La Real Sociedad B recibe en San Sebastián a un Real Valladolid que quiere picar piedra para alejarse de las malas sensaciones de estas últimas semanas. Y la realidad de esta Real Sociedad B habla de un rival que no solo lo puede poner difícil, sino que además puede ser un rival con armas para atacar las debilidades de los de Almada. Jon Ansotegi ha creado un equipo que quiere dominar, incluso sin balón.
Esa verticalidad le ha traído no pocos problemas, pues el equilibrio entre goles a favor y en contra del Sanse evidencia las mejoras necesarias a nivel defensivo de un equipo que, sin embargo, sigue flotando sin problema lejos del descenso, aunque haya pocos puntos de margen. El juego de esta Real Sociedad B se basa en el vértigo. Aun con grandes peloteros que suelen quedarse la pelota animando al rival a quitársela, la dirección de juego siempre mira hacia adelante, donde los extremos dan verticalidad y pueden evidenciar que los más de veinte goles de las primeras catorce jornadas no han sido suerte.

En casa, la Real Sociedad B es un equipo intratable. Solo han dejado escapar seis puntos de los veintiuno que se han jugado en San Sebastián y, de ser esta competición solo de localías, el equipo de Ansotegi sería quinto clasificado, tras Almería, Racing, Las Palmas y Éibar. Un contraste evidente con las siete derrotas cosechadas lejos de casa, que les llevan a ser farolillo rojo de la tabla de visitantes.
La Real Sociedad B, línea por línea
En la portería, casi un fijo, personificado en la figura de Aitor Fraga. El portero de 22 años y casi 1.95 de altura se ha hecho fuerte bajo los palos, con once partidos ya como guardameta de la Real B, a pesar de que Ansotegi ha querido rotar en varias ocasiones. De hecho, en el último duelo, donde la Real Sociedad B recibió cinco goles en contra, no fue Fraga, sino Egoitz Arana quien protegía la meta del Sanse (Fraga, de hecho, estuvo fuera de la convocatoria), siendo una muestra clara de esa búsqueda de un perfil que le dé confianza plena, sabiendo además que Aitor Fraga es comúnmente llamado por Sergio Francisco para entrenar con el primer equipo.

En la defensa, forma casi siempre con una defensa de mucha confianza, con Peru Rodríguez y Luken Beitia en el centro de la zaga y con las bandas cubiertas por Unax Agote por izquierda y Jon Garro o Alberto Dadie por derecha, tras la lesión de menisco del malogrado Iñaki Ruipérez. En este último caso, un extremo reconvertido que le da mucha profundidad, dándole un dos contra uno en banda muy efectivo cuando se junta con Astiazarán, uno de los perfiles vitales en ataque. Una línea defensiva algo asimétrica cuando Dadie se lanza, pero que tiene sentido con Agote, que puede incluso formar como central abierto. El líder, sin duda, es Peru, que está siendo un pilar básico en defensa.
En el centro del campo, el mando de la nave es para Tomy Carbonell y Mikel Rodríguez, dos de los perfiles más valiosos e interesantes de la medular donostiarra. Siendo perfiles de robo (Carbonell es líder interceptando balones en su equipo) y construcción, su papel en este equipo vertical es buscar con velocidad la salida por delante, algo que realizan a la perfección por su buena visión y capacidad para dirigir el juego en escalones distintos y atreverse a envíos verticales hacia adelante, bien hacia las bandas o hacia un perfil intermedio como el de Gaizka Gorosabel.
En el canterano de 19 años se basan muchas de las aspiraciones de la Real Sociedad B a la hora de gestionar balón y darle sentido a su ataque. Gorosabel tiene esa capacidad para moverse entre líneas y encontrar huecos para un pase que pueda amargar la vida al rival, encontrando vías hacia el perfil más rematador y peligroso, Gorka Carrera, pero también sabiendo moverse hacia los perfiles laterales, con Astiazarán u Ochieng como actores principales. Actualmente, Gorosabel lleva 3 asistencias en lo que va de temporada y es uno de los grandes animadores del juego ofensivo del Sanse.

En el ataque, el trío maravilla en el que se resguarda Ansotegi para la búsqueda del gol: Gorka Carrera, Lander Astiazarán y Job Ochieng. Los tres futbolistas encabezan las listas de generación de goles y asistencias, siendo junto a Gorosabel el componente de peligro clave de la Real Sociedad B. Desde la izquierda, Job Ochieng es una bala con claridad en el regate. En la derecha, Astiazarán sabe moverse pegado a la banda y encontrar vías por dentro para sorprender en el hueco central-lateral. Por dentro, el gran delantero centro Gorka Carrera, que sigue sumando goles y que hoy ya ha conseguido nueve goles entre tantos propios y asistencias a compañeros.
¿Cómo le puede hacer daño la Real Sociedad B al Real Valladolid?
La movilidad de Ansotegi entre el 1-4-3-3, el 1-4-2-3-1 y hasta el 1-4-5-1 ha hecho que sus piezas estén acostumbradas a maniobrar rápido en medio de los partidos para encontrar las mejores vías al gol. En ese camino, la realidad es que es un equipo que quiere salir desde atrás, atraer rival y conducir rápido el balón arriba.
Ante equipos como el Valladolid, la búsqueda siempre será romper línea de presión blanquivioleta y buscar la velocidad de sus bandas, tratando de equilibrar esa velocidad para avanzar con su capacidad para subir líneas y acompañar. Un marco de juego que al Pucela le debería ir bien, pero que puede ser un arma de doble filo en un intercambio de golpes que puede decantarse por cualquiera.
