Rubén Arranz y Raúl Blanco son conscientes de que el ascenso directo es una empresa harto complicada. Sin embargo, por más que la cabeza les dicte un abandono, sus corazones escriben “lucha; sueña, y así quizá te lleves una grata sorpresa”.
“No lo puedo negar: mi cabeza me dice que el ascenso directo es imposible, no porque no vayamos a intentarlo nosotros o porque no debamos, sino porque Celta y Córdoba con un punto cada uno hacen los deberes, por lo que creo que irán a por el empate sin riesgo alguno”.
Así de tajante se muestra Rubén Arranz cuando se le pregunta sobre las posibilidades de ascender de forma directa. ¿Quiere decir que no sueña? Nada más lejos. “Mi corazón me dice que aún hay opciones, ganamos al Guadalajara, el Córdoba mete sin querer un gol de rebote, de penalty, un rechace, un córner… y que el ascenso directo es posible”, apostilla.
Este sentir, aunque pueda parecer extraño, está instalado en un puñado de corazones blanquivioletas capaces aún de imaginar la fiesta del ascenso este mismo domingo. Aunque la cabeza les dicta un abandono, él escribe en su cuaderno “lucha; sueña, y así quizá te lleves una grata sorpresa”.
Raúl Blanco también piensa que ésta se podría dar. “Quizá el Celta no quiera arriesgar. Al ser su partido definitivo hacia el ascenso, puede ir a intentar matar el partido y certificar rápidamente el ascenso, lo que puede activar de manera letal al Córdoba, que bien es cierto no es igual de duro fuera que en su casa, pero puede dar la sorpresa: en el fútbol no hay nada escrito”.
“En realidad es más difícil de lo que parece actuar de una manera que convenga a los dos”, continúa, mientras Arranz afirma que, para él, “el empate les condenaría a la sexta posición y a jugársela contra nosotros en la primera eliminatoria, o con un poco de suerte contra el Alcorcón, dos equipos que casi no hemos perdido en casa, y jugándose la eliminatoria fuera…”.
Blanco sentencia confiado que “aparte de que el Córdoba es un rival incómodo, al Celta hay muchos partidos en casa que se le atragantan. A ello hay que añadirle que se juegan mucho, y por tanto pueden salir presionados y con miedo a quedarse fuera; mientras que una victoria del Córdoba les mete cuartos con casi total probabilidad, con la posibilidad de quitarse de en medio a un rival duro y en su casa y de jugarse al menos la primera eliminatoria con viento a favor en la propia y pudiendo permitirse el lujo de empatar”.
Rubén Arranz asiente. “¡Claro!, por qué no creer? Sé que a la mayoría le cuesta creerlo y pensarán que soy un iluso, ¿pero y si el Córdoba nos sorprende a todos”. Su compañero soñador añade otro motivo por el cual la machada podría llegar. “Todos sabemos que el empate es el resultado más probable, pero incluso cabría pensar que el que en el Córdoba vayan a estar jugadores no habituales puede hacer que se vea un equipo más fresco y con más ganas que nadie de demostrar lo que valen en un partido así de importante”.
Tras ello, Raúl Blanco advierte. “Si el Córdoba quiere subir a primera división, mi primera recomendación es que intenten evitar al Real Valladolid, porque si no lo hacen no ascenderán”. Para finalizar, el otro blanquivioptimista es a la afición a quien se dirige: “Agarrémonos a ese sueño, a estar en Zorrilla ganando al Guadalajara y que de repente marque el Córdoba. El éxtasis se apoderaría de nosotros. Soñar es gratis, y yo me voy a aprovechar de ello, ¡#SomosValladolid!“.