La ciudad madrileña acogerá a cuatrocientos aficionados del Real Valladolid que apoyarán a los soldados de Djukic en la ida de la final del play-off por el ascenso a primera división.
Domingo diez de junio, doce menos cuarto de la noche. El Real Valladolid conoce a su rival para la final del play-off. El Alcorcón, que ha salido vencedor de la eliminatoria ante el Hércules, será el otro finalista por el ascenso.
Al día siguiente, después de negociar el papel con el que contarían, desde el club -junto con la Federación de Peñas- se prepara un viaje para que los blanquivioletas que quieran estén en Santo Domingo animando los soldados de Djukic para traerse el mejor resultado posible. El club alfarero envió cuatrocientas entradas, que se agotarían al poco de ponerse a la venta.
El horario, la cercanía, el precio y otros factores más han hecho que muchos pucelanos, más de cuatrocientos querían estar con su equipo, pero en muchos casos no ha podido ser. Tantas eran las ganas de algunos que hicieron noche a las puertas de las oficinas de Zorrilla para ser los primeros, asegurarse un sitio en el bus y una entrada para ver el encuentro.
Un caso concreto es el de Jennifer Cancela, que llegó a las inmediaciones del templo vallisoletano a las ocho de la mañana y ya tenía en la fila más de cuarenta personas delante, algunos de ellos, amigos suyos, desde las seis y media de la mañana.
David Rodríguez al igual que Laura Voces explica que “he estado guardando cola, hemos llegado a las siete y media de la mañana”. “Detrás de nosotros sí había bastante gente, número no lo sé, unos ciento cincuenta aproximadamente, y sí, se ha debido quedar bastante gente sin entrada”, relatan.
Jennifer Cancela apunta además que las taquillas abrieron a las diez y cuarto y que cada persona llevaba varios carnets, algo que corrobora Laura Voces. “La mayoría de los grupos llevaban bastantes carnet. Sé que en la primera hora se agotaron todas las entradas”. “Las colas llegaban hasta la puerta uno del estadio”, apostilla Pablo Santaren.
Javier Barrocal es vallisoletano y por motivos laborales vive en Madrid. Va a estar en Santo Domingo porque -como otros muchos a quienes su labor les impedía acudir a por su billete- encargó a un amigo que le cogiese su entrada.
Barrocal ha estado siguiendo la actualidad de cómo iba el ritmo de entrada por Twitter y afirma que “por las fotos que he visto en Twitter, parecía que había mucha gente en la cola. También sé que muchos se han quedado sin entrada, una pena la verdad”; caso de los seis únicos valientes que se apuntaron al viaje a Córdoba.
Las cuatrocientas entradas enviadas por el Alcorcón se han quedado escasas debido a gran la demanda de tickets por parte de la afición blanquivioleta. Poco más se puede hacer, teniendo en cuenta a la capacidad del estadio de Santo Domingo, alrededor de cinco mil seiscientas localidades.
Los hinchas vallisoletanos parecen resignados por las pocas opciones de viajar con las que han contado, pero entienden que desde el club alfarero se haya enviado ese número debido a esa mínima capacidad del estadio alcorconero.
“Son pocas, pero viendo la capacidad del estadio de Santo Domingo son casi un diez por ciento, es como tocara dar a Zorrilla 2.651 entradas… nos quejaríamos”, relata Pablo Santaren. Jennifer Cancela opina como Santaren, pero apostilla que “a los del Hércules les habían enviado seiscientas. Se podían haber estirado un poco y mandarnos seiscientas también”.
El Real Valladolid informó de que se habían pedido más entradas porque la gente las seguía reclamando y la cola aumentaba por momentos, pero la respuesta del Alcorcón fue negativa: no mandarían a Valladolid más que las cuatrocientas enviadas en un primer momento.
Así, los cuatrocientos blanquivioletas acompañarán a sus soldados en la localidad madrileña e intentarán ayudar con sus ánimos a que se traigan de vuelta una victoria, o al menos, un resultado positivo para el partido de vuelta del sábado en Zorrilla.
Respecto al encuentro hay opiniones bastante dispares, aunque todos confían plenamente en el equipo. David Rodríguez está “convencido totalmente de que subimos, 100% seguro, pero están los nervios ahí y mucha tensión. Apostaría por dejarlo resuelto allí”.
Pablo Santaren, por su parte, piensa que “será un partido complicado en el que creo que empezaremos perdiendo pero nos vendremos con un resultado positivo”, mientras que Jennifer Cancela no tiene dudas: “Las sensaciones para mañana son buenas, confió en este equipo y haciendo nuestro juego, ganaremos fijo. Somos mejores que ellos y lo vamos a demostrar y volveremos con lo que nos dejamos allí en Liga”.
Laura Voces afirma que “el equipo está muy preparado y tienen muy reciente el último partido en Alcorcón” y pronostica “una victoria o un empate con goles”. Se dé un resultado más o menos favorable, lo cierto es que no será definitivo, y será un Zorrilla a reventar -se prevé lleno- quien dicte sentencia.
Javier Barrocal espera que se llene, ya que “esta plantilla se merece ver lleno el estadio”, idea que comparte David Rodríguez, quien añade que “cree que habrá un ambientazo para vivir un ascenso”.
Cancela afirma rotundamente que “Zorrilla con 26.000 espectadores tiene que ser una caldera y un infierno para el rival”, un deseo instaurado en club y afición.
El sábado, como no puede ser de otra manera, está marcado en rojo por todos los blanquivioletas y vallisoletanos porque, como dice Laura Voces, “es una cita importante para toda la ciudad”.
Para que llegue el sábado todavía falta. El primer paso se debe dar en Santo Domingo este miércoles. Los soldados de Miroslav Djukic no estarán solos. Cuatrocientos blanquivioletas les acompañarán en la primera batalla.