El año pasado lo que prometía ser una gran temporada para el filial del ‘submarino amarillo’ se convirtió en una lucha por la supervivencia en las últimas jornadas. Este año con el célebre Molina en el banquillo los objetivos son realistas, mantener la categoría como sea y para ello han llegado jugadores que la pasada campaña ya militaron en Liga Adelante en diversos equipos.
El filial tendrá que sobreponerse a la salida de jugadores importantes de la campaña pasada como Iago Falqué, su mejor hombre, Marquitos, Gullón, Nicki Bille, Hernán Pérez y Kiko. Todos ellos importantes en los esquemas de Xavi Gracia y posteriormente de Molina.
Sin embargo han llegado otros jugadores como el medio centro Toribio, que llega cedido por el Málaga y que el año pasado jugó de titular en la Ponferradina dejando buenas sensaciones; Iriome, medio diestro que no pudo evitar el descenso del Tenerife y que lleva cinco campañas jugando en la categoría o el ex del Pucela Kike, uno de los jugadores más destacados en el Salamanca el año pasado. Entre el resto de incorporaciones destaca el lateral diestro Florian Lejeune, una joven promesa francesa que llega del Istres.
Una mezcla de juventud y veteranía, a pesar de que sólo un jugador supera los 23 años (Mano), para tratar de conseguir un objetivo que no es otro que el de no sufrir como el año pasado.