Guillermo Almada volvió a comparecer en la sala de prensa del estadio José Zorrilla este sábado con la cara larga propia de quien ha perdido un partido como el del Real Valladolid contra el Andorra. Lo hizo después de ver a su equipo desnaturalizado, o así le pareció que había sucumbido. “Creo a muerte en estos futbolistas y esto termina en junio”, aseveró. Aunque no por ello obvió lo sucedido: “Jugamos un segundo tiempo espantoso; el peor desde que llegamos aquí”.
No es que el primero le pareciera quizás mucho mejor, aunque al menos en él hubo ocasiones. En el segundo, nada. “Erramos futbolísticamente. No encontramos dos pases seguidos. Tenemos que analizar las causas, porque no nos había pasado nunca, más allá de obtener algunos resultados que no queríamos. Siempre habíamos tenido protagonismo y generábamos más que los rivales”, lamentó Almada, que apenas quiso entrar a valorar las oportunidades que habían tenido antes de esa desastrosa segunda parte, en la que el Andorra fue dominador del esférico y de los tiempos de juego.

Los cambios de Almada, clave
Fuera por casualidad o por causalidad, lo cierto es que el Real Valladolid perdió predicamento cuando Almada retiró a Ponceau para dar entrada a Meseguer (aunque tampoco las otras permutas aportaron demasiado). Se debió, dijo el uruguayo, a que el francés “estaba condicionado por la amarilla” y temía el poder quedarse con diez, pero fue peor el remedio que la enfermedad. Con todo, no quiso el técnico poner el foco en nadie e insistió en que habían “errado muchísimo”, aunque sí reconoció que las variantes “fueron a menos” y no encontraron los blanquivioletas “la clave colectiva”.
El hecho de no dar “dos pases seguidos” denota el “segundo tiempo muy malo” realizado, uno en el que, para más inri, se vio al equipo superado (a Tenés, el que más). Esa “falta de identidad” del equipo de Almada no le hizo ser extremadamente duro de puertas para afuera al entrenador, no obstante, ya que “nadie va a entrar queriendo errar un gol o un pase”. Sin embargo, lamentó que creía haber perdido lo cosechado en Huesca. “Creíamos que habíamos encontrado un punto de partida al encontrar la efectividad”, arguyó. Obviando, seguramente, otras cosas que se habían hecho mejor.
▪ RUEDA DE PRENSA
“Me preocupa la falta de identidad en el segundo tiempo”. https://t.co/SvHUlWLemL#RealValladolidAndorra— Real Valladolid C.F. (@realvalladolid) December 13, 2025
“Estos son los jugadores que tenemos”
Aunque apostilló que “son jugadores con buenas condiciones”, Almada tiró en un momento dado de su rueda de prensa de lo que pareció cierta resignación. “Son los jugadores que tenemos”, empezó diciendo, en un instante en el que fue preguntado por su cuota de responsabilidad en la derrota. “Seguramente tenga la que debo tener. Seguiremos intentando mejorar. Que todas estas situaciones que nos tocan vivir nos dejen aprendizaje y no se repitan más”, continuó, allí donde tanto se habló de aprendizaje en otros momentos el año pasado.
Durante el partido, antes de que el equipo encajara el gol, Guillermo Almada escuchó por primera vez en Zorrilla gritos claros de hastío y un claro “Almada, vete ya”. Algo que naturalizó como “situaciones normales” que viven los entrenadores, aunque recordó, precisamente, la temporada pasada a continuación. “Se cambió tres veces y no fue una medida eficaz. La solución la tiene la propiedad. Yo ya dije mi posición. Sé que estas situaciones son normales, porque armamos un equipo nuevo, y con gente joven. Lo que me sorprendería sería jugar como el Milan de Sacchi, porque esa no es la realidad”, concluyó.
