Análisis del próximo rival del Real Valladolid.
Un gigante en horas bajas. Así se podría definir al equipo que este domingo se enfrentará el Real Valladolid en la tercera jornada de Liga, el Athletic de Bilbao. Lejos quedan los buenos momentos en los que el conjunto de Bielsa, con la afición de su lado, llegó a las finales de Europa League y de Copa del Rey, con un juego preciosista y convincente.
Ahora el estilo parece no dar la talla, el público de La Catedral no está tan seguro con el entrenador argentino, la plantilla está agotada tras una temporada intensa y, lo que es más importante, el campeonato regular no podía empezar de peor manera y los leones se encuentran ahora mismo en el farolillo rojo de la clasificación.
UEFA OK, Liga KO
Lo más preocupante ahora mismo para el aficionado del Athletic de Bilbao es, sin duda, los paupérrimos números del equipo en defensa. Una vez solventados los problemas de la delantera, con el recién incorporado Aduriz y sabiendo tras el cierre del mercado de fichajes que Fernando Llorente se quedará al menos hasta diciembre, el conjunto de Bielsa es todo un esperpento atrás.
Así lo atestiguan los doce goles encajados en los cuatro partidos oficiales de temporada. A saber, el 3-5 que endosó el Betis a los Leones en San Mamés, el 6-0 también en casa en el primer partido de fase previa de la UEFA ante el HJK Helsinkiel único sin encajar goles, la vuelta, que terminó 3-3, y el último partido de Liga, nada menos que un 4-0 en el Vicente Calderón.
La defensa formada por Iraola, Mikel San José, Gurpegi y De Marcos o Iñigo López en la izquierda está en el punto de mira. Doce goles en cuatro encuentros son demasiados y, a pesar de la clasificación del equipo para la fase de grupos UEFA, otro mal resultado ante el Valladolid podría desencadenar una pitada monumental en La Catedral.
Fichajes escasos
Si bien es cierto que el año pasado la plantilla estaba bastante compensada, también es verdad que quizá las incorporaciones parecen no ser suficientes.
Habrá quien diga que el mejor fichaje es la no marcha de Llorente, pero las llegadas de Aduriz e Ismael López se podrían quedar cortas para un equipo que la temporada pasada acabó fundido tras luchar por tres competiciones.
Por no contar las bajas de Gabilondo, rumbo al AEK Larnaka, De Cerio y Koikili, al Mirandés, Orbaiz, al Rubin Kazan, el ya retirado Aitor Ocio o David López, que se fue sobre la bocina del cierre del mercado al Brighton tras rescindir su contrato.
Y por supuesto, una de las joyas de la corona, el campeón del mundo y de Europa Javi Martínez, que harto de la situación enrarecida del club hizo las maletas rumbo a Munich, después de que el Bayern pagara a tocateja los cuarenta millones de su cláusula.
Lo peor no es que se haya marchado el centrocampista de Estella, sino que encima no se han invertido antes del cierre del mercado absolutamente nada en conseguir un recambio. A la afición del Athletic sólo le queda soñar con una recuperación de su equipo por medio del diablillo Muniain, Fernando Llorente o Ander Herrera, el gran cerebro del equipo.
Sin bajas
De lo que sí puede presumir al menos el equipo de Bielsa es de no contar con bajas para el segundo partido ante su afición en San Mamés.
El once formado por Iraizoz, Iraola, Mikel San José, Gurpegi, Iñigo López, De Marcos, Iturraspe, Susaeta, Muniain, Ander Herrera y Aduriz arriba será el usado por Bielsa, a la espera de saber si Llorente vuelve a jugar o si Isma López juega de nuevo en la izquierda por Muniain. Por el momento no hay sancionados, ya que la masacre del Atlético por 4-0 no dejó al menos expulsados y la enfermería está vacía.
Curiosidad del rival de esta jornada: Era el cuatro de octubre de 2009. Estadio José Zorrilla, Valladolid-Athletic de Bilbao. Iker Muniain saltaba al campo por Toquero en el minuto 62 y conseguía batir a Jacobo convirtiéndose así en el goleador más joven de la historia de la Liga con 16 años y 289 días. Hasta hace pocas semanas. El Valladolid se quitó de encima tan nefasto récord gracias a Fabrice Olinga, delantero del Málaga de 16 años y 98 días, que en la primera jornada de la presente Liga le arrebató el honor a Muniain tras hacer un gol al Celta.
