Blanquivioletas
  • Primer equipo
  • Cantera
  • Fútbol provincial
  • Fútbol regional
  • Opinión
  • Actualidad
  • EN
Blanquivioletas
No Result
View All Result

Tan lejos, tan cerca

por Jesús Domínguez
11 de junio de 2012
en Noticias
Gol Óscar

Aridane Hernández, 20 años después

Cadena SER: robo de cobre en Zorrilla

El Pucela enamora con su nueva camiseta con aires retro

El Real Valladolid termina venciendo con autoridad a un Córdoba que no cejó en su empeño de dejar a los de Djukic fuera en la pugna por el ascenso hasta que recibió el segundo gol de los blanquivioletas, mortal de necesidad.

 

Óscar3A nada más que dos partidos. A tan solo dos encuentros. Tan lejos, tan cerca. Tan sujeto a interpretación como la vida misma. Así se encuentra ahora mismo el ascenso para el Real Valladolid después de la victoria por tres goles a cero frente al Córdoba.

A pesar de lo que pueda parecer atendiendo al marcador, la victoria autoritaria ciertos tintes de anarquía y revolución, con la que amenazaron los hombres de Paco Jémez desde el inicio, ya que igual que hicieron en el encuentro de ida, intentaron desde el primer momento remar con el viento a su favor.

Tal y como ocurrió en su propio feudo apenas cuatro días antes, de nada les sirvió su empeño por dejar a los dirigidos por Miroslav Djukic fuera de la pugna del ascenso, ya que si bien gozaron de sendas ocasiones para adelantarse durante el primer cuarto de hora, su propio desacierto y la buena actuación de Dani Hernández impidieron que así fuese.

Pepe Díaz y Charles avisaron en el fogoso arranque andaluz mientras la linea de tres cuartos cordobesa se imponía al centro del campo blanquivioleta, impreciso e incapaz de frenar las acometidas rivales en el primer tramo de encuentro.

La oportunidad más clara, sin embargo, cayó para el bando local llegada la media hora de partido, cuando Nauzet Alemán robó un balón que fue a parar a los pies de Óscar, que cedió para que Guerra enviase al lateral de la red, momento a partir del cual el Pucela empezó a encontrarse a gusto.

El asueto amenazaba con romper el encuentro del Real Valladolid consigo mismo; nada más lejos. Los soldados de Djukic salieron mandones y comenzaron desde el primer segundo a manejar el cuero como sólo ellos saben en la categoría, por más que el primer tanto llegase de modo atípico.

En contra de lo que puede parecer lógico y normal en un conjunto del estilo del blanquivioleta, el marcador se inauguró gracias a un envío desde la meta de Dani Hernández que Gaspar fue incapaz de interceptar y que Óscar, vestido con frac de killer, envió a la red de fuerte disparo.

Lejos de amilanarse, el Córdoba continuó apretando, aunque ya nada fue lo mismo. Los pucelanos sufrían en cada aproximación roja -más por lo que suponían que porque llevasen marchamo de gol-, pero sin olvidarse en ningún momento del reclamo de competir de Djukic. Así, aunque Pepe Díaz y Borja lo intentaron, los albivioletas cerraron filas en busca de evitar el gol rival.

Quién sabe si por capricho del kharma o por el tópico del fútbol de quien perdona paga, lo cierto es que los errores cordobesistas terminaron castigándole con un segundo tanto. De esta forma, a los veinte del segundo periodo Víctor Pérez sirvió una escandalosa diagonal a Balenziaga, que envió el balón hacia Javi Guerra, que volvió a romper corazones al poner tierra de por medio en el marcador.

Más por acumulación que por intención cierta, el Córdoba siguió intentándolo, jugando con tres zagueros, tres puntas y forzando a Javi Hervás en sus últimos minutos como jugador blanquiverde, pero los de Jémez terminaron desdibujados por sí mismos.

Pese al movimiento de banquillo, los andaluces no crearon ya apenas peligro y el almirante pudo dar descanso a Nauzet y Guerra -antes había retirado a Óscar, con molestias-, no sin renunciar a jugar con un rival que terminó el partido desquiciado y pudo hacerlo goleado de haber apretado los locales más.

Sin llegar a hacer sangre, el Real Valladolid sí hizo un tercer tanto, de nuevo nacido de la botas de Víctor Pérez, que tras recuperar envió a Alberto Bueno para que filtrase un buen servicio a Jofre, que con una brillante vaselina cerraría el encuentro y desataría de forma definitiva la locura en una grada que volvió a demostrar querer ser de primera.

Lo hizo antes del partido, durante y después, animando en el calentamiento, dando aliento a los soldados y brindándoles tributo en forma de ovación cerrada al final del encuentro y de forma individualizada durante su transcurso a los tres sustituidos y a Sisi, que de nuevo abandonó el campo dolorido en alma y hombro y cuya presencia en la final frente al Alcorcón está en duda.

Esté o no el pequeño ratón hiperactivo sobre el verde, como Jaime, a buen seguro dará los dos pasos que restan para la consecución del sueño junto a sus compañeros. Antes, no obstante, deberán derribar el mito de Santo Domingo, o por lo menos lograr un resultado bueno para cerrar en Zorrilla el círculo de segunda el próximo sábado.

  • Aviso legal
  • Política de cookies
  • Contacto

© 2025 Blanquivioletas

No Result
View All Result
  • Primer equipo
  • Cantera
  • Fútbol provincial
  • Fútbol regional
  • Opinión
  • Actualidad
  • EN

© 2025 Blanquivioletas