tuvo que ser importante.
Tras un error de Juric cerca de su propia portería, el Cádiz montó el contragolpe y Suso lo finalizó, pero apareció el portugués para despejar el disparo. A partir de ahí, la mayoría de ocasiones fueron para los visitantes. Chuki lo intentó con un tiro muy lejano que se fue desviado por poco y Biuk también tuvo su oportunidad con una buena volea tras un despeje de cabeza en un córner, el cual se marchó por encima del travesaño.

Tuvo que detener el colegiado el encuentro puesto que, entre diversos aviones de papel, desde la grada se lanzó un tubo de plástico. Sin embargo, tras su advertencia el encuentro se pudo desarrollar sin mayores contratiempos. Se frenó el ritmo en el tramo final de un choque que ya de por sí no fue de muchas ocasiones para ninguno de los dos equipos. La intervención más importante de Aznar fue tras un intento de Amath. El extremo sacó un buen disparo desde dentro del área que el cancerbero local repelió. El rebote le cayó a David Torres, que lo intentó de nuevo, pero llegó bien a taponar Iker Recio, especialista en ese tipo de acciones.
Finalizó el encuentro con el empate inicial. Tercer empate a cero consecutivo cosechado por el Cádiz. El Real Valladolid puede dar por positivo el punto si, como bien dice el dicho popular, se ‘hace bueno’ el viernes en el Estadio José Zorrilla contra la Unión Deportiva Las Palmas. En definitiva, fue un reparto de puntos justo en un encuentro muy disputado y con dos partes diferenciadas.
