El Deportivo de La Coruña intentará no pasar apuros gracias al bloque del ascenso y a los diferentes refuerzos llegados del país vecino.
De los tres recién ascendidos, el Deportivo de La Coruña fue el primero en subir las escaleras de vuelta a la élite. En una competición regular es de perogrullo hablar de merecimiento en el éxito y en el fracaso, pero igualmente conviene recordar que si el pasado año hubo un equipo con hechuras de Primera en Segunda, ése fue el otrora SuperDepor.
El inicio de Oltra no fue el deseado, e incluso en los mentideros se habló de destitución, pero a pesar de ser un tipo controvertido, no se puede negar que Augusto César Lendoiro sabe de fútbol. Por eso tuvo paciencia, porque sabe que al ascenso se llegaba teniéndola. Como sabe que el objetivo de salvarse sin demasiados apuros esta temporada pasa por saber dotar de un buen fondo de armario al bloque del ascenso.
Guardado y Colotto, piezas capitales, han cambiado Riazor por el Turia y Barcelona. Lassad, también importante, pero menos, tampoco amplió su contrato más allá del treinta de junio. No se le extrañará, a priori. Que se notase su falta sería el indicativo de que Nélson Oliveira no ha cuajado; noticia pésima para Oltra, para Lendoiro, para el deportivismo y el Benfica.
Tras no concretarse la llegada de otro punta, el canterano lisboeta es la estrella más rutilante que ha llegado a Coruña en el mercado estival. Pero hay más refuerzos con cierto renombre. Porque Marchena siempre es Marchena, igual que Camuñas no deja de parecer un valor seguro a pesar de su mala temporada en Villarreal.
De la zona del Levante ha llegado también Abel Aguilar, vieja aspiración del club y que, sino el mejor, fue uno de los mejores mediocentros de la Segunda División el pasado curso. De Portugal, lo demás; los hombres de Mendes.
Lendoiro –que, decíamos, conoce bien el negocio- ha arrimado su sardina al ascua del representante de representantes y ha conseguido apuntalar su plantilla con Tiago Pinto, Evaldo, Roderick, André Santos, Pizzi y el ya citado Oliveira, que se suman a la renovación de la cesión de Diogo Salomão y a la permanencia en el equipo de Zé Castro y Bruno Gama, también lusófonos.
El Deportivo este año ‘falará portugués’, por tanto. Pero siempre con acento canario: el de Juan Carlos Valerón. A sus 37 años, sigue siendo el mago que maravilló a Europa hace ya más de un lustro. Cuando juega, lo hace el Depor. Y Oltra, siempre exigente, sonríe. Y si el uno juega, el otro sonríe y la pelotita quiere entrar, el objetivo de salvarse sin demasiado sufrimiento estará más cerca.
Tres tenores
Carlos Marchena (Sevilla, 1979). Su amplio historial a nivel nacional e internacional es su carta de presentación. Historial delictivo, para algunos que lo encasillan como un simple carnicero, pero nada más lejos. Ciertamente, su juego siempre se ha basado en la contundencia, pero algo tendrá cuando ha jugado tantos minutos en tantos equipos.
En A Coruña saben quién es, para lo bueno y para lo malo. Ha jugado tantas veces en Riazor que para muchos era ya de la casa. Como para casi cualquier afición de Primera. Por continuar otro año en la élite luchará. Desde el centro de la zaga, y no desde el centro del campo, donde en el Villarreal había participado en los últimos tiempos.
Abel Aguilar (Bogotá, Colombia, 1985). Defensivo parece, ‘todocampista’ es lo que es. Lleva más de veinte goles en España en menos de doscientos partidos, números que demuestran que no, que no es un volante tapón al uso. Porque tapona como el que más, pero su fortaleza física, no exenta de calidad, le permite llegar con facilidad a posiciones de ataque.
Junto con Marchena, está llamado a inyectar de sangre al equipo cuando no maneje el cuero. Pero Abel es más, tal y como ha demostrado en Xerez, Hércules y Zaragoza. En A Coruña buscará su reafirmación, no tanto porque antes no rindiese como porque la continuidad y los focos le fuesen esquivos.
Juan Carlos Valerón (Las Palmas, 1975). Su magia se pelea con su cuerpo y su veteranía. Y gana. Poco importa su edad, Valerón sigue siendo fútbol del bueno. Del preciosita que enamora a la afición más espartana.
No tiene un recambio natural porque no hay otro como él. En los tiempos que corren, cualquier esquema líquido podría encontrarle fácilmente sustituto. Pero nadie al alcance del Depor daría tanto como él. A veces, con tan poco. Se dosifica por encima de la inteligencia de Oltra, que le da descanso siempre que puede. En Primera podrá menos. Deberá ser él quien se dosifique quizá no más, pero sí mejor.
El fichaje estrella
Nélson Oliveira (Barcelos, Portugal, 1991). Le falta gol para ser un ‘nueve’, dicen los que mantienen reservas con el delantero del futuro -y ya casi del presente- de Portugal. Cuando suena esa afirmación descarada, una pregunbta sobrevuela el ambiente. ¿Con cuántos tantos hechos se considera que un punta tiene gol? ¿Cuál debe ser su promedio por minutos jugados?
Nélson Oliveira estuvo cerca de llegar a Riazor el pasado invierno. Lejos de hacerlo, debutó en Champions y entró en la lista para el Mundial, donde fue una de las revelaciones. En A Coruña también puede serlo gracias a su descaro, buena lectura del juego colectivo e hiperactivad en los desmarques.
El míster: José Luis Oltra
En su décima temporada como técnico, el valenciano logró su segundo ascenso a la Liga de las Estrellas con un equipo que no podía no ascender. En la undécima, lejos de ser cabeza de ratón, será una de las colas de un león al que cada año le sobran tres.
Sin un juego preciosista pero sí efectivo, la pasada campaña apenas fue puesto en entredicho. En la presente, si es capaz de entenderse con la colonia portuguesa, tendrá mucho camino andado para cumplir el objetivo marcado: no sufrir; o por lo menos no exceso.
Entradas y salidas
Altas: Abel Aguilar (Hércules), Tiago Pinto (Rio Ave), Evaldo y André Santos (Sporting Portugal), Pizzi (Atlético), Nélson Oliveira y Roderick (Benfica), Marchena y Camuñas (Villarreal).
Bajas: Guardado (Valencia), Morel (Independiente), Borja (Getafe), Pablo Álvarez (Lugo), Colotto (Espanyol), Lassad (Celtic), Felipe Ramos (Valencia B), Rochela (Racing), Xisco (Newcastle).
